Claudio Lozano sostuvo que “un año después Vicentín no presentó un balance, presentó «UNA TRUCHADA.
El propio Auditor que la firma debió contratar ante la renuncia de la Consultora que estaba a cargo de la Auditoría (ya que KPMG renunció a explicar lo inexplicable), dice: » …no estamos en condiciones de expresar una opinión de auditoría sobre los estados de resultados, de evolución del patrimonio neto y del flujo de efectivo de Vicentín SAIC correspondientes al ejercicio económico terminado el 31 de Octubre de 2019.En consecuencia, no expresamos una opinión sobre dichos estados contables.
El propio Auditor contratado no estuvo dispuesto a validar la estafa.»