Tras su paso por Córdoba, el economista se refirió al modelo macrista y al plan de desarrollo que debe implementar el país tras este nuevo ciclo de endeudamiento.
Por Facundo Piai
El discurso que el presidente brindó luego de haber perdido la elección, en donde recriminó al pueblo la falta de apoyo en las urnas, explica la devaluación del peso respecto a la divisa norteamericana del 12 de agosto, puesto que responde más a un escarmiento que a motivos económicos reales, advierte el economista.
Recordemos que aquel lunes negro la divisa norteamericana pasó de $46 a $65, cuando el Central no usó las herramientas que dispone para anclar al tipo de cambio. En este sentido, Lozano señala que hay un aspecto poco mencionado que tiene que ver con el saldo comercial externo de más de u$s13 mil millones que se explica por la caída de las importaciones, consecuencia de la recesión económica.
En efecto, había condiciones económicas para que el tipo de cambio se mantenga en la banda cambiaria en la que estaba, y de este modo evitar el impacto que tendrá en los precios, lo que supone mayor deterioro del poder adquisitivo de los ingresos de la población y la depresión del mercado interno. “Esto está convalidando una tasa de interés mayor todavía de la que existía, con lo cual profundiza la recesión, el desempleo, la pobreza y el hambre. Así que fue un escarmiento”, reflexionó. Del mismo modo que la definición de default que supone el “reperfilamiento” debe interpretarse “en el marco de una estrategia de condicionamiento al futuro gobierno”.
Sería «raro» que el Fondo no haga el desembolso de u$s 5400
Al consultarle sobre el desembolso de u$s5.400 previsto para este mes en el acuerdo con el FMI, puesto en duda por la constante improvisación económica del gobierno y el default, el ex diputado sostiene que, siguiendo una lógica estrictamente técnica y económica, el Fondo no debería desembolsarlos dado que Argentina hizo caer el acuerdo. Sin embargo, el acuerdo con el organismo multilateral respondió a una “estrategia geopolítica del gobierno norteamericano para sostener a Macri como aliado en la región”. De modo tal que para nuestro entrevistado sería “raro” que el Fondo no haga el desembolso. Y en caso de que no lo hiciera, “las cosas se van a complicar aún más, de cara a octubre”, puesto que se requerirían políticas “más férreas” para evitar una corrida cambiaria, “que solo pueden implementar gobiernos con poder político, que este gobierno no tiene”.
“El acuerdo con el organismo multilateral respondió a una estrategia geopolítica del gobierno norteamericano para sostener a Macri como aliado en la región”.
-La desregulación y liberalización de capitales, más la creación de diferentes instrumentos bursátiles con altos retornos incentivaron durante el gobierno de Macri la búsqueda de renta financiera en detrimento de la inversión del capital más clásica. ¿Qué deberá hacer el próximo gobierno para poner la economía en la senda de la producción y el trabajo?
-El próximo gobierno recibirá un país paralizado, con mucha capacidad ociosa. Las empresas estarán operando al 20, 30 o 50 por ciento, en el mejor de los casos. Con lo cual estará abierta la posibilidad de crecer sin inversión. Argentina estaría en condiciones de duplicar su riqueza, simplemente, dinamizando la actividad económica de las empresas ya existentes. Argentina tiene condiciones para salir, para el primer envión, lo que tiene que estar claro es que debemos replantear el perfil productivo del país, porque el actual tiene un cuello de botella en divisas muy importante. Tiene que poner el norte en el equilibrio entre calidad, precio y salarios de servicios básicos, incluido el acceso a la salud y vivienda. Otro objetivo debe ser el ahorro de divisas fortaleciendo la política de sustitución de importaciones. La otra prioridad debería ser el desarrollo de las economías regionales y la cuarta la incorporación de ciencia y tecnología. Esto requiere un planteo de renegociación de la deuda. Argentina debiera suspender pagos en el marco de una auditoría parlamentaria de la deuda que implique debatir las condiciones de legitimidad.
-¿Existen antecedentes jurídicos de lo que proponés?
-Está el antecedente de Ecuador, que hizo una auditoría de la deuda, y resolvió el problema del endeudamiento sin inconveniente. Hay antecedentes de la aplicación de jurisprudencia sobre deuda odiosa en el caso de Irak, en donde Estados Unidos le condonó la deuda por ser tomada en contexto dictatorial. Si se pone sobre la mesa la lista de los bancos que han colocado la deuda argentina, por otro lado, la lista de los funcionarios que intervinieron del ministerio de economía, del Banco Central, de la Secretaría de Hacienda y demás, vemos cuáles son los vínculos que los unen en la historia reciente; y al mismo tiempo la lista de quienes fugaron divisas y las coincidencias que existen en este punto permiten: por un lado responsabilidades penales, en algunos casos van a permitir la anulación del endeudamiento por el incumplimiento de normas elementales que existen para endeudar al Estado y que no se han cumplido, y en otros casos va a servir para que, en todo caso, la deuda que haya que pagar recaiga sobre quienes hicieron de ese proceso un importante negocio.
“Macri no tenía facultades para hacer el acuerdo sin pasar por el Congreso. Y por otro lado, el FMI prestó violando su propio estatuto, una y otra vez”.
En ese marco, el acuerdo con el Fondo es muy flojo de papeles, no existen los actos administrativos elementales en donde conste el acuerdo de la Argentina con el Fondo. Además, Macri no tenía facultades para hacer el acuerdo sin pasar por el Congreso. Y por otro lado, el FMI prestó violando su propio estatuto, una y otra vez. Porque el estatuto dice claramente que no se puede prestar a países en situación de fuga de capitales y Argentina fue el paradigma de la fuga. De los 44 mil millones que puso el Fondo, hasta hoy, se fueron 37 mil. Por tanto, este elemento también nos permitiría reclamar en el seno de la ONU auditoría por un crédito absolutamente irregular, que tuvo oposición interna dentro del Fondo, en donde, además, el FMI puso una parte muy importante de su cartera. Es un crédito muy irregular en su características, porque este organismo debió pedirle a la Argentina que reestructure la deuda en el momento del default (2018) y no permitir tener una situación de default encubierta que nos tuvo en una agonía permanente desde comienzo del año pasado hasta acá. De este modo, elementos para conformar una bicameral parlamentaria que audite la deuda pública es lo que el país debió haber hecho desde el comienzo de la etapa democrática, que no lo hizo. Se ha instalado la frase que dice que “las deudas se pagan”, cosa que es correcta, pero las estafas no. Y dirimir si una deuda es legítima o no lo es, es decir si hablamos de una deuda o una estafa, requiere de una investigación. Hay que hacerla y debe ser la que arroje los elementos que nos permitan negociar en mejores condiciones.
Fuente: www.lmdiario.com.ar