El precandidato por Camino Popular participó del programa “Efecto Argentina” que se emite por la señal de cable América 24. Allí respondió preguntas de los panelistas y conductores sobre los temas que preocupan a los porteños. Expresó sus deseos de que el espacio que representa supere el escollo de las PASO que se realizarán el próximo domingo 26 de abril y presentó algunos de los puntos más importantes de su propuesta.
-En las encuestas no están tan favorecidos. ¿Cómo esperan las PASO de este domingo y pasar esa etapa?
-Nosotros, el Frente Camino Popular, comenzó su existencia en la ciudad de Buenos Aires hace dos años, donde también había niveles de polarización importantes, había 26 listas y fuimos una de las seis fuerzas que pasaron las PASO, la quinta fuerza. Tenemos confianza en que va a ocurrir lo mismo y además, creemos que es imprescindible para Buenos Aires y sus ciudadanos estar en capacidad de crear una fuerza que tenga independencia respecto a lo que hoy gobierna la ciudad, que es un sistema de negocios del que participan desarrolladores inmobiliarios, contratistas del Estado, bancos y financieras, y que tienen su expresión en el PRO y complicidad en el Frente Para la Victoria y en el ECO, que son los que le dan los votos al Macrismo en la Legislatura y que no han sido oposición a éste durante todo este tiempo.
-En términos concretos, el tema del juego ha estado en el centro del debate público. Con Claudio Lozano, ¿qué pasa con los bingos en la ciudad de Buenos Aires?
–La Constitución de la ciudad de Buenos Aires es muy clara y lo dice en el artículo 50: no puede haber juego en manos privadas. Tiene que estar administrado por el Estado. Todo lo que hoy está pasando en esta materia viola la Constitución de la Ciudad. Nosotros creemos que al juego no hay que fomentarlo, primero. En segundo lugar, hay que controlar que no haya dinero sucio, y tercero, por lo tanto, tiene que estar en manos públicas, de manera tal que buena parte de los fondos que allí se tomen –como lo dice también la Constitución- se destinen a las inversiones sociales que la ciudad de Buenos Aires necesita. Por lo tanto, estatización y direccionamiento de lo que se pueda apropiar de allí para inversión social, es clave para el Estado porteño.
-Claudio, ¿los impuestos con Lozano bajan, suben o se distribuyen en forma distinta?
-Se distribuyen en forma distinta. Yo no creo que haya que modificar el monto total de recaudación. Creo que, además, la de Macri ha sido una gestión absolutamente ineficaz, que ha producido déficit prácticamente todos los años de su gobierno. Y que ha producido un endeudamiento multiplicando por 3 la deuda en dólares de la ciudad de Buenos Aires, que con algún impacto devaluatorio futuro va a ser más oneroso.
-¿Está mal tomar deuda para infraestructura y que paguemos durante 30 años lo que vamos a hacer en ese período de tiempo?
-Casualmente lo que hizo el PRO fue tomar deuda para financiar gasto corriente. Financió sobreprecios de contratistas, no financió infraestructura. Si se toma el porcentaje de inversión sobre el total del gasto, es exactamente el mismo, incluso un poco menor, que lo que era en el final de la gestión anterior a Macri. Está en torno al 16 ó 17%. Lo que eso indica es que con los recursos la Ciudad financió la inversión que se hizo. La deuda que se tomó, que debería haber sido para infraestructura -es lo único que hubiera justificado el endeudamiento- en realidad financió gasto corriente. Y un dato más: con la deuda que se tomó se podrían haber hecho dos líneas completas de subte.
–Justamente, ¿cómo se financiaría la extensión de las líneas de subtes en la ciudad de Buenos Aires?
–Nosotros no tenemos inconveniente en deuda para infraestructura. Sí en el caso del subte. Queremos decir que hay que terminar con la concesión al Grupo Roggio en materia de subtes, porque ahí tenemos un pequeño inconveniente. Estamos poniendo 3800 millones de pesos. Tenemos una tarifa muy importante que ha hecho que se reduzca la población que viaja en subte, y ese grupo empresario deriva los recursos del subte a sus empresas controladas. Esa concesión de los 90 hay que terminarla.
-Estrictamente hablando, ¿está bien administrar el comercio exterior?
-En un contexto de escasez de divisas, uno administra el uso. Me parece que más allá de llamarle cepo, Marta o lo que fuere, de lo que estamos hablando es de la administración del uso de los dólares que tiene la Argentina en un contexto donde llegamos a una coyuntura de escasez luego de pasar algunas cosas. Primero, una abultada remisión de utilidades al exterior por parte de buena parte del capital extranjero residente en nuestro país; dos, una fuga muy importante de capitales de alrededor de 100 mil millones de dólares, y tres, en la coyuntura actual, un saldo comercial que se ha extinguido. Lo que quiero decir es que sobre esa base de escasez de divisas, hay una decisión de administrar la economía para mantenerla en recesión y pagar deuda pública. El planchar las divisas para importar es porque lo que se busca es que la recesión amortigüe la demanda de importaciones y consecuentemente, el saldo comercial no sea menor que lo que es hoy. Entonces, hay una decisión de mantener en recesión la economía para pagar la deuda pública. Uno puede discutir esas prioridades. Nosotros no estamos de acuerdo con éstas, y creo que, además de discutir la administración del uso, habría que discutir la oferta de divisas.