Lo sostuvo la ex diputada nacional por Unidad Popular y especialista en temas previsionales, Graciela Iturraspe, en relación al proyecto oficial que amenaza desfinanciar el Sistema Previsional
En el gobierno de Cambiemos no sólo abundan personajes y apellidos de la década menemista, también florecen en su seno ideas similares. El Ejecutivo anunció que mandará al Congreso un proyecto de ley que recortará las cargas patronales en los rubros textiles y calzado. La justificación también es remanida: se trata de una ley para “ayudar a reducir la informalidad” y promover el consumo, según afirmó Francisco Cabrera, titular de la cartera de Producción.
Para Graciela Iturraspe, exdiputada por Unidad Popular, trabajadora de la Anses y dirigente de ATE , el proyecto “es lo mismo que hizo Menem, pero peor”.
“Se trata de convenios que hacen con los empresarios y con los sindicatos teóricamente para alentar el consumo, alentar la producción, para favorecer a las industrias y para combatir la informalidad. Pero en realidad, después de que Menem tomó esa decisión, subió 15 puntos la informalidad en los cinco años siguientes y se desfinanció el sistema previsional”, aseguró Iturraspe.
La medida se lanza tras un acuerdo sectorial entre gobierno, empresarios y sindicatos, e incluye la promoción del consumo a través de planes de cuotas sin interés, la entrega de “Repro Express” para empresas en crisis (costos salariales que asumiría el Estado) y el aumento de los reintegros a las exportaciones. Y se sostiene sobre el diagnóstico que buena parte del empresariado nacional comparte con el Gobierno: la identificación de los “elevados costos laborales” como un obstáculo para la competitividad y la inversión.
El textil es uno de los gremios incluido en el proyecto, y también es el que cuenta con uno de los niveles de precariedad e informalidad más altos del mercado (78%), según datos del Ministerio de Trabajo. Además, los rubros calzado y textil sufrieron una baja en la actividad de un 30% en relación a 2015, y perdieron 20 mil empleos.
“Esto beneficia a empresarios y sindicalistas, no mejora la informalidad, desfinancia el Sistema Previsional y no alienta el consumo -alertó la especialista-. Además, el consumo no se incrementa haciendo convenios con las empresas y los sindicatos sino pagándoles a los trabajadores lo que se decida en paritarias libres para recuperar lo perdido por la inflación”.
Fuente: www.canalabierto.com.ar
En el gobierno de Cambiemos no sólo abundan personajes y apellidos de la década menemista, también florecen en su seno ideas similares. El Ejecutivo anunció que mandará al Congreso un proyecto de ley que recortará las cargas patronales en los rubros textiles y calzado. La justificación también es remanida: se trata de una ley para “ayudar a reducir la informalidad” y promover el consumo, según afirmó Francisco Cabrera, titular de la cartera de Producción.
Para Graciela Iturraspe, exdiputada por Unidad Popular, trabajadora de la Anses y dirigente de ATE , el proyecto “es lo mismo que hizo Menem, pero peor”.
“Se trata de convenios que hacen con los empresarios y con los sindicatos teóricamente para alentar el consumo, alentar la producción, para favorecer a las industrias y para combatir la informalidad. Pero en realidad, después de que Menem tomó esa decisión, subió 15 puntos la informalidad en los cinco años siguientes y se desfinanció el sistema previsional”, aseguró Iturraspe.
La medida se lanza tras un acuerdo sectorial entre gobierno, empresarios y sindicatos, e incluye la promoción del consumo a través de planes de cuotas sin interés, la entrega de “Repro Express” para empresas en crisis (costos salariales que asumiría el Estado) y el aumento de los reintegros a las exportaciones. Y se sostiene sobre el diagnóstico que buena parte del empresariado nacional comparte con el Gobierno: la identificación de los “elevados costos laborales” como un obstáculo para la competitividad y la inversión.
El textil es uno de los gremios incluido en el proyecto, y también es el que cuenta con uno de los niveles de precariedad e informalidad más altos del mercado (78%), según datos del Ministerio de Trabajo. Además, los rubros calzado y textil sufrieron una baja en la actividad de un 30% en relación a 2015, y perdieron 20 mil empleos.
“Esto beneficia a empresarios y sindicalistas, no mejora la informalidad, desfinancia el Sistema Previsional y no alienta el consumo -alertó la especialista-. Además, el consumo no se incrementa haciendo convenios con las empresas y los sindicatos sino pagándoles a los trabajadores lo que se decida en paritarias libres para recuperar lo perdido por la inflación”.
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