
“La situación de la mayoría de los jóvenes de los barrios rosarinos se define por una realidad de absoluta vulneración de sus derechos fundamentales”, manifiesta Celeste Lepratti, docente y militante social. Son ellos los más afectados por la deserción escolar; los empleos precarios; el consumo problemático de drogas; la violencia sistemática de las fuerzas de seguridad; su utilización como mano de obra por parte de las redes del narcotráfico y la canalización violenta de la conflictividad entre pares; todo lo cual los expone a situaciones de agresividad altamente lesivas.
En este sentido, resulta sumamente preocupante el incremento exponencial de la tasa de homicidios en la ciudad de Rosario, siendo los jóvenes de las barriadas populares las principales víctimas. Así, como sostiene el periodista y compañero del FSP Carlos Del Frade, “las muertes violentas no parecen ser otra cosa que la consecuencia de una vida violentada”.
Por ello, frente a la muerte temprana como un destino altamente probable para los pibes de las barriadas populares, se proponen “políticas para la vida” inspiradas en el Sistema de Protección y Promoción Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. “Creemos que se trata en gran medida de una cuestión de prioridades. Si bien desde el gobierno provincial y municipal se vienen implementado diversos planes y programas dirigidos a los jóvenes, éstos no logran un impacto verdadero porque son siempre intervenciones con un alcance limitado, que carecen de continuidad en el tiempo, a las que se destinan escasos recursos y que funcionan con trabajadores precarizados. Ello no es fruto de la incapacidad del Estado. Es en cambio, una muestra de que para los gobiernos socialistas la prioridad es embellecer la ribera mientras en los barrios las condiciones de vida son indignas y como consecuencia, centenares de jóvenes mueren cada año”, señala Celeste.
La muerte de Claudio “Pocho” Lepratti introdujo a Celeste en una búsqueda incesante de justicia que aún hoy continúa, contra la impunidad política de quienes han cometido delitos flagrantes y, sin embargo, no sólo gozan de total libertad sino que incluso pueden apelar a la voluntad popular para blindarse tras un cargo público, al amparo de los sectores económicos y mediáticos dominantes. “El ángel de la bicicleta con su ejemplo, con su legado, me transformó. Y la búsqueda de justicia se reveló en el compromiso irrenunciable por una sociedad mejor”. Por eso este domingo 19 de abril, cada voto incrementará la posibilidad de seguir impulsando la lucha por un futuro mejor para todos y todas.
Fuente: www.rosarionet.com.ar