Por Víctor De Gennaro*
Mi mamá, hija de trabajadores asturianos, sentenciaba: “Cuidate nene, que prevenir es mejor que curar”.
Sí hay que cuidarse frente al colapso de la Salud que todos anuncian, gritan y apenas escuchan. Sí, nosotros debemos cuidarnos y también los poderes institucionales (Ejecutivos, Legislativos y Judicial) y los gobiernos (Nacional, Provinciales y Municipales) deben actuar con firmeza y celeridad, atentos a la segunda ola de COVID-19 que está provocando un crecimiento exponencial de los casos de contagio y muertos en nuestro país y en el mundo entero.
El problema no es solo falta de materiales: Respiradores, camas en las terapias, vacunas que no llegan o no alcanzan. Si bien eso es parte de la verdad, lo más importante y fundamental es que falta Equipo de Salud, que no se compra en el mercado ni se inventa de la noche a la mañana.
O sea, vuelven a ser imprescindibles las personas que trabajan, en este caso, en cualquier Área de Salud.
En eso hay que invertir: Claro, hay que hacerlo planificadamente, porque requiere Educación, Formación Profesional y Ética de los Equipos de Salud.
No se puede delegar más en los empresarios del complejo médico- asistencial y los laboratorios medicinales privados que hacen un negocio de un Derecho Humano Básico y Universal: El Derecho a la Salud.
No es tiempo de poner paños fríos. Hay que modificar los valores culturales del sálvese quien pueda por construir una comunidad solidaria, colaborativa.
Elijan el mejor ejemplo de cualquier idolología: Islandia, Cuba, Canadá, Suecia, China u otra de las que han caminado hacia la socialización de la medicina.
Cualquiera de ellas prioriza la Atención Primaria de la Salud que requiere mano de obra intensiva.
Inclusive, estamos hablando de producir más de 500.000, sí más de 500.000 puestos de trabajo genuino en los próximos dos años, con lo que significa de aporte a la solución del nivel de desocupación existente en nuestra Patria.
Médicxs, enfermerxs, científicxs, profesionales, auxiliares de la Salud de mantenimiento técnico o limpieza, que hay que formar ya y coordinar para resolver los problemas de nuestra gente hoy y en el futuro que nos depara una lucha titánica contra ésta u otras enfermedades.
Alguna vez pudimos y los ejemplos del Dr. Ramón Carrillo o el Dr. Arturo Oñativia, marcan a fuego el camino a transitar.
Este sistema basado en el lucro sanitario NO puede asegurar la reproducción de la especie humana dignamente a pesar del adelanto científico-técnico.
El conocimiento que desarrollamos en miles y miles de años es patrimonio de todos y no propiedad privada de unos pocos.
Hay que concretar un Sistema Nacional Integrado de Salud. Y hay que hacerlo ya.
*Presidente del Congreso Nacional de Unidad Popular