DEBATES | ¿A qué llamamos una agenda democrática y popular? ¿Cuánto decidimos sobre las cuestiones que realmente nos interesan y preocupan? Estas son algunas de las preguntas que serán eje del ciclo de encuentros que se inicia este martes en la CTA A. Las intervenciones de Eduardo Grüner, Marta Maffei, Julia Expósito y Ariel Pennisi, serán disparadores de la primera reunión.
En el marco de los 40 años de la recuperación de la institucionalidad democrática, pensar la democracia desde abajo es el objetivo de un ciclo de encuentros que organizan los institutos de estudios e investigación de la CTA Autónoma, la Asociación de Trabajadores del Estado y otras organizaciones de este entorno. “El desafío es conformar una plataforma ciudadana de agenda popular y democrática para disputar agendas y abordar, en principio, cuatro ejes de trabajo y reflexión: democracia, desigualdad, soberanía e integración regional”, explica Ariel Pennisi, uno de los organizadores.
La primera de estas convocatorias tendrá lugar este martes 11 de abril desde las 17:30 horas en la nueva sede de la CTA Autónoma, Bartolomé Mitre 748. El objetivo es proponer elementos para “una democracia desde abajo”. Como disparadores de la reflexión el encuentro contará con las intervenciones de: Eduardo Grüner, unos de los intelectuales más importantes de la tradición de las izquierdas; Marta Maffei, ex secretaria general de CTERA y la CTA, diputada nacional mandato cumplido, hoy dedicada a las problemáticas ambientales; Julia Expósito, militante y académica rosarina, autora del libro “Feminismos revolucionarios” y Pennisi, ensayista, docente, editor, quien publicó recientemente “Nuevas instituciones (del común)”. La coordinación estará a cargo de Claudio Lozano (presidente de Unidad Popular, ex director del Banco Nación y ex diputado nacional) impulsor de la propuesta.
“Creemos que la democracia con su andamiaje formal se vacía cada vez que no aparece el protagonismo social, entonces, sólo escuchamos hablar de las PASO, de tal o cual interna, del sistema de boletas o del sistema electrónico, mientras lo más importante, es decir, los sujetos, las subjetividades capaces de sostener procesos de democratización brillan por su ausencia”, explica Pennisi.
Frente al diagnóstico mencionado, de una institucionalidad política que sólo nos convoca a la hora de votar, los organizadores del ciclo señalan el dinamismo que tienen otros ámbitos populares. “Las luchas ambientales demuestran con prácticas concretas, formas de construcción de comunidad e incluso con mecanismos como los referendos, hasta qué punto es posible hacerse cargo de la vida en común. Los feminismos nos enseñan formas de participación democrática desde su capacidad reticular y sus distintos niveles de horizontalidad que dan la batalla sin perder de vista el cuidado y la sororidad”.
“Las “nuevas instituciones” que investigamos e impulsamos tienen que ver con formas de organizar la convivencia, defender la vida y recrear lo común desde abajo, sin la necesidad de una legitimidad trascendente o surgida como control de la violencia social (según el mito fundacional del Estado)… las Madres de Plaza de Mayo nos enseñaron que las nuevas instituciones (y ellas lo son) se pueden legitimar desde una apuesta positiva y amorosa, desde el interior de la lucha más intestina”, sostiene Pennisi, sobre el que será el eje de su presentación.
“Buscamos movilizar y conectar una red amplia y transversal que no sólo le ponga límites a los proyectos de corte autoritario, entre el neoliberalismo y el fascismo en ascenso, sino que alimente la audacia necesaria para transformar nuestras vidas en un sentido emancipatorio, liberador”.
“Ahí donde los frentes electorales se demostraron insuficientes (el Frente de Todos abandonando sus propuestas de campaña e incluso la agenda que se fijó en un comienzo), creemos necesario fortalecer una red de experiencias y actores que desde abajo tienden a democratizar la vida en algún aspecto. Los nuevos procesos de democratización sólo pueden sostenerse a base de protagonismo social, sobre todo, en un momento de crisis de representación y de distanciamiento de los referentes políticos de sus bases de sustentación. Desde el 83 hasta nuestros días el desafío de una democracia desde abajo insistió, unas veces de manera solapada, otras (por ejemplo, en 2001) como irrupción y explicitación. La respuesta a aquel estallido de 2001, el kirchnerismo, con sus elementos potentes y sus flaquezas, muestra signos de agotamiento y sobrevive sólo a costa de mañas y claudicaciones típicas de la vieja política, es decir, mucha rosca y poca política”, concluye Pennisi y deja abierta la invitación a todo público.
Fuente: Canal abierto.