Claudio Lozano, Director del Banco Nación y candidato de Unidad Popular en el Frente de Todos, afirmó que “la resolución de la justicia rosarina, confirmando la estafa desarrollada por el grupo Vicentín, e imputado a los 14 directores de la empresa, es un punto de inflexión en la tarea de hacer justicia frente al fraude descomunal que dicho grupo empresario en connivencia con funcionarios del gobierno anterior, llevó a cabo en nuestro país.
Una de las razones que permitió avanzar en las investigaciones desarrolladas por el juez Román Lanzón, está asociada a haber asumido que el grupo Vicentín, es un grupo empresario y no, como ha venido haciendo hasta aquí el juez del concurso Fabián Lorenzini, que evalúa el caso Vicentín SAIC por fuera de la consideración del grupo empresario Vicentín Family Group con sede en Uruguay. Pese a que sus accionistas son los mismos que los de Vicentín Argentina.
Es de esperar, que esta definición permita reorientar, un concurso comercial que hasta aquí se ha desarrollado en función de las necesidades del grupo Vicentín y no del interés del conjunto de la sociedad argentina y fundamentalmente de aquellos productores, cooperativistas y bancos que fueron esquilmados por la operatoria de este grupo empresario.
Las irregularidades del concurso resultan lo suficientemente importantes como para avanzar en el juicio político al juez Fabián Lorenzini como para poder reorientar el sentido del concurso.
A la vez, la caracterización de estafa, por parte de la justicia rosarina, debería favorecer también el desarrollo de la causa penal que tramita en Comodoro Py en manos del juez Ercolini. Causa en la cual, están involucrados los miembros del directorio anterior del Banco Nación que encabezara Javier González Fraga y Lucas Llach sin los cuales este fraude descomunal a miles de productores, cooperativistas y bancos no podría haberse realizado.
Cada vez está más claro que el Estado argentino no puede dejar librado al azar lo que pase con Vicentín. Hay que impedir que el fraude haga posible una mayor concentración y extranjerización del comercio de granos. El resultado debe ser construir una nueva empresa en acuerdo con cooperativistas, productores y el Estado que actúe como testigo y rompa la opacidad de un comercio de granos en el que la triangulación entre Paraguay, Rosario y Uruguay nos hace perder todos los años cerca del 20% de las divisas que exportamos y miles de millones de pesos a través de la evasión en la recaudación aduanera.”