Juan “Chito” Pasaman es trabajador del Estado del Hospital Madariaga de Misiones, de profesión bioquímico y referente de Unidad Popular. Cuenta con sumo detalle cómo viene desarrollándose el trabajo político de cara al próximo 6 de junio, cuando se llevarán a cabo en su provincia las elecciones legislativas. El Frente que integra Instrumento Electoral para la Unidad Popular disputará cargos a diputados provinciales (titulares y suplentes), concejales en 12 municipios y defensor del pueblo en un municipio.
El dirigente de la ciudad de Posadas analiza la realidad provincial “como excepcional” ya que el 80% del límite geográfico es fronterizo con Brasil y Paraguay, y gran parte de los misioneros antes de la pandemia iba a esos países para hacer rendir sus salarios, debido a que los productos allí son más económicos. “En estos tiempos, con el cierre total de las fronteras, todos esos recursos quedan en Misiones”, afirma el actual Presidente de la Unidad Popular en la provincia.
Misiones depende en gran parte de la coparticipación, pero “a partir del cierre fronterizo se cuadruplicaron los ingresos provinciales”. Pasaman refiere a lo atípico de la situación porque “es de un relativo bienestar sólo para algunos sectores del comercio y de la industria local que se favorecieron con esta medida y fueron recuperando poder de producción y de venta”.
Con años de recorrido militante, Chito afirma que “un problema importante en Misiones es que el Frente Renovador de la Concordia gobierna los destinos de la provincia desde el año 2003, con predominio en 75 de los 76 municipios y con mayoría en la cámara de diputados”.
“En ese marco enfrentamos esta situación y sin quedarnos cruzados de brazos pudimos ser la primera fuerza provincial en las últimas elecciones nacionales, cuando adherimos al Frente de Todos para vencer a Macri. Resultado electoral con el que incorporamos dos diputados nacionales al congreso, venciendo a las fuerzas de Cambiemos, que incorporó uno, y a la Renovación de la Concordia que puso el restante”, explica.
Ante ese panorama, analiza que “los triunfos electorales sobre los sectores dominantes siempre son importantes pero no alcanzan para modificar realidades si quedan sólo como expresión de lo electoral. Afrontar esos límites nos llevó a reconstruirnos para mantener la representación legislativa en varios municipios de la provincia además de la legislatura. Está más consolidado porque su militancia debate en esta coyuntura cuál es su lugar en la sociedad”.
El Frente Encuentro Popular Agrario y Social para la Victoria tiene hoy más fuerzas políticas que en todo el proceso de construcción iniciado en el año 2013. Está integrado por ocho organizaciones, entre ellas el Partido Agrario y Social; el Encuentro por la Democracia y la Equidad; el Partido de la Victoria; Instrumento Electoral Por la Unidad Popular; Partido Socialista; Partido del Trabajo y el Pueblo; Partido Solidario y Vanguardia Popular.
- ¿Cuál es el aporte de Unidad Popular a este Frente y qué diferencias observás de la última campaña electoral a este presente tan excepcional de la realidad misionera?
El rol de nuestra fuerza en el Frente fue la de intentar cambiar el criterio político, a diferencia de la elección pasada en la que la estrategia había sido convocar a la sociedad a que nos vote. Estamos trabajando fuertemente en los barrios con las condiciones que nos impone este contexto, intentando articular con los restantes sublemas del Frente para que las elecciones sean transparentes y podamos controlar las mesas.
En Misiones está en vigencia la ley de lemas. Tenemos expectativas en las ciudades de Oberá, San Vicente y en Posadas. Vemos con mucha expectativa la elección de los cargos para la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Oberá, donde la compañera Liliana Muller encabeza la lista. Además llevamos de candidato a concejal al compañero Atiano Masoneves, docente de escuela media y referente de ATE en San Vicente, y a la compañera Mónica Gurina, referente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTEM) y ATE, en la lista de concejales en alianza con el Partido del Trabajo y del Pueblo en Posadas.
- ¿Cuándo fue la primera vez que se presentaron a elecciones?
La primera vez que participamos fue en el año 2013. UNEN en Neuquén y Buenos Aires para Todos en CABA nos dieron un empuje importante para participar en la vida política de Misiones. Nuestra fuerza electoral se llamaba Encuentro de Todos. Pero cuando nacionalmente se resuelve, por la modificación de la ley electoral, que no se podían formar confederaciones sino que era necesario desarrollar un partido que tenga la misma denominación y las mismas bases políticas en todo el país, es cuándo nos transformamos en Instrumento Electoral por la Unidad Popular. Esta experiencia la pusimos en práctica solos en el año 2015.
En el 2017 hicimos una alianza con los compañeros del PTP, decidiendo construir el Frente Popular. Sostuvimos este frente en las elecciones provinciales y en el 2019 fuimos parte del Frente de Todos en las elecciones nacionales. Esta articulación se amplía, pero no es sencillo en una provincia donde hay un gobierno que se sostiene durante tantos años y tiene coptada gran parte de las instituciones y gran parte de las representaciones electorales que hay. Obviamente que la ley de lemas es lo que les permite sostenerse.
- ¿Quiénes compiten en estas elecciones?
Los tres frentes que tienen representación parlamentaria y cuatro partidos más que no tienen representación parlamentaria. Algunas de estas nuevas experiencias electorales se vinculan claramente con la derecha. Todo en un contexto donde están vedadas las presentaciones en público, sin actos ni encuentros, lo que dificulta mostrar nuestra propuesta y nuestros candidatos de cara a nuestro pueblo en los lugares habituales.
- ¿Cuáles son los ejes de la campaña electoral?
Desde el momento que nos presentamos por primera vez y sobre todo en alianza con el PTP, el tema central sigue siendo la generación de puestos de trabajo, que se relaciona con el acceso a la educación y a la salud para los sectores con alta tasa de desocupación, por un lado, y de pobreza e indigencia, por otro.
Para lograr estos objetivos que venimos sosteniendo desde hace años es muy importante consolidar este amplio espacio, ganar lugares en el Estado, en la legislatura provincial, en los municipios y en los distintos ámbitos de participación y de decisión, de manera equitativa. Exigimos la incorporación de las compañeras en todos los ámbitos en pie de igualdad y la definitiva eliminación del femicidio y el acoso machista sobre la mujer.
Otro tema es la construcción de viviendas y el uso de la madera para estos fines, fundamental para la obtención de trabajo genuino. Gran parte de los misioneros necesita de estas propuestas que sin duda pueden cambiar la realidad económica que hoy está cada vez más concentrada en pocas manos. La producción de yerba y de té es un claro ejemplo de cómo cuatro empresas procesan los productos que producen 6 mil productores. Estos son los debates que ahora nos atraviesan
Así como el trabajo es un indicador, la situación sanitaria de la provincia es otro, ya que las organizaciones intermedias se encuentran muy limitadas para reconstruir el Estado. El modelo productivo de la provincia se sustenta en el extractivismo. Con la utilización de pinos para las industrias papeleras el riesgo es permanente. El intento permanente sobre la construcción de represas nos tiene muy preocupados. Este modelo se agota en sí mismo, por eso necesitamos impulsar un modelo productivo que no esté vinculado a los agronegocios y esté más enfocado en la agricultura familiar y en la producción local de alimentos.