El candidato a diputado por el Frente Popular participó del programa Minuto Uno, que conduce Gustavo Sylvestre y se emite por C5N. Allí, debatió con miembros del oficialismo y de otros espacios de la oposición sobre los temas que más les interesan a los argentinos de vista a las próximas elecciones primarias de agosto que definirán quienes participarán en las presidenciales de octubre.
Lozano comenzó diciendo que “lo mejor que podríamos hacer es no hablar de los dichos de Carrió ni darles entidad. Me parece que perdemos el tiempo y los debates de la Argentina son mucho más urgentes e importantes. En los últimos tiempos no me queda claro si el 9 de agosto hay elecciones o vamos al carnaval. Porque cada uno se pone una careta distinta: tenemos a Macri que de repente defiende al Estado y va a erradicar la pobreza. Scioli que es pro cubano y ahora pone el Ministerio de Economía Popular. Hizo un acto en IMPA cuando jamás la debe haber pisado durante todo este último tiempo, mientras que Massa ahora dice que va a pagar el 82% móvil, mientras que, cuando administró el ANSES, yo lo escuché en el Parlamento explicándonos porque no se lo podía pagar. La verdad es que desde el Frente Popular tenemos la intención de discutir los problemas de la Argentina, creo que eso es lo que hace falta”.
También se refirió al polémico video de tres economistas cercanos al PRO que se difundió esta semana, y a los dichos del Jefe de Gabinete: “está el planteo de Aníbal Fernández respecto a lo que fue la exposición de tres economistas que de alguna manera están alentando una estrategia de ajuste y que en todo caso se los visualiza como cercanos a Mauricio Macri. Pero Fernández debería hacerse cargo de que el ideólogo económico de Daniel Scioli, que es Miguel Bein, dice dos cosas centrales: uno, que el problema de la Argentina es el elevado costo laboral en dólares, con lo cual está diciendo –al revés- que está proponiendo una devaluación. Y dos, dice que es necesario tener una regla fiscal que implica, en lo que él está planteando, un ajuste de casi 10 puntos del producto. O sea que el escenario del ajuste aparece tanto en los economistas cercanos a la realidad del PRO como también en los del Frente Para la Victoria. Me parece que sería bueno discutir otro horizonte para la Argentina”. El diputado por Unidad Popular subrayó que “si hubiéramos hablado de este hace un año, o un año y medio, muchos sectores del Frente Para la Victoria hubieran dicho que Scioli era la “expresión de la comunidad de negocios”. Y consecuentemente, que sí tenía relación con esos factores de poder. Ahora, resulta que Scioli tiene otro tipo de perfil. No se puede negar de que Miguel Bein ha estado exponiendo junto a Scioli las condiciones de salida de la etapa actual en cuanto lugar se presentó. Ahora, cuando hablamos de ajuste, podemos mencionar lo que ya está pasando. Nos estamos refiriendo a una economía que hace dos años que destruye empleo y en la que hace dos años hay deterioro del poder adquisitivo. Es cierto que, además, hay una economía que por todo lo que viene acumulando, tiene adelante la posibilidad de la devaluación. Una cuestión sobre la que Macri sí habló -y ahí no fue Melconian– y dijo que el 11 de diciembre se terminaba el cepo. Y afirmó –en función solamente de su triunfo- que van a llover los dólares en la Argentina, y por lo tanto, eso no iba a implicar un salto cambiario. Francamente, un acto de magia prácticamente lo que estaba planteando. Lo que nosotros decimos es que hay que dejar de discutir el cepo, que asfixia a la actividad productiva, o devaluación, que pulveriza los ingresos populares”.
Lozano también disparó hacia el oficialismo al puntualizar, con cierta ironía, que “que ha cambiado el eje que conduce el Frente Para la Victoria. Y es de lo que hay que hacerse cargo” y resaltó, además, que “tampoco hay definiciones políticas de Macri, excepto las últimas de apoyo a las medidas del Kirchnerismo”.
En cuanto a los temas fundamentales del Frente Popular, Lozano sostuvo que “la prioridad para nosotros es poner en el centro el hecho de que, a pesar de que hoy tenemos un 27% más de riqueza por habitante en la Argentina, fruto del crecimiento, tenemos la misma cantidad de pobres y de indigentes de finales de la convertibilidad. Con la asignación universal, con amas de casa, y con todo lo demás, hay 23, 25% de pobreza. Ese índice lo construimos nosotros porque el Gobierno destruyó las estadísticas. Y todos los que están midiendo dicen lo mismo excepto el Oficialismo, que dice 4,7% y encima lo propagandiza en el exterior destruyendo las estadísticas públicas. Inversión en pobreza implica cambiar el patrón de consumo de la Argentina, poner las prioridades donde deben estar: alimentos, vestimenta, vivienda, salud y educación. A eso hay que agregarle un relanzamiento de la actividad productiva con un esquema distinto al actual que ahorre divisas. Hoy nosotros tenemos de eso que el Kirchnerismo llama industria, una armaduría industrial que demanda 36 mil millones de dólares para poder funcionar. Eso hay que cambiarlo. Y para eso, hay que poder al Estado como sujeto central del proceso de inversión discutiendo con los capital que fugaron 100 mil millones de dólares en esta década, y sobre los cuales el Gobierno no ha regulado absolutamente nada”.
Además, el diputado reconoció que “hoy nosotros tenemos la Argentina dominada por empresas trasnacionales. Escuchar que vamos a depender del ingreso de capital extranjero cuando en los núcleos centrales de la actividad económica de este país éste ya está presente es francamente una ironía del destino. La discusión principal de la Argentina es como retener el excedente que generamos. Esa es. Si yo fugue 100 mil millones de dólares al exterior, no tengo capital en la Argentina para financiar el desarrollo? Tengo. Pero además, debo tener capacidad para que se invierta acá. Hay 400 mil millones de dólares de argentinos afuera. La fuga de capitales empezó en 2005, no después. El problema es que tenemos la misma ley de Inversiones Extranjeras de la Dictadura Militar. Ni eso se modificó. Tambiém está la misma ley de Entidades Financieras de la Dictadura. No es un aspecto. Es como se interviene en el tema. Además, el comportamiento de las empresas extranjeras es traer todo de afuera, elevado nivel de importaciones y el 70% de las utilidades se las llevan al exterior. Eso no es un núcleo económico que permita resolver la Argentina”.
Finalmente, Lozano abordó un punto que está en el centro de la escena hace años pero que todavía no tiene solución, y es el de la corrupción enquistada en el poder que genera inconvenientes mayores en nuestro país: “la verdad es que si hay un problema que tiene la Argentina es que hay una estructura de un sistema político que está fuertemente subordinado al esquema de negocios. Por concepción, convicción o corrupción institucional, que es el punto por el cual se desliza la trata y el narcotráfico entre otros. Y eso pasa a nivel general, nacional, y en cada localidad, porque sobre los 3500 talleres clandestinos que hay en la ciudad de Buenos Aires, los que miran para otro lado son el Ministerio de Trabajo nacional y el Gobierno de la Ciudad. Consecuentemente, acá hay una responsabilidad de los que están gobernando para que se haya expandido el narcotráfico en la Argentina. ¿O resulta que se expandió solo? Los negocios de la trata, del tráfico de armas, del secuestro de autos, del narcotráfico no existen si no hay apañamiento institucional. La propia Comisión Provincial de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires ha producido un informe lapidario sobre la situación de las fuerzas de seguridad, y la carcelaria, con el predominio de la tortura dentro de las cárceles. Hay que leer el informe, que no es viejo, es actual. Si se mantiene la desigualdad de la Argentina, no se va a mejorar la seguridad”, remató Lozano.