Claudio Lozano, ex Director del Banco Nación, sostuvo que: «La Cámara de Apelaciones de Reconquista suspendió el Cramdown. Una vez más distintos estamentos del Poder Judicial acceden a los pedidos de Vicentín con el objeto de dilatar la situación y posibilitar que se consume el fraude monumental que este Grupo empresario perpetró sobre el Banco Nación y el conjunto de los argentinos.
Primero fue el Juez Lorenzini que aceptó abrir un Concurso de Acreedores sin Balance, y que una y otra vez facilitó todo tipo de maniobras dilatorias que incluyeron permitir que Vicentín buscará acuerdos con una propuesta absolutamente inconstitucional. Cuando el Juez Lorenzini ya no pudo sostener ni dilatar más el Concurso, aparece esta Cámara sumándose al objetivo central de Vicentín . ¿Cuál es este objetivo? Dilatar las definiciones hasta que cambie el gobierno y por tanto también el Directorio del Banco Nación. ¿Por qué? Porque la estafa de Vicentín pudo concretarse en connivencia con el gobierno de Macri ( Juntos por el Cambio) y las autoridades del Banco Nación que encabezaba Javier González Fraga.
Sin esta connivencia nada de lo ocurrido hubiese sido posible. Ni el cúmulo de irregularidades que violaron tanto las normas internas del Banco Nación, ni las normas prudenciales del conjunto del sistema que fija el Banco Central. Irregularidades que incluyeron permitirle a Vicentín que vaciara la cuenta que tenía en garantía del crédito en el Banco Nación y que le posibilitó llevarse 790 millones de dólares que bien hubieran permitido recuperar todo el crédito otorgado.
Junto a Eduardo Hecker y el resto del Directorio impulsamos una estrategia política y judicial que confrontó una y otra vez con los objetivos de Vicentín y el aval permanente que le dio el Juez Lorenzini. Haciendo uso del poder que tenía el Banco Nación como acreedor privilegiado se logró desbaratar una y otra vez las tramposas intenciones de Vicentín y de sus socios directos (Glencore-Viterra y Bunge).
Esta política se mantuvo con la nueva conducción del Banco Nación logrando que Lorenzini tuviese que aceptar el Cramdown, marco en el cual el Gobierno, a través del papel del Banco Nación como el mayor acreedor individual está en capacidad de armar una propuesta para tomar control sobre la empresa y por tanto incorporar una herramienta de política para controlar el opaco comercio exterior de granos. A la vez esto evitaría una mayor concentración del Comercio de Granos (Viterra y Bunge manejarían el 20 % del total de nuestras exportaciones).
La capacidad de control institucional que Vicentín tiene sobre Reconquista y los intereses de las más importantes transnacionales del comercio de granos, están por detrás de la decisión de esta Cámara de Apelaciones. Buscan dilatar para que con un cambio de gobierno el fraude se consume y se profundice el control del comercio exterior y de nuestras divisas por un número reducido de trasnacionales.»