María Lapassete, dirigente de Unidad Popular de la provincia de Salta analiza las nuevas muertes por desnutrición en la provincia norteña.
Hace algunos días, los titulares de algunos medios, anunciaban la triste noticia: otro niño muerto por desnutrición en Salta. El ministro de la 1º Infancia (ministerio creado recientemente por el gobernador Urtubey) sentenciaba: “Todos somos responsables”. Y el propio gobernador hace un par de meses daba cifras engañosas de mortalidad infantil en Salta. (Clarin 20/05/2015)
Lo cierto es que no existe registro oficial sobre la cantidad de niños fallecidos por desnutrición; solo los titulares de los medios de prensa se encargan de informar los casos que trascienden, en su gran mayoría de comunidades originarias. La preocupación mas visible en los distintos gobiernos, ministros o responsables del área es el ocultamiento de este flagelo. Se prohíbe al personal de salud que dé información a la prensa, se rotula como causa de muerte cualquier patología y no la desnutrición; se ha llegado a cambiar, desde abril de 2013, los formularios con que se registran los controles de peso y talla de modo de hacer desaparecer de los números los desnutridos leves, registrando solo los moderados y graves, con la seria consecuencia de impedir, de este modo, que llegue el apoyo nutricional a los niños cuando comienzan a desnutrirse. En otro intento de eludir la responsabilidad que les compete, altas autoridades, incluido el gobernador, intentan responsabilizar a la población y acuñan los nombres de “desnutridos culturales” o “enanos raciales”.
Los indicadores sanitarios, aun las cifras oficiales, son una evidencia del deterioro de la salud de nuestro pueblo. La mortalidad infantil (niños fallecidos en el primer año de vida), uno de los principales indicadores del estado de salud de una población, se mantiene en iguales niveles desde hace unos 10 años. En el año 2013 fue de 13,90 por mil, igual valor que en 2009 y apenas algo inferior a 2005 (14 por mil). 374 niños menores de 1 año murieron en el transcurso del año 2013, mas de la mitad de esas muertes podrían haberse evitado
La mortalidad materna sigue un curso similar. En 2014 murieron 23 mujeres jóvenes, todas muertes evitables; en 2005 habían fallecido 14.
La cantidad de niños nacidos con bajo peso va en aumento producto de la falta de suficientes controles prenatales, y de la mala salud o malnutrición de la madre.
Cada uno de los índices mencionados son mas elevados si se los analiza para los departamentos del norte provincial. En Santa Victoria la mortalidad infantil de 2013 fue de 22,7 por mil. De las 23 muertes maternas de 2014, 9 ocurrieron en zona norte. Casi la mitad de los desnutridos registrados son de esa zona.
La demanda de atención en los servicios de salud se ha multiplicado no solo por el aumento demográfico de la población, sino debido al aumento del desempleo y del trabajo en negro, y por lo tanto de la población sin obra social; y también por aquellos que concurren a los hospitales por no poder pagar los aranceles de la medicina privada.
Esta mayor demanda no encuentra respuesta en los servicios de salud abarrotados, donde hay que hacer largas colas para lograr un turno, ya que faltan horas profesionales, las guardias están desbordadas como consecuencia del desmantelamiento de los centros de salud y los hospitales del interior, y el recurso humano está desmotivado, sin metas y objetivos claros en su tarea, sin los insumos materiales necesarios para su trabajo.
Para completar el análisis sobre el estado de salud de la población se debe tener en cuenta una multiplicidad de otros factores que mencionamos sucintamente.
La pobreza en Salta afecta entre el 40 y 50 % de la población. El desempleo y la precariedad laboral, que fabrica nuevos pobres. Salta tiene los índices mas altos de trabajo en negro.
Las viviendas y los servicios sanitarios: según el censo de 2010, uno de cada 3 hogares en el departamento Oran no tiene agua de red. En el departamento Rivadavia el 49,1 % de los hogares tiene necesidades básicas insatisfechas, llegando al 60,6 % en la localidad de Santa Victoria Este.
La tala, los desmontes indiscriminados y la contaminación ambiental que favorecen la aparición de enfermedades. Salta registra el record de hectáreas desmontadas, con autorización del gobernador Urtubey, violando la Ley de Bosques
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