El Economista y ex Diputado Nacional, Claudio Lozano afirmó que la evolución del valor de las naftas y el gasoil gana ampliamente la puja con los sueldos. Advirtió que aunque los costos internacionales bajen, los precios locales serán igualmente caros.
«Desde que se estatizó YPF en mayo del 2012, el poder adquisitivo del salario respecto de los precios de los combustibles cayó un 10 por ciento, pero más específicamente se potenció durante el período del nuevo gobierno”, expresó a surtidores.com.ar, el Economista Claudio Lozano.
El especialista definió en ese sentido que entre 2012 y 2015, la caída fue del 3 por ciento, mientras que luego del cambio de presidente, la curva descendió un 7 más. Por lo tanto, el entrevistado aseveró que la evolución de los valores de los hidrocarburos se sostuvo al mismo ritmo que la inflación general del 42 por ciento el año pasado.
Lozano cuestionó que a pesar de que se anunció la liberación del denominado “barril criollo”, los automovilistas continuarán perdiendo poder de compra de naftas y gasoil, por el hecho de que de acuerdo a su opinión “la política de estado es mantener los subsidios en beneficio de las petroleras, con la intención de sostener un precio de referencia del crudo de 60 dólares para provocar la rentabilidad de Vaca Muerta y así sumar a los no convencionales como producto exportable”.
En ese aspecto, Lozano comparó el modelo económico de “Argentina Granero del Mundo”, en el cual se producen alimentos para todo el planeta mientras que los precios internos siguen la pauta del valor internacional y de la misma manera, lo que produzca el país en materia de hidrocarburos, tendrá como destino “la exportación sin contemplaciones hacia los consumidores locales ni las estaciones de servicio pymes independientes”, sentenció.
Afirmó que “si los costos internacionales tienden a la suba, seguramente, el precio en surtidor será más caro”, pero aclaró sin embargo que “como el objetivo es mantener ventajas para producir hidrocarburos no convencionales, si los costos internacionales bajan, los precios locales serán igualmente caros en relación a los salarios”.
Respecto del GNC, su horizonte no fue muy diferente al de las naftas, debido a que según su visión, es un derivado del gas, el cual seguirá ajustando su precio en Boca de Pozo y si bien ha bajado en lo que significa generación y distribución, como ocurre con los cuadros tarifarios, quienes trabajen y se movilicen con dicho combustible, de a poco irán pagándolo más caro.
Finalmente se mostró pesimista respecto del futuro del sector estacionero y adelantó que si no existe una firme decisión de emitir leyes que protejan el desarrollo de las pymes que incluyan esta actividad, las únicas expendedoras que a la larga sobrevivirán, serán aquellas que pertenecen directamente a las petroleras.
Fuente: surtidores.com.ar