Claudio Lozano, Presidente de Unidad Popular, sostuvo que «un conjunto de caraduras disfrazados de dirigentes políticos, y un grupo de «destructores de la Argentina» vestidos de economistas, alertaron desde la Mesa de Juntos por el Cambio sobre la bomba que el endeudamiento interno del gobierno nacional estaba dejando a la próxima administración.
¿Cómo es posible que quienes llevaron a cabo un endeudamiento en moneda extranjera por 100.000 millones de dólares y propiciaron la fuga de 86.000 millones de la misma moneda vengan a rasgarse las vestiduras por el endeudamiento en moneda local?
La única bomba fue el endeudamiento externo explosivo acompañado de la fuga masiva ocurrida durante el gobierno de Macri. El pecado del Frente de Todos ha sido haber permitido que, a través de una lamentable negociación con el FMI, la bomba comience a estallar sobre las espaldas del pueblo argentino.
Pese a que pretenden fundar sus planteos en los fundamentos de la economía, sus afirmaciones son insostenibles. Sin hacer un panegírico de la política oficial, ni negar que no corresponde abusar tampoco del endeudamiento interno, lo cierto es que emitir deuda en pesos, moneda que emite el Estado Argentino es una deuda manejable en tanto el Estado mantenga una elemental solidez política. Solidez política que indudablemente se altera cuando la principal fuerza opositora plantea cuestiones como la formulada por los caraduras de Juntos por el Cambio.
Es obvio que la declaración tiene por objeto esmerilar la solidez política del Estado y por tanto debilitarlo en su facultad de sostener un mercado de crédito en moneda local. En este punto, el planteo de estos caraduras, busca inducir una crisis que vía devaluación y aceleración de la inflación destruya las perspectivas electorales del Frente de Todos, al tiempo que sustituya el ajuste gradual que hoy gestiona el neomenemismo massista por el ajuste salvaje que hoy proponen como solución todas las expresiones que orbitan en torno al Macrismo.
Pasemos en limpio el planteo que están realizando. Destruyen la posibilidad del financiamiento interno, no hay acceso al endeudamiento externo (y de haberlo repetirían la barbaridad que ya realizaron), y además pretenden bajar impuestos. ¿Cuál es el recorte del Gasto Público que debieran hacer para terminar con el déficit financiero hoy existente? Deberían reducir, como mínimo, un 20% el gasto público. Imponer un ajuste de esta naturaleza supone un recorte del gasto de 18.148 millones de dólares tomando el déficit del 2022, y de 20.544 millones de dólares considerando las pautas del FMI del 2023.
¿Qué pasaría entonces con las jubilaciones, los salarios, los programas sociales, la obra pública? Qué pasaría con el mercado interno frente a un ajuste de esta naturaleza. Un ajuste además sobre el ajuste ya existente y sabiendo que estamos hoy con un 40% de pobres.
Es simple, el nivel de conflictividad social y político que plantearía está situación colocaría a la Argentina en una situación de abierto caos social que solo puede ser sostenida como propuesta por un conjunto de delirantes a los que le importa poco lo que termine ocurriendo con el país. En síntesis, estamos frente a una Mesa de Caraduras y Delirantes, pero sumamente peligrosos.
Es bueno observar y asociar que en un contexto donde aún no se han disipado las dudas y las sospechas respecto al vínculo o relación de personajes de la oposición (Caputo, Millman) en el intento de asesinato de la Vicepresidenta de la Nación, insistan con planteos como estos. De haberse consumado el magnicidio, la situación de la Argentina hubiese sido extremadamente difícil. El ajuste salvaje que promueven es un magnicidio en el terreno de la economía.