Claudio Lozano, precandidato a Jefe de Gobierno por Camino Popular, recibió el martes 21 de abril en nombre del Bloque Unidad Popular que preside, a las mujeres de pueblos originarios que marcharon al Congreso y les expresó su compromiso de canalizar institucionalmente el proyecto «Del Buen Vivir» que las representantes de las 36 naciones indígenas presentaron en la Cámara de Diputados.
Moira Millán, una de las principales impulsoras del proyecto de ley expresó que “lo más de terrible no es haber perdido la libertad sino haber olvidado que alguna vez fuimos libres. Eso es fundamental porque los pueblos originarios recordamos cada día que anduvimos por este territorio en libertad, que cohabitamos de manera armónica con la tierra, que podíamos recibir de ella lo que necesitáramos y darle a ella lo que también, en reciprocidad, precisaba. Esos pueblos, esas 36 naciones originarias tenemos memoria y verdad. Durante muchísimo tiempo se ocultó la verdadera historia por la cual fue levantado este Estado. El cimiento ensangrentado con que fue constituido este Estado hegemónico, racista, que nunca quiso mirar para adentro. Porque somos no Latinoamérica. Somos Indoamérica. Eso somos”.
Lejos de la visión que generalmente se atribuye a las mujeres de los pueblos originarios, Millán explicó que “no es una poesía que las mujeres originarias de las 36 naciones seamos las que vengamos desde el corazón, el amor, a proponer el buen vivir. Porque justamente, estas 36 naciones originarias somos las que hemos padecido este sistema racista, hegemónico, descalificador y las mujeres sobre todo hemos padecido las violaciones sistemáticas, por ejemplo, en la Campaña al Desierto. No es casual que hoy nos constituimos dándole la espalda al genocida Julio Argentino Roca. Y el problema no es su monumento, hermanas, hermanos. El problema es la cantidad de funcionarios que siguen aun hoy el sendero que él marcó. Que lleva, por ejemplo, a nuestros hermanos de Formosa a estar dos meses acampando para ser recibidos. Ése es el problema: que la ideología y el pensamiento de Julio Argentino Roca todavía estén viviendo en las estructuras de este Estado”.
Claudio Lozano, por su parte, hizo hincapié en la importancia de tener en cuenta la sabiduría ancestral para combatir las crecientes diferencias entre miembros de nuestra sociedad :“del mismo modo que las concepciones emancipatorias que han surgido en los últimos tiempos no hicieron entender que la matriz desigual de un sociedad no comporta una sola desigualdad sino que son múltiples. No es sólo la social, es la de género y la generacional; por lo tanto, es la que define un sistema de dominación. Del mismo modo, la sabiduría milenaria de los pueblos originarios con el buen vivir puso una piedra basal en el cuestionamiento y definición de lo que es la crisis de la civilización que vive el planeta a escala mundial. Y en ese marco, es ese cuestionamiento al modelo sojero, a la minería a cielo abierto, a la explotación lamentable de nuestros recursos en desmedro de todas nuestras poblaciones, al asesinato a mansalva de nuestros pueblos originarios, este buen vivir es el que atraviesa y plantea la posibilidad de un horizonte distinto desde esa sabiduría de los pueblos originarios para el conjunto de la civilización del planeta”.
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nóbel de la Paz, advirtió que “hay un monocultivo que es mucho más grande que la soja, que la minería a cielo abierto, y es el monocultivo de las mentes. Cuidado con eso. Que no nos sometan a él. Por eso tenemos que dar el grito de libertad. Hay que ser rebeldes. Porque si no tenemos la rebeldía de cambiar las injusticias por la justicia, nos van a doblegar”.
Finalmente, Moira Millán valoró a este momento y lo consideró como una fecha que marca un antes y un después en la relación de los pueblos originarios con el país, y la de éste con el resto de la América más mineral:“esta marcha, hermanas, no solamente es histórica porque entramos por primera vez al Congreso de la Nación. Lo es porque, a partir de hoy, nos desafiamos entrar en el corazón, en la mente y en el imaginario de un país que nos negó, eurocéntrico, que no se sentía parte de Indoamérica. Y un país que hoy despierta esta mañana sobre sus callecitas, ese Buenos Aires no se que, de callecitas asfaltadas, con la presencia de un color, de los sonidos y la voz de nosotras. La Pacha, la Mapu, los diferentes modos en que llamamos a la Tierra. Ese país eurocéntrico ha despertado y va a ser bienvenido a Indoamérica. Y nosotras, las que no solamente somos dadoras de vida sino constructoras de modos de vida, venimos a proponerle un nuevo país construido desde la reciprocidad entre los pueblos con la naturaleza. Y la próxima vez que entremos al Congreso, ya no van a decir comunidades. Van a decir naciones. Este proyecto de ley que le vamos a entregar a ustedes ha sido el resultado de la participación directa de todas las hermanas de las 36 naciones. Es el consenso, el acuerdo, entre todas ellas. El pueblo argentino conforma una nación y todavía no se ha puesto de acuerdo para poder legislar en función de la vida. Nosotras, las 36 naciones, venimos acá para decirles que el acuerdo y el consenso por el porvenir es posible. Los invitamos a sumarse”.
En este encuentro, que se realizó en el salón Delia Parodi de la HCDN, estuvieron presentes Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y diputados de diferentes bloques, quienes también brindaron su apoyo a este proyecto de ley.