SALTA.- Ramiro Daniel Escotorin es precandidato a senador provincial por el Frente Popular para la Liberación. He aquí lo que dice a horas de las PASO.
-Escuchamos hablar desde años que la inseguridad es la mayor preocupación de la sociedad. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de inseguridad? ¿Quiénes las sufren de verdad?
-La inseguridad es el resultado de más de dos décadas de gobiernos con los mismos de siempre, que ejecutaron políticas cuyos resultados están hoy dramáticamente a la vista: desigualdad, pobreza, nuestros niños muertos por desnutrición, desocupación, drogadicción, narcotráfico, violencia de género.
La inseguridad es la falta de futuro y el presente destruido de nuestros jóvenes: Sin Educación, sin Trabajo, sin Salud. ¿Y que proponen los políticos del sistema? Más cárcel, más policías, más represión. La mano dura nunca fue solución y es parte del negocio de la inseguridad: más armas, alarmas, seguridad privada, cámaras, muros, cárceles, autos, y más armas otra vez cada vez más sofisticadas; esa es la política para nuestra juventud.
Nosotros proponemos algo más sencillo y mucho más eficaz: Educación, más aulas, más docentes, más presupuesto y, sobre todo, jornadas completas en las escuelas secundarias: con formación artística (teatro, música, pintura, baile), deportiva, oficios, tecnología, apoyo escolar. Espacios multidisciplinarios: docentes, psicólogos, médicos, asistentes sociales, nutricionistas. Espacios plurisociales: articulación con clubes de barrios, centros vecinales, organismos de Derechos Humanos, sindicatos, fundaciones.
La sociedad civil como sujeto activo de una democracia participativa. Más democracia para un cambio con bienestar, inclusión y desarrollo. Para terminar con esta casta política que gobierna Salta desde hace tres décadas, porque no tienen nada que ofrecer sino más de lo mismo. Pensemos en nuestro presente que somos todos y en nuestro Futuro que son los jóvenes.
Invertir en Educación es invertir para una sociedad Justa y Solidaria con Inclusión y seguridad. Una tiza cuesta menos que una bala y salva a la sociedad. Más lápices, más tizas, más aulas. Menos balas, menos armas, menos cárceles. Nuestro futuro es hoy y son los jóvenes.