Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular, fue invitado a debatir el presente y el proyecto de país en una actividad organizada por el Colectivo Barrial de Parque Chas.
Sentado en ronda, junto a varios vecinos, recalcó que estamos transitando un momento complejo y destacó algunas cuestiones. “La primera”, sostuvo, “es que la política irresponsable del endeudamiento, que puso en marcha el gobierno de Macri, en el marco de un proceso de apertura de la economía de la Nación ha generado una situación compleja que puso a la Argentina al borde de la cesación de pagos. El segundo punto tiene que ver con el cuestionamiento generalizado del sistema político. Los cuadernos más allá que los medios colocan el foco, centralmente, en la experiencia política del gobierno anterior, es muy importante percibir que allí, también, está involucrado Macri, directamente por su propio primo y una escisión del grupo Calcaterra, que se divide en el 2007, cuando Macri se transforma en jefe de gobierno de la ciudad, y dividen las empresas para poder seguir haciendo negocios con el Estado de la ciudad. Las dos empresas principales que pasan a ser parte del grupo Calcaterra eran parte de SOCMA y tenían los principales negocios de la ciudad de Buenos Aires. Acá hay un cuestionamiento del sistema político dominante en el marco de una estrategia que me parece viene comandada desde el norte, y que es darle una nueva fisonomía al sistema político que debe permitir una alternancia conservadora que no discuta lo que está en debate en nuestro pueblo. Otro dato no menor es la modificación por decreto de la legislación de defensa que no autorizaba la participación de las fuerzas armadas en el conflicto interno”.
“Hoy”, continuó, “estamos frente a un gobierno con el que no, sólo no compartimos lo que está haciendo, sino que debe ser ubicado como coronación de un proceso que se abrió en la Argentina con la dictadura militar y se profundizó en los 90, sobre la base de estrategias que tienen impactos desintegradores sobre el lazo social y la realidad territorial”.
Una vez terminado el diagnóstico, Lozano comenzó a explicar cómo el revertir la situación va más allá de solucionar un problema económico. “Y si pretendemos arreglar esto con un plan económico”, sostuvo, “solamente, vamos por mal camino”.
“Para ser preciso”, agregó, “si uno tomara la riqueza que genera la Argentina hoy, es decir, su PBI, y los ingresos anuales que nuestro país produce, y la distribuyera equitativamente, implicaría que cada uno de los que participan en la fuerza laboral del país se llevaría en el bolsillo $52000 mensuales, pero el sueldo promedio de los que trabajan en Argentina, correspondiente al primer semestre del año, fue de $14500. Y, la diferencia entre ambos tipos de sueldo, es la brecha de desigualdad que existe en un país que distribuye mal, o con otra lógica. Por ende, el acuerdo de gobernabilidad que sostuvo a Macri tiene problemas. Todavía hoy, el gobierno no sabe si le van a aprobar o no el presupuesto”.
“La resistencia social y la disputa electoral que complejiza el panorama al gobierno. Si Macri tenía el camino pavimentado después de las elecciones del 2017, hoy está en discusión. Pero depende de la inteligencia de los actores políticos. Y, si somos inteligentes, y capaces de privilegiar estrategias de unidad de acción amplias que nos permitan confrontar con las aristas más represivas del ajuste y, a su vez, también pensar en enhebrarlas en estrategias electorales, podríamos detener en parte el ajuste y, al mismo tiempo, estar en condiciones de que Macri no pueda reelegir”, finalizó.