En el marco del presupuesto 2019, y cómo afectará las Ciencias y Tecnlogía, Gustavo Lahoud, miembro del IPyPP y militante de UP, se acercó a la carpa que CTA-A y ATE habían dispuesto frente al Congreso para apoyar a los compañeros de la Comisión de Energía Atómica, que darían una charla.
Gustavo Lahoud, sostuvo que que “las comisiones de energía atómica han sido creadas hace más de 70 años con la idea de que Argentina pudiese tener independencia en la utilización pacífica de la energía nuclear y encarar un camino de desarrollo autónomo, con la posibilidad de transformarnos en un actor relevante del mundo en materia de transferencia de soberanía nuclear”.
“Uno de los problemas que tenemos con este bestial ajuste”, continúa Lahoud, “es que tanto el sector nuclear como satelital han sido tan perjudicados, se ha frenado un proyecto de la 4ta central nuclear que se iba hacer con tecnología ya conocida por los técnicos argentinos y, además, se congela la posibilidad de un 5to proyecto de central nuclear que se iba a realizar con China, con otra tecnología que nosotros manejamos y que, en este momento, entra en paréntesis porque se intenta generar una situación donde se pretende cerrar algunas empresas del sector nuclear como dioxitec. Este es una productor de un elemento combustible necesario para la generación de materia nuclear para los reactores que es el dióxido de uranio, y, hablando de la tecnología, nuestros 3 reactores nucleares trabaja con agua pesada y uranio natural. En ese sentido también está en peligro”.
Por su parte, Rodolfo Kempf, trabajador de la Comisión de Energía Atómica y coordinador de la mesa nacional de la comisión nacional de ATE, continuó exponiendo que “el presupuesto que afecta a toda el área de ciencia y tecnología está en pesos, lo que dificulta trabajar en cualquier actividad experimental, con insumos que muchas veces son importados, sobre todo después de esta bestial devaluación”.
“En el área nuclear”, prosigue Kempf, “el gobierno, luego de firmar el acuerdo con el FMI decidió cancelar en un acuerdo para comprar una central nuclear con una tecnología que Argentina puede incorporar el 70% de industria nacional. Es un desatino total, todo lo que nuestro país en esta área desde la década del 70 se está tirando por la borda. Hasta que punto que el Centro Atómico Ezeiza y la planta de agua pesada puede quedar a la deriva con un plantel mínimo y con un futuro de despidos para esos trabajadores”.
Es decir, finaliza, “se viola la seguridad de los trabajadores, se pierde la soberanía energética y se le deja a los chinos un negocio para que tengan un show-room de sus centrales nucleares y, con una promesa que se firmaría culminando el G20, para un central que se instalaría en el 2022 y que implica tirar por la borda 60 años de tecnología nuclear en la Argentina, que nosotros desarrollamos. Este es un gobierno que quiere regresar a la Argentina a la década del 30, a un modelo pastoril, que solo exporte productos primarios y los desarrollos tecnológicos queden en la borda”.