«El Frente popular es consecuencia de una larga construcción del Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación y de la unidad con distintas organizaciones sociales y partidos políticos populares.
El Frente no es una alianza electoral, sino consecuencia de una necesidad que tiene el pueblo argentino para articular las luchas en las calles y contar con una expresión política en el camino de la emancipación nacional y social.
Nos planteamos la modificación del sistema de producción y distribución de la riqueza. Fue aprobado y debatido por muchos trabajadores en asambleas constituyentes, en los sindicatos, en los lugares de trabajo y en los barrios. La candidatura a presidente de Víctor es la expresión de toda esta construcción.
Surge como opuesta y alternativa a un “menú” de candidatos vacío de contenido, con grandes déficits de valores sociales y culturales. Las propagandas huecas de los “candidatos sin programa”, con slogans publicitarios basados en encuestas y estudios de «mercado», no se diferencian entre sí, provienen de la misma usina de poder que busca colocar a una “figura” para dar continuidad a la “comunidad de negocios” que nos han sumergido en la inflación, jubilaciones y salarios que no alcanzan a resolver las mínimas necesidades, el mantenimiento del impuesto a los salarios, el deterioro del Sistema Público de Salud y de la Educación. De una política que no resuelve los déficits estructurales de trabajo, de vivienda, que aquejan a nuestro pueblo.
Nuestro candidato no es “impuesto” por el poder real y/o consecuencia de las reglas de la “ingeniería electoral”.
Víctor es consecuencia de las luchas de las organizaciones sociales. Su práctica al frente de la Secretaría General de la ATE y de la CTA, prueban en los hechos, que fue capaz de romper con un sindicalismo vertical.
Desde su iniciación como delegado de su sector de trabajo (Minería), pasando por su militancia en los setenta, su lucha en favor de los derechos humanos durante la dictadura, la democratización y crecimiento de ATE, la fundación de la CTA, la Constituyente Social en los 90 y el 2000 y hasta hoy, priorizó la construcción colectiva y no perdió su identidad. Como trabajador estatal conoce perfectamente lo mecanismos del Estado. Sabe cuáles son las debilidades y las virtudes de la administración y de la gestión.
Nuestro candidato proviene del trabajo, sigue siendo un trabajador a diferencia de otros candidatos que son «profesionales» de la política que no saben lo que es trabajar, porque nunca lo han hecho.
Sin estridencias condujo la construcción de instrumentos reales que hoy son alternativas a un “modelo sindical” corrupto y “empresarial”. El modelo sindical ya no tiene vuelta a atrás. Trabajó junto a los trabajadores incansablemente en ese sentido.
En tiempo de descrédito de la palabra, de individualismo extremo, de mercantilización de la política, no utiliza el “oportunismo” de “colocarse” en posturas con la intención de seducir o atrapar a la opinión pública. No dice lo que el “mercado de palabras” demanda. Simplemente trasmite lo que siente y lo que piensa en pos de la construcción colectiva.
No nos atenemos a las fórmulas economicistas. No aceptamos las reglas impuestas por el poder económico. Nos proponemos resolver las verdaderas necesidades de nuestro pueblo. Pretendemos un gobierno que multiplique derechos; no sólo que tutele los existentes, sino que garantice la vigencia “de los derechos para obtener derechos”.
Es el voto, la deliberación y la toma de decisiones en la organización popular, la que determina el programa que necesita nuestro pueblo para su auto-gobierno.
La democracia institucional y sus cuadros emergentes han demostrado que no gobiernan para resolver los problemas de los ciudadanos argentinos. Los referentes de los partidos tradicionales son sólo voceros de los grandes intereses de las clases dominantes y de la entrega de todas nuestras riquezas naturales.
Creemos y luchamos por una sociedad democrática, deliberativa, y que tome las decisiones en espacios colectivos donde se resuelva la auto-tutela, la auto-ayuda y se fijen las verdaderas prioridades de nuestro pueblo.
La candidatura de Víctor De Gennaro en el Frente Popular es ya una realidad que despierta esperanza para avanzar hacia un gobierno que convierta la voluntad popular en poder real».
*Abogado laboralista. Director del Departamento Jurídico de la CTA Autónoma
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