Se hacen los sorprendidos por el nuevo sindicato del Flybondi, de su secretario general, mostrando su currículum por haber trabajado para una empresa de Macri.
Y la verdad que esto que ocurre viene sucediendo desde la sanción de la Ley de Asociaciones Sindicales (Ley 23551), el 23 de marzo de 1988, que nació en virtud del consenso logrado entre los dos partidos que eran opositores entre sí, el justicialista y radical –encontrándose éstos últimos en el gobierno, bajo la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín– y desde ese momento se encuentra vigente a la fecha.
El sistema adoptado por esta Ley fomenta la sindicalización por actividad, restringiendo severamente la posibilidad de reconocer Personería Gremial a una asociación sindical de empresa o de categoría, profesión u oficio; siendo el primero de los acuerdos realizados.
Al año siguiente, el segundo acuerdo fue la sanción de la Ley de Obras Sociales (ley 23660) que fortaleció a los sindicatos como entes recaudadores de los aportes de Obra Social, garantizando la continuidad de un negocio que comenzó con Onganía y que luego fue retocado por Menem con la famosa incursión de la medicina prepaga y prestadores y con libre elección al cabo de un periodo, convirtiendo a los sindicatos en recaudadores y contratantes del servicio. Por supuesto, ayudó al deterioro de la Salud Pública como derecho de todos los ciudadanos, a la par de la concentración del Complejo Médico-asistencial privado y los Laboratorios medicinales.
Este modelo sindical permitió que se generaran un montón de engendros, como este de Flybondi, donde se permite un sindicato de empresa, pero al mismo tiempo en un mismo rubro, en una empresa estatal (AA) se permiten más de seis sindicatos por oficio a pesar de que las personerías “deberían” ser por rama de actividad.
Estos conflictos se extienden a la UOM vs SMATA; ATE vs UPCN, con todos los gremios municipales o los por empresa de servicios públicos. Llegando a tener personería en algunos casos por Ministerio o repartición.
Podemos seguir mostrando los debates entre Comercio vs Camioneros o el Sindicato del Subte con la UTA, etc. etc. Y cientos de experiencias que no resolvemos los trabajadores en asamblea y en unidad sino el dedo Poderoso y Partidario del Ministro de Trabajo –ahora rebajado a Secretario- de todos los gobiernos hasta la fecha.
Se otorgaron no pocas personerías dividiendo y parcelando el movimiento obrero. Pero todos declarando que lo hacían en aras de la UNIDAD.
La farsa se expone más cuando se aprueban los convenios internacionales de la OIT, como supra ley a partir de la Reforma Constitucional de 1994, que permitió la declaración de inconstitucionalidad de varios de sus artículos, logrando la aparición de dos centrales nuevas con simple inscripción (CTAA, y CTAT) con posibilidades de fuero sindical, cuota, y derechos sindicales, como producto además de la luchas por la libertad y democracia sindical que recorre la historia de la lucha de clases en Argentina.
Esto es tan claro, que defienden intereses empresariales, que la única voz permanente y resonante de defensa de este MODELO, en el Congreso anual de la OIT,(donde nuestro país ha sido denunciado todos los años y sancionado varias veces); es el representante argentino ante la OIT, no de los trabajadores, sino el de los patrones, el Dr. Funes de Rioja, que exalta el modelo que permite no tener delegados en el 82,4 % de sus empresas de acuerdo a la última publicación oficial del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Hay que terminar con el verso de la personería y liberar las ansias democráticas de los trabajadores. Solamente en dos sectores no ha entrado la el viento, mejor dicho, ni siquiera la brisa de la democratización desde 1984, que son donde se genera la riqueza (las empresas) y en la fuerzas de seguridad y militares.
Dos lugares claves en lo que ocurrió lamentablemente durante la dictadura genocida padecida por nuestra comunidad.
Cuando hablan de que lo hacen para defender la unidad de los trabajadores, cosa que sería risueña si no se tornara dramática: Por ejemplo, se permite que el secretario general de un sindicato de trabajadores pueda ser un empresario. (Aunque usted no lo crea…!).
Hoy hay por lo menos siete grupos o corrientes sindicales, tres Centrales con Personería u Inscripción Gremial, y cientos que no están en ninguno.
Aquí al ladito nomás… en el Uruguay, se cumple con el principio de su Constitución que también figura en la nuestra. Es solamente un trámite administrativo de información y registro, no puede intervenir el Gobierno en la vida interna de lo que decidimos los trabajadores.
¿Saben cuántas Centrales hay? UNA SOLA.
Si nos sacan la pata de encima, los acuerdos empresariales y el poder de control desde el Estado, no tengo duda que los trabajadores tendemos democráticamente a la UNIDAD.
Por supuesto, se acabarían muchos negociados que son la razón de la precarización, el desempleo y la explotación cada vez más grave y mortal, en un país en el que está todo por hacerse como el nuestro; y donde el Trabajo y la Educación son las herramientas de la liberación y seguridad de nuestro pueblo.
*Fundador de la CTA. Diputado Nacional (MC) por Unidad Popular. Dirigente de UP