«El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos” (EZLN, 01/01/1996)
Breve reflexiones sobre democracia a 19 años del dramático diciembre de 2001 a partir de nuestras prácticas sociocomunitarias en el territorio del noroeste rosarino:
El concepto democracia nos sugiere la participación, el poder, el deseo y la opinión del pueblo a la hora de buscar resolver los problemas de la cotidianidad de la sociedad. Entonces encontramos, sin duda alguna, que el trabajo sociocomunitario es una expresión muy democrática de sectores postergados por quienes sistemáticamente atentan contra, justamente, la democracia.
La construcción de la red de comunidades de base con la que contamos en Ludueña comenzó principalmente en el año 1968, con la llegada del Sacerdote Saleciano Edgardo Montaldo. Al pasar los años fue tomando mayor fuerza, con importante participación de muches vecines. Posteriormente se sumó Claudio “Pocho” Lepratti, quien nos trajo al barrio la idea de una militancia que buscase “un mundo donde quepan todos los mundos”, esa hermosa e inspiradora frase zapatista que busca la participación de todes para lograr construcciones democráticas y colectivas para alcanzar la dignidad
Desde el trágico diciembre de 2001, donde los poderes antidemocráticos volvieron a mostrar también sus ansias de represión y dominación, nos acompaña la consigna “la justicia la hacemos entre todos”, en memoria a les asesinades durante el 19 y 20 de ese mes.
Creo que es necesario pensar y actuar con la premisa de que también la democracia la construimos entre todes. No estoy descubriendo nada nuevo, pero permítanme contribuir a la idea de fomentar siempre la participación ciudadana en la construcción de una sociedad más justa. Se trata de enfrentar a la idea del capitalismo de emprender, o seguir emprendiendo, la retirada de los espacios de socialización como clubes de barrio, centros comunitarios, por ejemplo, hacia el mundo de la sociedad de consumo como aparentemente parte importante de la realización personal.
En ese contexto y con el escenario de las estructuras partidarias tradicionales como el PJ, la UCR, el PS, el PRO y otras, que sólo giran alrededor del asistencialismo (en el mejor de los casos), se despliegan en todo el territorio una gran cantidad de políticas orientadas a administrar la pobreza sin cambiar la matriz que la genera.
Por eso, para la necesaria transformación hace falta profundizar aún más la participación de nuestro pueblo y su poder de decisión. Dejar de delegar y ser protagonistas de una transformación social hacia un futuro con mayor justicia, soberanía y dignidad es un desafío que, doy fe, muches compañeres desde nuestro territorio también están encarando.
Matías «Canario» Marangoni
Unidad Popular Rosario
Vicepresidente del Club Social y Deportivo Padre Montaldo