Del 10 al 13 de diciembre la Argentina será sede de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y el año próximo nuestro país presidirá el G-20, mostrando una clara profundización en la liberalización de la economía y el comercio, que vendrá de la mano de más ajuste y precarización para los trabajadores y las trabajadoras.
La reunión de la OMC que se realiza en Buenos Aires, intenta reinstalar, en el ámbito multilateral, el debate sobre una serie de temas de agenda que no sólo tienen que ver con el comercio de bienes y servicios, sino con los procesos de facilitación comercial, el comercio electrónico, el siempre polémico y nunca resuelto asunto del capítulo agrícola y la cuestión del comercio del sector pesquero, así como la posible eliminación de subsidios.
Cinco de las empresas más grandes del mundo (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, todas ellas estadounidenses) están presionando para negociar en el marco de esta reunión de la OMC un mandato para lo que ellos llaman el comercio electrónico, pero que en realidad serán reglas para el nuevo futuro de la economía, que será a través de la vía digital. Además otros temas, como las políticas arancelarias en los sectores de la agricultura, la pesca y los servicios también serán tratados.
Se consolida así una tendencia al libre comercio, en perjuicio de las pequeñas y medianas empresas y de las economías regionales, con un armado internacional que tiene como principal pieza las cadenas mundiales de suministro (donde se concentra el 80% del comercio) y en las que las empresas multinacionales imponen las reglas del juego.
En esta tendencia a nivel global, el mundo del trabajo está atravesado por el lugar que cada país ocupa en la cadena, lo que determinará no sólo el nivel de desarrollo sino el tipo de empleos y en qué condiciones estarán los trabajadores. Las reformas laborales que están siendo implementadas cristalizan esta situación.
Y, en ese orden, las nuevas tipologías de acuerdos comerciales regionales y globales, implican avanzar y consolidar esquemas de relaciones asimétricas entre Estados nacionales cada vez más debilitados en sus capacidades regulatorias y autónomas y grandes corporaciones trasnacionales con mayores márgenes de maniobra para el control estratégico de los principales resortes de la economía y para la consolidación de esquemas de rentabilidad que suponen maximización de ganancias y avance mercantilizador en todos los planos de la vida económica, social y política de las comunidades.
Es por estas razones que Unidad Popular movilizará el domingo 10 a las 16 al Obelisco (Corrientes y 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires) para gritar fuertemente “fuera la OMC de la Argentina y de América Latina”.