Bajo el lema “Cabildos Comunales, recuperemos la ciudad”, el sábado 7 de noviembre, se llevaron a cabo los primeros cabildos comunales en varios distritos porteños. Apoyado por organizaciones políticas, gremiales, sociales y barriales, el de la Comuna 15 se realizó en la esquina de Nicasio Oroño y Avenida San Martín, a metros del Teatro Taricco, uno de los emblemas de la lucha de los vecinos por recuperar un sitio de cultura para toda Buenos Aires. Se trataron temas fundamentales para los porteños, como la educación, la vivienda, el trabajo, y la democracia participativa, entre otros.
A este último tema se refirió especialmente Carlos Méndez, actual comunero de la 15 por Unidad Popular, en sus palabras de apertura de la charla, quien expuso los motivos por los cuales cuesta tanto lograrla:“La corporación política que nos gobierna hace más de 500 años impide que el pueblo trabajador se pueda manifestar y gobernar. Que podamos decir que cosas son las que nos interesan. Que podamos decidir donde va nuestro dinero, nuestra plata. Adonde va la inversión pública, que no llega a nuestros barrios. Nadie nos pregunta si queremos esto o aquello. Y es nuestro dinero, y nadie nos pregunta si está bien. Pagamos fortunas por hacer estas obras en la ciudad de Buenos Aires, llámese Metrobús, veredas, poda, túneles, lo que sea. Si los vecinos supieran todo lo que sale eso, en algunos casos, hasta 3 veces su valor. Me parece que estaría bueno que estos cabildos fueran multitudinarios porque debiéramos decidir entre todos. No hay una prioridad del gasto público, que es nuestro gasto. ¿Adónde va esa plata? Y entonces, me parece que no es casual que la corporación política impida que funcione la democracia participativa. ¿Y por qué lo impide? Porque si el vecino, el ciudadano, nosotros mismos, empezamos a conocer cuanto se gasta en la obra pública y empezamos a tomar conciencia de todo eso, vamos a comenzar a revertir y a tomar conocimiento de lo que está pasando. Nosotros, los comuneros que fuimos electos por Proyecto Sur en 2011, quisimos hacer la patriada de que el gasto público se decidiera entre todos los vecinos. Obviamente que no fuimos escuchados por nadie porque esto no es importante para ellos. Es peligroso que la gente sepa. La información es peligrosa porque si todos los que estamos caminando por acá supiéramos lo que vale el piso que están pisando, lo que vale el arreglo de las cosas que se están haciendo, otro sería el cantar de nuestra sociedad”.
Asimismo, resaltó la necesidad de replicar esta iniciativa llevada a cabo el sábado mientras que los vecinos presentes y los que pasaban compartían algún vaso de jugo fresco para mitigar los primeros calores de esta primavera: “Me parece saludable que estos cabildos se reproduzcan en todos los barrios de la ciudad, que podamos llevar a muchas esquinas esta discusión, esta problemática, porque estamos en el principio de algo distinto, y hay cosas que sí se pueden decir, que sí se pueden hacer. hay avances, que no los vemos, pero los hay. Acá a la vuelta hemos levantado un centro de salud que estaba perdido. La ley estaba caída y sin embargo, con la fuerza del conjunto pudimos hacerlo y lograr, inclusive, que este gobierno liberal haya comprado el edificio para que ahí funcione dicho centro de salud. Y eso lo hizo la fuerza del conjunto. No fue ni uno ni dos ni un partido político ni otro. Fuimos todos. entonces, hay cosas que se pueden hacer. Lo que pasa es que hay que ocuparse, ser solidarios, generosos en la convocatoria de, por ejemplo, este cabildo, que lo es, y ahí podremos hacer otras cosas. Nosotros mismos, como militantes, tenemos que ser cuestionadotes de la realidad pero no ser destructores de los compañeros que tienen otra realidad. Que no es lo mismo cuestionar la realidad que ser destructor de los compañeros que también quieren modificar esa realidad. A veces con atajos, con otro pie, pero tenemos que sumarnos y discutir entre nosotros acá, abiertamente, que el vecino que quiere escuche de que estamos hablando, cuales son las discusiones. De que sociedad estamos hablando, de esta sociedad participativa en el sentido de que, si cuidamos la plata, vamos a tener más cosas dignas para todos, no sólo para los que viven en el norte. Para todos. Y vamos a tener mejores veredas, mejores calles, mejores barrios”.