El Congreso Extraordinario de la CTA-A, realizado el 16 de marzo de 2018, con la presencia de 410 congresales provenientes de 23 provincias, reunidos en la Federación de Box de la Ciudad de Buenos Aires, aprobó la siguiente declaración.
El gobierno nacional de Cambiemos encabezado por Mauricio Macri viene llevando a cabo una política de ajuste de corte neoliberal. El programa de reformas laboral, previsional, educativa y sanitaria, junto al pacto fiscal de ajuste, los tarifazos y el cuadro inflacionario, conforman un paquete de medidas que atenta contra las condiciones de vida de las trabajadoras y los trabajadores y de la mayoría del pueblo argentino.
La política de endeudamiento sume en la pobreza a nuestro pueblo y atenta directamente contra las economías regionales y los pequeños productores, generando un mecanismo de expoliación adicional y de chantaje y subordinación al poder central. Se profundiza la política extractivista de saqueo de nuestros bienes comunes y de acelerado deterioro ambiental asociada a la contaminación y al uso de agrotóxicos y se perfilan retrocesos en torno a la ley de glaciares.
Durante el presente año esta política tiene como unos de los ejes centrales el ajuste con despidos en el estado y en la actividad privada, la vulneración de los salarios de lxs jubiladxs a través de la reforma implementada y la imposición del techo salarial del 15 % para garantizarse, en beneficio de los grupos económicos, salarios por debajo de la inflación.
En otros términos, vivimos una ofensiva generalizada del capital hacia el trabajo que, como siempre, se caracteriza por garantizar la tasa de ganancia de los sectores dominantes, aumentando la explotación de la clase trabajadora, desposeyendo a amplios sectores populares, -en particular a sus miembros más vulnerables, los adultxs mayores y lxs niñxs-, de las condiciones dignas de reproducción de su vida cotidiana.
Las movilizaciones populares de noviembre y diciembre de 2017 y febrero y marzo de 2018, dan cuenta del rechazo de la mayoría del pueblo a esta política, frenando entre otras cosas, la aprobación de la ley de reforma laboral.
En ese marco nuestra CTA-A fue gestora y motor de la confluencia sindical y social que concretó las jornadas del 6 de diciembre y el 15 de febrero con las banderas de la unidad contra el ajuste promoviendo un paro nacional para enfrentarlo. En el marco de esa unidad la CTA-A recupera sus experiencias históricas más ricas y levanta las banderas de la autonomía y la voluntad de construir un nuevo modelo sindical en la Argentina que reemplace al agotado modelo sindical empresario del unicato y la subordinación al estado y los partidos.
La CTA-A y las organizaciones sociales que son parte de la Central confluyen con todas las organizaciones sociales y de la economía popular que luchan por la emergencia social, contra el recorte de los planes y subsidios y por trabajo genuino para las y los trabajadores desocupados. Las mujeres de la Central participamos de las multitudinarias movilizaciones del 8M que marcaron un punto de inflexión en la lucha por las reivindicaciones de género. Fuimos protagonistas de la movilización internacionalmente articulada más importante que se recuerda en los últimos años.
En un marco muy complejo, construimos y sostuvimos en el país la confluencia con las organizaciones que nuclean a las trabajadoras, para llevar el debate de los problemas que soportan las mujeres ocupadas, desocupadas, precarizadas y jubiladas, al seno del movimiento de mujeres. Lo hicimos desde nuestro colectivo de mujeres de la Central, participando en la articulación de luchas y resistencias en todo el país y se expresó el 8M en una enorme columna de trabajadoras en conjunto con otras centrales sindicales y movimientos sociales. Reafirmamos en la fecha nuestra identidad de mujeres trabajadoras y nuestro histórico apoyo a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Las mujeres nos planteamos la construcción de un feminismo popular como elemento central en las luchas por la soberanía de los pueblos, la defensa de los territorios frente a las corporaciones transnacionales y también en las prácticas políticas en las organizaciones, instituciones, en las fábricas, en los barrios y en las casas, realizando una amplia convocatoria a todos los sectores que comparten nuestros principios feministas antipatriarcales y anticapitalistas.
Nuestra Central sostiene la necesidad de avanzar hacia una organización cada vez más democrática e igualitaria, por lo cual la participación y representación de las compañeras es imprescindible y debe ser garantizada. La paridad debe ser el horizonte y también el camino que debemos transitar para construir esos instrumentos.
En el plano internacional nuestra Central reafirmó su protagonismo en la CSA, la CSI y la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur participando activamente del encuentro de los pueblos en Montevideo y en otras instancias de coordinación y movilización contra la restauración derechista en América Latina. Continuaremos nuestra fructífera relación con la FSM y nuestra participación activa en la Organización Internacional del Trabajo – OIT-. Desarrollamos la intervención en la agenda de lucha contra la OMC y los tratados de libre comercio promovidos por las multinacionales como el TTP, el TISA y el acuerdo Mercosur Unión Europea por significar una virtual sentencia de muerte para la industria del Cono Sur.
Nuestros ejes apuntan a fortalecer la integración regional y la lucha contra el neoliberalismo a través de la integración regional y el reagrupamiento del movimiento popular del continente en la Jornada Continental. Construir una voz del sur global ante esta distribución de la riqueza profundamente desigual en el horizonte de la robotización y las nuevas tecnologías.
Realización del XI Congreso del SIGTUR en abril en nuestro país. Afiliación a IndustriALL y creación de la Coordinación Nacional de Industria de la central promoviendo el acercamiento de nuestros sindicatos con las federaciones globales para situarnos en el debate mundial sobre la organización a lo largo de toda la cadena de suministro.
Reivindicamos el Cono Sur como una región de paz y rechazamos las iniciativas de militarización, bloqueo e injerencismo promovidas y comandadas desde Estados Unidos para disputar los bienes y riquezas naturales en toda América Latina. Sostenemos la activa solidaridad con los compañeros y compañeras de Brasil, repudiamos el golpe a la democracia y decimos “elección sin Lula es fraude”. Nuestra solidaridad con la injusta encarcelación de los dirigentes de la KCTU de Corea, por luchar por derechos laborales dignos. Apoyamos las causas y la lucha ejemplar del pueblo saharaui y del pueblo de Palestina por la soberanía.
La CTA Autónoma, como el conjunto de las organizaciones que forman el campo popular, se encuentra en un profundo debate, que se vertebra fundamentalmente alrededor de cómo se construyen las mejores condiciones para enfrentar y derrotar la ofensiva del capital, encarada en nuestro país por la gestión macrista.
En tal sentido este Congreso Extraordinario expresa nuestro debate crítico y autocrítico sobre la intervención de nuestra central en esta etapa, atento al debilitamiento de los principios que nos dieron nacimiento.
Afirmamos nuestra autonomía entendida como la capacidad de nuestra clase de convocar al conjunto de las organizaciones populares a discutir un nuevo modelo de sociedad que se organice en clave emancipatoria. Debemos debatir cómo encontrarle la vuelta a esta construcción en la intervención cotidiana, pero rechazamos enfáticamente subordinar nuestra central a cualquier proyecto partidario o gubernamental.
Reafirmamos la libertad y democracia sindical como la herramienta que permitirá la organización de los trabajadores y trabajadoras en cada establecimiento como democráticamente lo decidan, sacándose de encima conducciones burocráticas y/o patronales.
La precariedad laboral ha dejado de ser una situación excepcional y ha pasado a constituir el “núcleo duro” del mercado de trabajo. Ese contexto es el principal factor que impide la organización de lxs trabajadores y trabajadoras en los lugares de trabajo. Rescatamos las innumerables experiencias de lucha, que, a pesar de ello, enfrentan cotidianamente las políticas de ajuste. Rescatamos el principio de afiliación directa como herramienta de organización y superación de estos niveles de fragmentación, así como el voto directo y secreto de todos los afiliadxs a la CTA.
Retomar nuestras herramientas requiere atender a las características que tengan que tener hoy, ya que ni el mundo del trabajo, ni la coyuntura en el país, la región, ni el mundo son las mismas que cuando nacimos en la década del 90, además de que casi dos generaciones nacieron con posterioridad.
La Unidad siempre ha sido y será una aspiración de nuestra clase, y la buscamos en esta coyuntura, como lo muestran nuestras múltiples iniciativas en ese sentido. Lo que rechazamos es dejar de lado la libertad y la democracia sindical y eludir la autonomía, para ir a una unidad superestructural sin discutir esto en los ámbitos que corresponden.
Asimismo reafirmamos nuestros principios fundantes y la vigencia del debate en torno a ellos, por la construcción de un nuevo modelo sindical para la organización autónoma de los trabajadores y trabajadoras.
En la actual coyuntura:
1. Reafirmamos el compromiso histórico con el movimiento de derechos humanos y con el de los pueblos originarios, como en las movilizaciones contra el dos por uno para los genocidas, por la aparición de Santiago Maldonado y contra el asesinato de Rafael Nahuel, y rechazamos el impulso oficial al gatillo fácil que el gobierno implementa a través del “caso Chocobar” y otros similares.
2. Este 24 marzo saldremos a la calle en todo el país y en la CABA junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia rechazando la política represiva, de criminalización de la protesta social, de persecución y encarcelamiento de luchadorxs sociales y de aniquilación de la memoria que lleva adelante el gobierno nacional. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos y levantamos bien alto la memoria de nuestros 30.000 detenidos desaparecidos.
3. La CTA-A y sus organizaciones nacionales, provinciales y locales rechazamos el techo salarial del 15% que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales buscan imponer en las distintas instancias de negociación colectiva así como la política de despidos masivos instrumentada por el gobierno nacional. Asimismo reclamamos la instauración del 82% móvil para nuestrxs jubiladxs.
4. Apoyamos y sostenemos la lucha de lxs compañerxs de Río Turbio, lxs azucarerxs (de cuya histórica marcha, organizada por la FAR-CTA A, fuimos protagonistas), el Senasa, Fanazul, el INTI, la Planta Industrial de Agua Pesada y el Hospital Posadas, así como de otros ámbitos en que se están resistiendo los despidos. Rechazamos además el desmantelamiento de áreas estratégicas para el desarrollo autónomo de la Argentina, como el CONICET, el INTI, el INTA, la CNEA, etc.
5. Desde nuestra identidad autónoma, plural y democrática, la CTA-A busca activamente la coincidencia con todas las organizaciones del campo popular para resistir las políticas de ajuste y promover un cambio de rumbo en favor de los intereses populares. Compromisos:
Es en función de ello que comprometemos nuestros esfuerzos colectivos para:
6. Ratificar los principios fundacionales de la CTA: la autonomía; la libertad y democracia sindical; la elección de la conducción, en todos los niveles, por voto directo y secreto de lxs afiliadxs. Impulsar la elección de delegados/as en cada lugar de trabajo, barrio o sector.
7. Asumir la organización de toda la clase trabajadora en su composición: ocupadxs, desocupadxs, estables, precarixs, estatales, privadxs, jubiladxs, cuentapropistas, cooperativistas, de la economía social, etc.
8. Construir unidad en torno a una propuesta de salida de la crisis que tenga centralidad en la clase trabajadora y que sea una propuesta para toda la sociedad, retomando las mejores tradiciones de la CTA
9. Debatir en la CTA-A con el conjunto de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras que estén dispuestos a construir una salida a la crisis que no sea la que plantea el modelo capitalista sino desde los trabajadores y trabajadoras.
10. Profundizar la lucha feminista en términos de mujer trabajadora, articular con las organizaciones de mujeres de las centrales de trabajadorxs y con las organizaciones sociales, con las consignas históricas, y planteando la paridad para esta etapa.
11. Impulsar activamente políticas efectivas en nuestra organización a lo largo y ancho del país en pos de alcanzar una CTA-A libre de violencia de gènero, reafirmando nuestra identidad anticapitalista, antiimperialista y antipatriarcal.
12. Ratificar el carácter federal de nuestra construcción en la CTA-A, revalorizar las economías regionales y promover una distribución más equitativa de los recursos.
13. Fortalecer nuestra lucha contra el extractivismo, la contaminación y el saqueo de nuestros bienes comunes a través de distintas estrategias como la realización de consultas populares.
14. Mantener la inserción internacional de la CTA-A en los distintos ámbitos que fortalezcan a la organización y potencie la lucha de lxs trabajadorxs de la región.
15. Exigir la derogación de la Reforma Previsional y la instauración del 82%móvil para lxs jubiladxs y rechazar las Reformas Laboral, Educativa y Sanitaria que impulsa el gobierno.
16. Rechazar el 15% ofrecido como referencia por el gobierno, rompiendo el techo salarial que implica y defender y mejorar los Convenios Colectivos de Trabajo vigentes.
17. Rechazar los despidos en los lugares emblemáticos en que actualmente se dan y en todo otro ámbito en que ocurran y exigir la inmediata reincorporación de todos lxs despedidxs.
18. Convocarnos a construir en el plazo más breve un paro nacional que enfrente y quiebre el techo salarial, frene los despidos y la precarización laboral y logre la reincorporación de todxs lxs cesantes en el sector público y privado.
19. Realizar distintas medidas de lucha en el camino de la construcción del paro nacional.
20. Realizar una marcha en todo el país contra la matanza de nuestros pibes y pibas en los barrios.
21. Repudiar la presencia en nuestro país de Cristine Lagarde, directora del FMI, y la política de entrega y endeudamiento de este gobierno, así como los avances de la DEA en la provincia de Misiones.
22. Apoyar todas las luchas y coordinarlas desde esta CTA-A en articulación con todos los sectores.
23. Saludar los triunfos de las distintas luchas sectoriales, como las reincorporaciones en el INTI, en Telefónicos, etc. Repudiar la intervención de UATRE en sectores de trabajo rural afectados por el ajuste.
24. Convocar a un encuentro de organizaciones sociales de la CTA-A.
25. Convocar y participar en el Tercer Encuentro Nacional por la Niñez a realizarse en Viedma, Río Negro, los días 9 y 10 de noviembre.
26. Movilizar en ocasión de la reunión del G-20 en Argentina.
27. Convocar a un paro nacional para la primera quincena de abril.
28. Reafirmar nuestra convocatoria al Congreso Ordinario y Extraordinario de la CTA-A para el próximo 28 de Abril y al proceso electoral que culmine el 8 de Agosto para elegir las nuevas autoridades de la Central. Deberemos llegar a estas etapas transitando un debate que permita dirimir nuestras dificultades y poner a nuestra Central en la construcción de espacios de unidad que permitan no solo discutir sino sostener las necesarias estrategias de organización y confrontación de la clase.
Fuente: Agencia ACTA