Análisis del Discurso de Rodríguez Larreta en la Apertura de Sesiones
Por María Eva Koutsovitis y Jonatan Baldiviezo
El 1 de marzo, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, dio inicio al período de sesiones ordinarias de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
En su discurso puso en evidencia que su plan de gobierno hasta 2023 carece de novedades estructurales y es el reflejo de políticas que se continúan de forma inercial, sin atisbo de nuevas propuestas, un refritado de anuncios ya realizados varios años atrás. La falta de creatividad en el marco de su modelo de ciudad muestra una gestión agotada y vaciada de contenidos.
La máscara de la candidatura presidencial
A contracara, el objetivo del discurso estuvo direccionado al lanzamiento de su campaña presidencial con posicionamientos de política nacional e internacional. En un cambio sustancial, se despega de su impronta ficcional del buen gestor de decisiones y obras municipales para dar un salto y pretender ponerse la capa de un estadista nacional. Así, repudió enérgicamente la invasión de la Federación Rusia a Ucrania e hizo mención a la conmemoración de los 40 años de Malvinas. También dijo: “hace unas semanas estuve en Corrientes y pude ver en primera persona el riesgo al que nos enfrentamos. Desde la Ciudad ya enviamos 50 personas entre Bomberos y personal del Grupo Especial de Rescate, Defensa Civil y Logística”.
Luego de dos años de Pandemia, cabría esperar que la jurisdicción más rica del país y una de las ciudades más ricas de la región, ingresara en un escenario de debates radicales y democráticos con relación a la prestación de los servicios públicos y a la planificación de la ciudad y su área metropolitana. La discusión de la actualización del Plan Urbano Ambiental iniciada en el año 2020, en los hechos, está paralizada. Podría haber sido la oportunidad para que la ciudad impulsara el primer ordenamiento territorial y ambiental para toda el área metropolitana. Recordemos que la Cuenca Matanza-Riachuelo, a 14 años del fallo de la Corte Suprema, aún no ha logrado el que debería ser su primer paso estructural, la aprobación del ordenamiento territorial y ambiental de la cuenta. El Código Urbanístico aprobado en el año 2018 es rechazado por la mayoría de los habitantes de los barrios porteños. La Asamblea Vecinos Unidos de Núñez presentó una acción judicial contra el incremento de la capacidad constructiva generada por este código en su barrio. La primera de una serie de demandas que irán presentando otros colectivos barriales en la misma dirección.
En cambio, los enunciados se redujeron a propuestas cuantitativas de políticas de larga data sin reflexión alguna de los impactos de la pandemia y sin evaluación de si estas medidas lograron mitigar o reducir las diversas emergencias que vive la ciudad (ambiental, habitacional, sanitaria, económica). Por ejemplo, el incremento de 5.000 cámaras de seguridad hasta 2023, la provisión de 128 autos y 61 camionetas para la policía en 2022, y la construcción de 38 kilómetros de ciclovías este año.
Apagando incendios en el país, destruyendo humedales en la ciudad.
Si bien en el discurso mencionó la crisis climática y algunas problemáticas ambientales nacionales (incendios), el anuncio más importante en relación con este eje fue que la ciudad será sede del C40 en el mes de octubre. Por supuesto, no explicitó que fue su decisión la de impulsar un nuevo Puerto Madero en la Costanera Sur para favorecer a IRSA autorizando la destrucción de uno de los pocos humedales que conserva la ciudad. Tampoco que está entregando y reprivatizando la Costanera Norte para emprendimientos inmobiliarios y explotaciones comerciales. Ni que destinará 14 hectáreas para comercios en el Distrito Joven, incluyendo un boliche dentro de un actual parque costanero; 4 hectáreas para viviendas suntuosas en Costa Salguero a metros de la cabecera del Aeroparque Jorge Newbery; y 13 hectáreas para la Asociación Tiro Federal, balas y plomo al lado del “Parque de los Niños”. Todo esto en la Costanera Norte.
El Plan de Acción ante el Cambio Climático de la ciudad, aprobado el año pasado, es un panfleto de consignas y no un plan real con indicadores y metas para cada año. Estos planes suelen ser uno de los mayores logros de las gestiones en un contexto de crisis climática y una gran oportunidad para un debate colectivo. Rodríguez Larreta ni siquiera lo mencionó cuando detalló las medidas que realiza la ciudad para adaptarse y mitigar las consecuencias de la crisis climática. No olvidemos que en estos años se sacrificaron más de 150 hectáreas de espacios verdes públicos para el aprovechamiento privado, incluyendo parques enteros como el Parque de las Victorias; predios que deberían ser parques, como Casa Amarilla; o porciones de parques como el Parque de la Ciudad y el Parque Roca. En esta ciudad se permite avanzar cementando los pulmones de manzana, se rellena el Río de la Plata para construir estacionamientos subterráneos para autos, se incrementó en un 300 a 400% la capacidad constructiva en toda la ciudad sin garantizar la sustentabilidad edilicia o la capacidad de la infraestructura de los servicios públicos; se desarrolla un plan sistemático de mutilación del arbolado público, se autoriza la expansión de la muralla de torres de Puerto Madero hacia el sur y hacia el norte, etc. Nada de esto importa porque quieren hacernos creer que con la magia de afirmar que seremos carbono neutrales en 2050, es suficiente.
En este contexto, para el Jefe de Gobierno el camino es la responsabilidad individual. Por esto, en su discurso destacó el plan BA recicla (entregaron 300 mil ecotachos y la concientización a la niñez de 213 escuelas). Mientras tanto, es el mismo gobierno que autorizó la incineración de residuos por no haber cumplido con las metas establecidas en la Ley de Basura Cero. Sin embargo, el marketing verde funcionó, ya que la entrega de ecotachos y los talleres de separación de residuos le valió para posicionar a la ciudad como “líder de cambio climático a nivel global y ser anfitriona de la Cumbre de Alcaldes de C40 en octubre de este año”. Un líder que no ha podido, luego de varios años, reglamentar la ley de terrazas verdes.
Las medidas de tránsito no son un Plan de Movilidad
Un rasgo característico de la gestión de Rodríguez Larreta ha sido la aplicación del marketing urbanístico para hacer pasar medidas superficiales por políticas estructurales para solucionar problemas urbanos. Por ejemplo, la histórica crisis habitacional se soluciona con el programa BA presente y con los Operativos Frío y Verano para personas en situación de calle.
Con el transporte sucede lo mismo. Las medidas de tránsito fueron promocionadas como la adopción de políticas estructurales de transporte. Recordemos el lanzamiento de #Subtrenmetrocleta. La estrella del Metrobus es simplemente, un carril exclusivo para colectivos muy costoso. La calle compartida anunciada en Libertador implicará también la separación de carriles y la asignación de usos exclusivos. Los viaductos Mitre, San Martín y Belgrano Sur, obras también, en extremo costosas para liberar suelo para polos gastronómicos. Ni mencionar el Paseo del Bajo que nos costó 700 millones de dólares con los que podríamos haber construido una nueva línea de subte, por ejemplo.
En el Plan de Movilidad para 2022/2023, el Jefe de Gobierno anunció la segunda etapa del Metrobus del Bajo, que va desde Paseo Colón e Independencia hasta Avenida Almirante Brown y Wenceslao Villafañe. Obra que es cuestionada por innecesaria y que ya se cargó el arbolado de la Av. Paseo Colón y el edificio de la Escuela Taller del Casco Histórico. No se realizó ningún anuncio con relación a la construcción de nuevas líneas de subte o extensión de las actuales. Sólo se expresó la voluntad de “optimizar cada vez más el servicio y el alcance de los subtes, mejorando el sistema de señales en las líneas A y D, la potencia en las líneas C, D y E, y las vías en la línea E, además de seguir comprando vagones”. Esta promesa se reitera todos los años. Este año ni siquiera volvió a prometer la frecuencia de los tres minutos nunca alcanzada de forma estable.
La red de ciclovías con una extensión de 274 Km llegará a los 350 en el año 2023. En el camino, este servicio público fue privatizado y arancelado. El GCBA seguirá costeando la infraestructura para el negocio de privados que nunca cumplieron los pliegos de la concesión.
En cuanto al traspaso de colectivos enfatizó que “cualquier traspaso de competencias o funciones debe ser consensuado mediante un acuerdo que incorpore una mirada metropolitana y que respete las bases del federalismo de concertación”. Nada concreto ni la promesa de asegurar que el traspaso no afectará la economía de las familias y generará una distorsión del sistema con tarifas distintas entre los colectivos internos y los interjurisdiccionales.
El Negacionismo de la Crisis Habitacional y el deterioro del Espacio Público
Para Rodríguez Larreta la ciudad no se encuentra en emergencia habitacional. Ha impedido el tratamiento de todos los proyectos de ley orientados a declararla desde el año 2008 hasta el presente. En su discurso hace referencia al proceso de urbanización e integración de los mismos cuatro Barrios Populares que comenzaron en el año 2016: Barrio Carlos Mujica, Barrio 20, Playón de Chacarita y Rodrigo Bueno, donde pese a los reiterados anuncios de obras de infraestructura a la fecha ningún hogar se encuentra conectado formalmente a los servicios de agua potable y saneamiento cloacal.
En relación con el espacio público, el énfasis del discurso estuvo en el Distrito Joven. En el año 2018 se aprobó la Ley 5961, llamada marketineramente, Distrito Joven, que autorizó a concesionar la Costanera Norte por 10 años. Al igual que en este último discurso, la creación de este Distrito fue anunciada con la promesa de revitalizar el borde ribereño de la ciudad, para que sea un lugar de encuentro y de disfrute de las y los jóvenes. Sin embargo, terminó funcionando para blanquear las concesiones vencidas de la década del ´90 y permitir la reprivatización inconstitucional de un sector de la Costanera Norte, a contramano de lo que establece la Constitución. A pesar de su denominación, jamás se convocó a les jóvenes a pensar este proyecto. También anunció un Plan de Nuevas Calles Verdes para generar plazas en 10 calles de la Ciudad, es decir, en paralelo se privatizó el equivalente a 75 Plazas de Mayo en superficies verdes públicas en la última década, la propuesta es denominar espacios verdes a los canteros, macetones, boulevares a los que ahora se suman las calles verdes.
La campaña presidencial de Horacio Rodriguez Larreta ya está lanzada y por si quedaba alguna duda, este último 22 de febrero, se publicó en el boletín oficial una Licitación por un monto mayor a 20 millones pesos para invitar a la Ciudad a periodistas de diferentes medios de nuestro país con un servicio “all inclusive”. Alojamientos en hoteles 4 estrellas, traslados en vehículo con chofer, almuerzos y cenas en restaurantes de Palermo, San Telmo, Recoleta o Puerto Madero, y hasta un servicio personalizado de recorridos arquitectónicos y gastronómicos, todo esto financiado por las porteñas y porteños para vender en el resto del país una Ciudad que sólo existe en la tapa de la mayoría de los medios.