Lo sostuvo Claudio Lozano, uno de los más críticos al proyecto, en momentos donde el Senado lo debate en comisiones.
(Agencia Nova) El Gobierno Nacional apura la discusión presupuestaria en el Senado, luego de que la mayoría oficialista lograra darle media sanción, la semana pasada, al proyecto enviado al Congreso por la presidente Cristina Fernández de Kirchner.
Este martes y miércoles, la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, presidida por le ultrak Juan Manuel Abal Medina, tratará el controvertido paquete de legislaciones económicas que alcanzan al 2017. Participará el ministro de Economía Axel Kicillof y su equipo técnico.
La polémica no reside en la elaboración de la partida financiera del año que viene (que está reglamentada su presentación anual por Ley) sino en la intención de la Casa Rosada de aprobarlo (sumado a prórrogas de deudas, etc.) sin esperar a que se elija un nuevo presidente, que pueda modificar la iniciativa de acuerdo a su propio plan de Gobierno.
El diputado nacional de Unidad Popular, Claudio Lozano, fue uno de los legisladores críticos a esta decisión del Frente para la Victoria. “Es una pérdida de tiempo, porque el próximo Gobierno hará su propio presupuesto. Habría que esperar a que se elija al nuevo presidente, que defina su Gabinete económico y que vea qué hace con el proyecto que envió la Presidencia, si lo mantiene, lo modifica o presenta otra cosa: ese sería el material necesario para que el Parlamento discuta”, afirmó a NOVA.
“Esto que está pasando es un disparate político, que se suma al hecho de que buena parte de los gastos no han pasado por el Congreso en los últimos años. Las ampliaciones de gastos que se han hecho, básicamente tuvieron que ver con modificaciones administrativas que hizo el jefe de Gabinete, y centralmente por la ampliación de gastos vía decretos de Necesidad y Urgencia”, agregó.
Según el diputado opositor, se registraron 2 billones de pesos en gastos que pasaron por fuera del Congreso entre 2003 y 2014, que significa entre el 20 y el 30% del gasto total. “Hay que tener en cuenta que, del total de gasto del Estado, casi el 70% es fijo: cuando uno tiene una parte de un 25% o 30% promedio que no se discute acá, todo lo que se puede modificar lo decide el Ejecutivo solo, sin discutir con nadie. Esto no tiene ninguna justificación, porque para cumplir con la Ley de Administración Financiera, la Presidencia debería haber enviado una y otra vez leyes complementarias del presupuesto. Pero esto es lo que nunca pasó”, señaló.
Otro punto fuerte de la controversia son los valores expresados en el texto, que se basan en un crecimiento económico, contrario a las estimaciones de otros organismos. Por ejemplo, afirma que la economía crecerá un 3%, cuando el FMI prevé un retroceso de 0.7%, un dólar a oficial a 10.6 (cuando hoy ya roza los 10 pesos), una inflación del 14,5% y un saldo comercial positivo de 4.000 millones de dólares, en medio de denuncias por baja rentabilidad y productividad.
“Todo el mundo sabe que estamos terminando el año 2015 en una situación de déficit realmente importante, y que los números que están presentando en el presupuesto éste es mentira. Es un Gobierno que quiere demostrar poder y que sigue gobernando después de diciembre, y no otra cosa”, sostuvo Lozano.
“El próximo presidente tendrá que ver cómo consigue los votos en el Congreso para hacer el presupuesto que quiera conveniente. Por eso, no creo que haya condicionamiento alguno, porque es tan malo el proyecto presupuestario, es tan inconsistente, que por vía decreto de necesidad y urgencia lo podrán modificar como quieran”, concluyó.