Conourbano: Cuenco de expresiones de la Cultura Indeiberoafroamericana
Por Víctor De Gennaro*
Nuestra experiencia política como instrumento electoral fundado en el 2013, abrevó en varias experiencias culturales y políticas. Entre ellas la construcción de la CTA y luego el camino hacia una Constituyente Social en la Argentina
Primero fue un grito, el Grito de Burzaco del que estamos por cumplir 30 años, después el Encuentro de Rosario, convocando al Congreso de los trabajadores a Parque Sarmiento.
Recorrimos las distintas regiones y provincia protagonizando el Jujeñazo, Santiagueñazo, Chubutazo, o Riojanazo. Todos los “Azos”, que culminaron en esa Marcha Federal (1994) que llenó Plaza de Mayo para mostrar que queríamos ser una Nación.
Pero no fuimos “Central”, hasta 1996, donde se produjeron dos hechos fundantes. Primero la respuesta popular en el veinte aniversario del golpe genocida del ‘76, y el Paro Nacional con movilización del 8 de agosto del mismo año.
El conmemorar el XX Aniversario, era un desafío, pues se recuperaron las instituciones y sin embargo se habían sancionado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y como último el cachetazo, el Indulto. Menem había sido reelecto por el voto popular, y era inaprensible que se expresara claramente que no hay ni olvido ni perdón, y nos lanzamos a llenar las calles de nuestra patria por Memoria Verdad y Justicia, convocatoria parida en la reciente sede de nuestro CTA (Independencia 766).
No se podía pensar en una política de emancipación para el país sin una condena clara al genocidio y sus responsables. Y lo hicimos ese 24 de Marzo para no confundirnos más.
También por esa época, y aquí está presente uno de los productos de la cultura del conurbano, que ese año presentaba en la Trastienda “el Culebrón Timbal”, surgido de la experiencia de la Promotora Cultural de Cuartel V en Moreno, dirigido por Eduardo Balan, que a través del Rock, e historietas, dibujó no solo la historia de “Tortita negra” si no que presentó ese recorrido por el conurbano que nos alumbró para los próximos pasos.
Cuando la CGT lanzó su paro dominguero, el MTA hacia una Olla Popular frente al Congreso de la Nación, nosotros comenzamos a las diez de la mañana en Morón, seguimos en caravana hasta el mediodía en Matanza, luego hasta Avellaneda a la tarde y desde allí no acompañaron a pie, saliendo a la calle miles y miles hasta llegar a Quilmes donde el Padre Farinello nos bendecía las manos de trabajadores.
Ese día nos convertimos en Central de Trabajadores de la Argentina como proclamaríamos después en el Luna Park, un Luna colmado, anclando en lo más hondo de la luchas de nuestra Clase.
Coronamos toda esa década de resistencia siendo parte de nuestro pueblo, que iba en el 2000 y en el 2001 a tirar abajo todo el andamiaje del supuesto fin de la historia y del fin de la lucha de las ideologías que proclamaban capitalismo y unipolaridad para todo el planeta.
Estallaba el 19 y 20 de diciembre en nuestra patria y el fin de aquella ideología impuesta por el genocidio, después de una año recorrido las luchas plasmadas en la experiencia del FRENAPO consolidandonos frente a la alternativa impuesta “dolarización o devaluación” , amanecía en las calles y ratificada en una Consulta popular con más de 3.000.000 de votos el camino de la Distribución del Ingreso.
Ese año comenzaba en Porto Alegre, donde nos dimos cita miles de resistentes del mundo para gritar que otro mundo era posible abriendo paso a las experiencias de los gobiernos progresistas de la primera década del siglo XXI.
Pudimos ser parte de las experiencias que en nuestro país encabezó el gobierno de Néstor Kirchner no sólo incorporamos compañeros a su administración, crecimos en representación legislativa, y protagonizamos esa epopeya de expulsar a Bush y rechazar el ALCA en Mar del Plata.
Sentíamos que no alcanzaba con esa fuerza popular para transformar el sistema, y solo administrar el Estado. Y allí volvimos a lanzarnos a la propuesta de profundizar el poder de nuestra gente.
Volvimos a recorrer nuestro país, (2006-2008) planteando la necesidad de organizar conscientemente el camino hacia una Constituyente Social que nos permitiera aunar todos los esfuerzos para proyectar una nueva etapa de nación.
Después de dos años de trabajo la presencia de miles militantes de todo la Patria en Jujuy fue mostrarnos la voluntad de construir ese poder.
Y en Neuquén al año siguiente debatimos y aprobamos un programa entre más de 900 organizaciones participantes y miles de compañeres que aprobamos esas cuatro campañas nacionales en el estadio RUCA CHE repleto de esperanza.
Allí resolvimos convocar en cada distrito a asambleas territoriales para avanzar en la realización de la Gran Asamblea Popular y Plurinacional.
Comenzamos el trabajo en un marco difícil, pues no fracturamos una de las organizaciones, sino la organización madre de esta experiencia: La CTA.
Fuimos a los encuentros territoriales y solo pudimos concretarlos en Quilmes y Río IV, o el Barrio de Ludueña en Rosario. No alcanza para Gobernar la sola administración del Estado, se necesita también el gobierno del territorio y allí experimentamos nuestras mayores debilidades.
Mucho más cuando a pesar de que se sumaba a la experiencia oficialista del Kichnerismo la aparición del Frente Amplio Progresista encabezado por Hermes Binner con 17 % de intención de voto, convirtiéndolo en la potencialidad de una nueva relación de fuerzas en la Argentina.
Fuimos bendecidos por el voto popular (2011) y llegamos a tener cinco diputados nacionales, como segunda fuerza nacional comenzamos a transitar el camino de la construcción de un Partido Nacional que nos contenga.
Fuimos parte del fortalecimiento de las luchas contra las leyes Antiterroristas, los ajuste en defensas de las transnacionales que constituyeron diferencias con los gobiernos y que en nuestra Patria a partir del 20 de noviembre del 2012 fecha en que se realizó el primer Paro Nacional contra el Gobierno surgido en 2003, (nueve años después), mostraba las contradicciones no resueltas en el campo popular.
En 2013 logramos en el marco del congreso realizado en el Microestadio de Lanús, con miles de compañeres, fundar nuestro Instrumento Electoral por la Unidad Popular.
Lamentablemente se diluía la alianza del FAP y se retornaba hacia la UCR, y fue el inicio hacia el acuerdo definitivo de esa fuerza con el PRO. Por su puesto no acompañamos ninguna de esas medidas.
Esas confrontaciones, errores y la subestimación del poder que recuperaba su iniciativa en toda la región, permitieron la instalación de Macri como Gobierno en el 2015 por el voto popular.
A partir de allí tuvimos que asumir una vez más la resistencia, con una diferencia a los 90: Ahora sabíamos que la Historia no ha terminado.
Siento orgullo de ser de ATE y CTA pues el 24 de febrero del 2016 nuestros compañeros con «Cachorro» Godoy y Ricardo Peidro a la cabeza estuvimos marchando hacia la Plaza de Mayo para gritar que no estaba dicha la última palabra.
Creyeron que venían para quedarse y mucho más después de los resultados electorales del 2017, pero a pocos días cuando trataron de imponer la reforma fiscal, las calles de nuestras ciudades y sobre todo frente al Congreso de la Nación fueron colmadas de compañeros movilizados, volvimos a demostrar que comenzaba el tiempo de descuento de la experiencia macrista.
Estábamos buscando la oportunidad y la tenemos gracias al aluvión de votos de nuestro pueblo expresado en el 14 de Agosto de 2019 y ratificado en octubre.
Ser parte de una Latinoamérica que empezaba manifestarse triunfante y a atemorizar al amo yanqui, tanto que aceleró el golpe en Bolivia para impedir la posibilidad del triangulo México-Bolivia y Argentina preanunciado en el viaje de Alberto en el encuentro con López Obrador después del triunfo en las PASO.
Comenzamos a vivir esa oportunidad y abordando el crecimiento en ese territorio, cuando nos sobrevino la pandemia.
Estábamos tratando organizar, administrar y gobernar esa fuerza, esa oportunidad. Tratando de conocer esa fuerza popular pues nadie ama lo que no conoce, y como dicen los abuelos del Pueblo Huarpe, nadie defiende lo que no ama.
Decidimos meternos en el barro de ese territorio, o mejor dicho ir a buscar la arcilla para construir la Mujer Nueva o el Varón Nuevo.
El territorio del Gran Buenos Aires que nos convoca, a no dudarlo es la expresión más acabada de una cultura Indoiberoafroamericana.
El Conurbano, es el lugar donde viven más santiagueños fuera de su provincia, de correntinos, o también de paraguayos, bolivianos y uruguayos. Es el lugar donde residen más personas que se reconocen como originarios y en los últimos años donde residen más afrodescendientes.
También es el lugar donde está la mayor producción del PBI, y concentración de los grandes poderes económicos, como así también la mayor cantidad de efectivos de la Gendarmería, Prefectura, o de las fuerzas policiales con que han saturado nuestro barrios.
Es cierto que la pandemia nos metió para adentro, y estamos masticando bronca, e impotencia, por eso es tan importante este plenario porque para encontrarnos con nuestra esperanza y posibilidad, nos tiró para atrás la pandemia, recordemos estábamos organizando la gran marcha del 24 de marzo, y hubo que suspender, y con ella todas las iniciativas de ofensiva acordes con el mandato de nuestro pueblo.
Pero fue bueno que el pueblo cambiara el gobierno, y pusiera de Presidente a Alberto Fernández, que rápidamente eligió la solidaridad y la vida ante el negocio y la muerte.
Hoy seguimos con angustia contando nuestros muertos, pero sabemos que estamos mejor por haber optado por una política distinta a la que hasta anuló el Ministerio de Salud, que reconstruye todas sus áreas y fortalece el equipo de los trabajadores de salud, verdadera vanguardia en esta lucha.
Eso es claramente mejor pero por supuestos no alcanza.
Con la venida de la pandemia también creció el hambre, la precarización laboral, la desocupación, las carencias de los barrios vulnerables de servicios públicos o de conectividad en suma de una sociedad absolutamente desigual, que debe ser cambiada.
Pero la pandemia permite a la vez Reflexionar.
Es bueno formar parte de una unidad del frente de todos que nos dio el instrumento para el triunfo popular, abriendo la esperanza a una realidad diferente que hay que construir.
Y con todas las contradicciones debemos reflexionar nuestras fortalezas y nuestras debilidades, necesitamos conocer nuestros errores, limitaciones y potencialidades para que no vuelvan los que hundieron el país.
Claro que estamos en un Frente con diferentes fuerzas y las hegemónicas tratan de hacernos sentir que estamos en los márgenes, en los límites de esa “legalidad”. Vaya si lo hacen.
Pero compañeras y compañeros así como en el Frente Electoral podemos estar entre el grupo de partidos minoritarios con respecto al FdT, en el Campo Popular estamos en el centro. Tenemos historia, propuestas, protagonismo para poner al servicio de la unidad popular la construcción de este instrumento electoral.
Claro que es un desafío, mantener en este conglomerado de fuerza la orientación con tantas miradas diferentes. Que las hay por ejemplo con lo que aconteció en Guernica, donde nosotros defendemos que debe haber diálogo y trabajo organizado para resolver los problemas de la gente y no apelar a la represión con el aparato del Estado al servicio de un juez claudicante que no nos representa y delegarle la solución de nuestro problemas.
Es a nuestro pueblo, nuestra gente que hay que ir a buscar para resolver la situación, por eso hoy estamos abriendo a la participación del colectivo.
Estamos en el centro de ese debate popular.
En algún momento de confrontaciones discutíamos hasta si era el Estado o el Poder Popular el sujeto de la transformación. Quizás debemos cambiar el “O” por el “Y” entonces no sería el estado o el pueblo, sino es el pueblo y el estado, todo junto y al mismo tiempo.
Ha llegado la hora, inclusive para nosotros, y para mí en particular, que creí desde las tripas en la centralidad de la Clase Trabajadora, como única garantía para la transformación, que hoy comprendo que no alcanza. No es la centralidad de los trabajadores o de algún otro sector de la comunidad por más importante que sea el que garantiza la transformación.
Es y, y, y…
Es con el aluvión de la Marea Verde de nuestras mujeres que son vanguardia en una lucha contra el patriarcado que nos somete.
Es con les jóvenes y sus luchas por el futuro de la ecología y la tecnología que enfrentan, y con la maravillosa lucha de nuestros pueblos originarios que nos ayudan a enraizarnos en nuestro Planeta para construir una verdadera Humanidad.
Estamos en esa perspectiva para construir.
No alcanza con les trabajadores solos, necesitamos al conjunto y hay que ir a buscarlos allí donde están: En el Territorio.
Nosotros tenemos el privilegio de habitar el conurbano. Allí tenemos que alumbrar, siendo parte de un proceso colectivo de UP que continuará con las asambleas y plenarios en La Plata, Berisso, La Costa, el centro de Buenos Aires y se extenderá por Santa Fe, Misiones, Salta hasta culminar en Marzo, ojalá ya “vacunados”, saliendo a las calles y disfrutando el sol, y abrazarnos movilizados.
Pero aprovechemos este tiempo de reflexión, de cuidado, para profundizar el debate ideológico, político, que necesitamos para definir una estrategia de poder que está en discusión.
Permítanme decir, (y se me nota) que estoy emocionado y alegre, porque además de verlos, y a pesar de no abrazarlos, tengo la alegría íntima de saber que estamos poniéndonos de pie, abriendo un cauce para construir la esperanza y transformarla en poder. Es claro que podemos ilusionarnos y en un momento de avance popular, y para muestra basta un botón, o mejor dos.
Nos han regalado en estos últimos días, frente a los que dicen que no se puede dos ejemplos claros. El primero el pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia demostrando con toda su energía que sigue creyendo que hay una revolución en marcha. Y además el último domingo los hermanos en Chile dijeron Basta a Pinochet, y ponen proa, con dificultades o contradicciones a un debate superior hacia una nueva sociedad.
Seamos capaces de estar a la altura de nuestro pueblo.
Pensar y saber que no es solamente hacia arriba donde se construye la fuerza colectiva, fundamentalmente el poder popular hay que forjarlo con presencia en el conurbano siendo capaces de disputar ese territorio y por supuesto el más importante el territorio de las conciencias.
No está solo en juego el territorio que debemos defender del saqueo transnacional que se lleva nuestras riquezas mineras, ictícolas, acuíferas, petroleras o agropecuarias, sino también el territorio de nuestra conciencia para construir una experiencia de liberación plurinacional y social.
Hacia allí vamos y el Instrumento Electoral está al servicio del pueblo, porque no somos ni un partido de “vanguardias” ni un partido solamente “electoralero” nacimos como un Instrumento Electoral por y para el servicio de la Unidad Popular.
Conozco mucho nuestro país y tuve el privilegio de transitarlo muchas veces en las luchas populares y no temo decir con seguridad que hoy tenemos más, muchísimo más entramado social y territorial que en el 2001. Está a la luz de quien lo quiere ver.
La dificultad existe y es la enorme la dispersión política ante la falta de estrategia que nos haga sentir y alumbre de que se puede ser feliz en una tierra que lo tiene todo, y que a pesar de que está hecha de “pan” mantiene la inmoralidad del Hambre.
Apostemos a lograr cambiar esa situación y encaminarnos a gobernar el territorio para gobernar la Argentina.
Muchas Gracias.
Discurso de apertura del Plenario de Militantes del Conourbano Bonaerense realizado el 31 de octubre de 2020
*Fundador de la CTA. Vicepresidente de la Comisión Provincial por la Memoria. Presidente del Congreso Nacional de Unidad Popular