Claudio Lozano y Héctor Polino, quienes encabezan las listas de Convocatoria Abierta por Buenos Aires (CAxBA), a diputado nacional y legislador CABA respectivamente, estuvieron este mediodía en la Defensoría del Pueblo de la Nación, para reclamar por el aumento en los precios de los medicamentos. Lo hicieron mostrando una silla vacía que simboliza la acefalía de dicho organismo desde hace ocho años y que se evidenciaba también, en el abandono y la falta de mantenimiento (telas de araña en cartelería). Estuvieron acompañados por María Elena Barbagelata y Nina Brugo (2ª y 3ª precandidatas a diputadas nacionales) y María Eva Koutsovitis y Julia Martino (2ª y 3ª precandidatas a Legisladoras de la Ciudad).
Más tarde, Lozano y Polino fueron recibidos por el ombudsman de la Ciudad, Alejandro Amor a quien le acercaron estos reclamos.
Lozano denunció que Mariano Genovesi, 4° candidato a diputado nacional en la lista de Martín Lousteau, es el Secretario Ejecutivo de la Cámara (CILFA), que nuclea a los laboratorios que son los responsables de los aumentos.
Para Lozano, “los argentinos gastamos fortunas en Salud y tenemos un sistema malo e injusto. Esto es consecuencia del abuso que hacen los laboratorios de su poder de mercado a la hora de fijar los precios y de un Estado que no usa las herramientas institucionales de las que dispone. Aquí no funciona la legislación antimonopólica, no se articula la ley de genéricos con la existencia de producción pública de medicamentos, el PAMI que es el principal demandante de medicamentos del país, en lugar de fijar condiciones, les sostiene las ganancias, y, como si esto fuera poco, si uno acude a la Defensoría del Pueblo resulta que está acéfala hace casi una década. Falta de democratización y complicidad estatal explican cómo nos acaban con los medicamentos”.
Polino dijo que, “es necesario que el gobierno de una buena vez, cumpla con su función de contralor a los grandes laboratorios medicinales. Que han estado remarcando el precio de los medicamentos por encima de la inflación y por encima de la devaluación del peso, en perjuicio de millones de argentinos, sobre todo de los jubilados que tienen que afrontar pagos que son realmente escandalosos”.
Barbagelata sostuvo que, “la especulación en la fijación de precios de los medicamentos aprovecha las restricciones a la venta de medicamentos que se utilizan para los casos de interrupción del embarazo por causas de riesgo en la salud y en casos de violación donde el aborto no es punible. En estos casos para la compra del misoprostol las mujeres pagan en nuestro país siete veces más que si lo compraran en Francia. Este precio exorbitante, afecta los derechos sexuales y reproductivos generando mayor discriminación e incluso incentivando el uso de métodos peligrosos e inseguros que causan hasta la muerte de las mujeres. Con la producción pública de medicamentos se podría cubrir el 80% de las necesidades de un centro de salud del nivel primario de atención, como hace años ocurre en la Provincia de Santa Fe y se garantiza el acceso gratuito a los medicamentos por parte de la población asistida”.