A partir del 18 de septiembre deja de regir la mal llamada «jubilación de amas de casa». Sobre esto opina Graciela Iturraspe para Unidad Popular.
Si tenés entre 60 y 65 años de edad y no te alcanzan los aportes, tenés solo hasta septiembre para dirigirte a una delegación de ANSES e iniciar la jubilación por moratoria.
A partir de septiembre dejará de regir “la mal llamada jubilación de amas de casa” afirma Graciela Iturraspe, de la mesa provincial de UP y quién integró la Comisión de Previsión y Salud durante su mandato como Diputada Nacional.
“Y decimos mal llamada, porque afecta a todos los trabajadores y trabajadoras que, llegada la edad jubilatoria, no han tenido el privilegio, de trabajar en blanco en toda su vida laboral. Juntar los 30 años de aporte, es una tarea cada vez más imposible, y los jóvenes de hoy serán los mayores perjudicados el día de mañana, cuando necesiten acceder a su prestación” agrega.
“Hace más de dos décadas que desapareció el trabajo, sin adjetivos, como lo conocíamos, para proliferar todo tipo de denominaciones, en negro, precario, becario, contratos, que se pueden resumir en modalidades basura de explotación. Nosotros, desde Unidad Popular, creemos en la necesidad de una asignación universal a la vejez. También estamos convencidos que debe ser el piso de la pirámide previsional. Y que este piso debe ser equivalente al salario mínimo vital y móvil”.
Sobre los aportes y la movilidad jubilatoria amplía y dice que “desde allí hay que partir para desplegar nuevamente los haberes, en una modalidad proporcional a los años aportados, hasta llegar al 82% móvil para quienes han logrado la totalidad de aportes requeridos por la ley. Ley que creemos debe ser reformulada, que sería necesario crear una bicameral de previsión social, que se aboque a fondo a debatir la nueva realidad mundial y local, y consensúe un modo de seguir asistiendo con dignidad, desde el Estado, a todos los que construyeron este país”.
Y finalmente sentencia: “Lo que es inadmisible es que se deje sin prestación a todos los que cumplen la edad jubilatoria desde septiembre sin tener los 30 años de aporte, hasta que una nueva ley sea discutida. Es de una enorme perversión no enviar la ley, debatirla, consensuarla, y recién ahí reemplazar una prestación por otra”.