Así lo aseguró el economista de la CTA Autónoma y ex diputado nacional por Unidad Popular (UP), Claudio Lozano, al referirse a la escalada que tuvo en dos años la deuda externa argentina lugo que Macri recurriera a este mecanismo para equilibrar las cuentas fiscales.
El Colectivo Nacional Paremos la Deuda, integrado por el Coordinador Nacional del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) junto a otras personalidades del país, convocará a un foro para debatir el tema del endeudamiento externo. En ese contexto, Claudio Lozano brindó su opinión sobre este asunto preocupante.
– ¿Se puede decir que fue un paso positivo el tratamiento que le dieron los gobiernos kirchneristas a la deuda externa Argentina?
En realidad no se logró reducir la deuda durante ese período, en parte porque en la práctica la quita que hubo en los canjes de la deuda en los años 2005 y 2010 se compensó con los bonos que denominaron “Cupón PBI” atados el crecimiento del Producto Bruto Interno que se entregaron a cambio. Por el contrario, el monto de la deuda creció en 12 años desde 150.000 millones de dólares que teníamos de deuda pública a 250.000 millones de dólares en el final del mandato de Cristina. Lo que si pasó durante el kirchnerismo es que se reemplazó la deuda que teníamos con parte de los acreedores privados del exterior y con los organismos internacionales, por caso el Fondo Monetario Internacional (FMI), por deuda con distintos organismos del Estado, Banco Central, Banco Nación y Anses, que le prestaron plata al Tesoro Nacional para que cancelara con reservas la deuda de 10.000 millones de dólares con el FMI y también para cancelarle deuda a los acreedores privados. Eso es lo que se llamó desendeudamiento, que en la práctica fue el remplazo de acreedores privados por acreedores que son organismos intraestatales. Obviamente que esto no tuvo un efecto neutral, trajo otro tipo de inconvenientes, por detrás de esto estuvo en gran medida buena parte de los desequilibrios monetarios e inflacionarios que afectaron el final del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
– ¿Pero se mejoraron o no las condiciones de la deuda externa para el país durante ese período?
Se modificó la composición de la deuda. La deuda planteaba menos problemas en términos de restricciones en materia externa, es decir de disponibilidad de dólares porque pasamos a tener más compromisos en pesos con organismos estatales que se les paga de otra manera. Cambió por lo tanto la composición del endeudamiento, la composición de los acreedores y los efectos que la deuda tiene en la economía doméstica. También bajó la deuda comparada con el Producto Bruto Interno, entre otras cosas porque la tasa de crecimiento de la economía argentina, desde los comienzos de la gestión hasta el 2008 fue muy importante. Ahora lo que sí es cierto es que este desendeudamiento o mejor dicho esta sustitución de deuda que hizo bajar la cantidad de deuda con acreedores del exterior es lo que este Gobierno está utilizando desde que asumió para volver a endeudarnos enormemente, en cifras que están en el orden de los 100.000 millones de dólares en estos primeros dos años y que para el 2018, según el presupuesto nacional, pretenden ampliar en 46.500 millones de dólares más de nueva deuda.
– ¿Como evalúa esta estrategia del actual Gobierno de sustituir a los organismos intraestatales como principal fuente de financiamiento del déficit fiscal y en su lugar recurrir nuevamente al endeudamiento externo?
Primero, la Argentina tiene un margen muy importante en materia impositiva sobre los sectores de mayor capacidad contributiva a los que no recurre para obtener recursos genuinos propios para equilibrar las cuentas fiscales. Nuestro país no le cobra impuestos a los ricos, no apropia rentas extraordinarias, este Gobierno incluso a desgravado rentas muy importantes y de hecho, por ejemplo, en la última reforma tributaria estamos resignando recaudaciones a nivel nacional, provincial y previsional por montos equivalentes a casi 500.000 millones de pesos, es decir que en la práctica esta discusión de que quieren equilibrar las cuentas públicas es absolutamente falsa, lo único que están haciendo es estableciendo mecanismos de eliminación de impuestos y de contribuciones patronales a los efectos de maximizar las ganancias empresariales con la hipotética idea de que esto redundara en inversiones. En realidad lo que el Gobierno está planteando es ajustar el gasto del Estado y además justificar inducir un proceso de endeudamiento que a esta altura del partido es exponencial. El simple hecho de saber que el kirchnerismo aumentó la deuda en 12 años en 100.000 millones de dólares y que este Gobierno en solo dos tomó 123.000 millones de dólares da una idea del disparate en el que estamos ingresando, sobre todo porque estamos tomando deuda para cancelar deuda. Porque en realidad el Estado argentino no tiene recursos para pagar esa deuda y la Argentina no genera dólares para pagar esa deuda, con lo cual tenemos que tomar deuda nueva para pagar deuda vieja, ingresando una vez más en una calesita que ya conocimos, que es la calesita del endeudamiento perpetuo que todos sabemos que se sostiene en tanto no existan crisis internas previas, simplemente hasta el momento en que afuera se les ocurra dejar de prestarnos.
Fuente: Daniel Salazar, Especial desde Buenos Aires para el diario La Nueva Mañana de Córdoba