El presidente de Unidad Popular, Claudio Lozano, sostuvo: “presentes desde Unidad Popular aquí en Sao Paulo, acompañando lo que es sin duda un hecho histórico como es la elección de mañana donde se define la suerte de Brasil, pero también con impactos en la región y en el mundo.
Está claro que el pueblo brasileño se juega la partida de comenzar a amortiguar en parte el sufrimiento acumulado durante los años de Bolsonaro. Años donde la ultraderecha negacionista, llevando adelante un verdadero despropósito en el marco de la pandemia, negando los avances científicos y descargando sobre el pueblo de Brasil una situación absolutamente insostenible. Con el triunfo de Lula se juega la posibilidad de amortiguar ese sufrimiento.
Se juega también que el proceso que se ha dado en América Latina, donde Chile ha resucitado abriendo una etapa diferente con Boric, donde se ha recuperado Bolivia con Arce, donde el gobierno de Petro en Colombia abre un tiempo distinto, donde se mantiene Venezuela y se mantiene Cuba, donde está Xiomara Castro en Honduras y donde efectivamente Argentina sigue aun sosteniendo la posibilidad de poner límite al neoliberalismo, en ese contexto, el triunfo de Lula supone la posibilidad de establecer un tiempo diferente en América Latina. Tiempo en el que seguramente tengamos que discutir como profundizar en serio los procesos democráticos. Como dejar de entender la democracia como un sistema de gobierno cristalizado para pasar a entender que lo que se abre es la necesidad de fortalecer un proceso de democratización que abra permanentemente las puertas a la participación popular. De manera tal de que el poder del pueblo pueda desmoronar los límites que hasta este momento han venido evidenciando las democracias de nuestra región. Límites estos que han sido el caldo de cultivo para los discursos de ultra derecha y de la anti política.
Por último, también en Brasil, se juega con la derrota de Bolsonaro la posibilidad de asestarle un golpe importante a esa internacional de la ultraderecha encabezada por Trump con ramificaciones en Europa y en el resto del mundo y que ciertamente configura una de las dos caras que hoy tiene el régimen capitalista a nivel internacional. Un régimen capitalista que ha sido capaz de transformar la democracia en esclavo del capital y en ese marco ha abierto el límite y le ha dado espacio al crecimiento de la ultraderecha.
Frenar a la ultraderecha con el triunfo de Lula es otro aporte a la humanidad significativo. En este sentido y con toda la fuerza Lula será presidente mañana y esperamos que la presencia internacional, así como el pueblo brasileño tengan la capacidad de evitar cualquier intento del bolsonarismo de no reconocer la voluntad popular.