En nombre de la Mesa Nacional de Unidad Popular, el dirigente Claudio Lozano recibió a los delegados del Puerto de Buenos Aires enrolados en la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA) que conduce Juan Carlos Schmidt.
Durante el encuentro, los trabajadores denunciaron la maniobra gubernamental dirigida (vía modificación irregular del pliego licitatorio) a achicar y transferir el control del puerto de Buenos Aires, pasando por alto los estudios que la propia intervención del puerto realizara.
El decreto licitatorio pretende reducir las terminales hoy existentes de tres a una, y además busca concesionar la única que quedaría a una sola empresa extranjera por 50 años.
El achicamiento va de la mano del intento de correr el puerto al norte ganándole tierras al río, sacando tierras al Paseo del Bajo, para impulsar un megaproyecto inmobiliario con valores de hasta 10.000 dólares el metro cuadrado. A la vez, la única terminal que quedaría sería monopolizada por cincuenta años por una empresa con sede en Singapur.
Estas dos cuestiones quedan vinculadas por la presencia del amigo del alma del Presidente de la Nación, Nicky Caputo quien fuera designado Cónsul casualmente en Singapur y que junto a Calcaterra (primo del Presidente) estaría en disposición de llevar adelante el emprendimiento inmobiliario. Así las cosas y en nombre de los negocios de la familia y los amigos de Mauricio Macri, se cometen todo tipo de irregularidades como el hecho de no tomar en cuenta los estudios que sugerían la necesidad de no reducir las terminales a una sola, modificar el pliego licitatorio, no realizar los estudios de impacto ambiental y, como si fuera poco, pretender realizar una concesión por 50 años de nuestro Comercio Exterior con una licitación a realizarse en los primeros días de octubre y con entrega al ganador días antes del cambio de gobierno.
Pretenden transferir por 50 años el puerto días antes de que asuma el próximo gobierno. Un verdadero despropósito: conceder 50 años por decreto y antes de que asuma una nueva gestión.
Lozano respaldó a los trabajadores y comprometió el apoyo de Unidad Popular en la construcción de un espacio Multisectorial y plural en términos políticos para impedir que se consume una licitación absolutamente trucha.
Para el dirigente de UP,“no se puede permitir que una vez más se subordine al negocio inmobiliario una actividad como la del Comercio Exterior que es determinante para los costos de la producción local. Es absurdo tanto desde el punto de vista técnico como desde el económico, concentrar en una sola empresa extranjera el manejo de las operaciones portuarias. El negocio inmobiliario no puede subordinar la producción y el empleo”.