Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular y Fundador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas sostuvo que «en el marco del cuarto industricidio que promueve el gobierno de Javier Milei, y en función del Acuerdo con el FMI, es que debe entenderse la decisión de llevar a cero los aranceles que gravan a los celulares importados. La decisión apunta a bombardear el régimen promocional que alimenta el desarrollo de la electrónica en Tierra del Fuego. Sector que representa el 35% del PBI de la isla y que involucra en el ensamblaje de celulares, a cerca de 10.000 trabajadores.
Si bien es posible señalar problemas e irregularidades que debían y podían solucionarse, lo que resulta absurdo es pretender destruir la promoción fueguina. Esta cumple, además de objetivos productivos, metas de desarrollo social y sobre todo de localización poblacional e importancia geopolítica. Por esta razón, es que la definición gubernamental, si bien se emparenta con el objetivo de reducir la inflación, no puede desligarse tampoco de la abdicación de soberanía hecha por Milei en el discurso del 2 de Abril sobre Malvinas. Momento en el cual reconoció a los kelpers como una población en posibilidad de decidir sobre el rumbo de las islas.
Tampoco es ajeno a la reciente visita del Jefe del Comando Sur de los EEUU y sus reclamos respecto a la necesidad de una Base Integrada (argentino-norteamericana) en Ushuaia, poniendo en cuestión la proyección de la soberanía argentina sobre la Antártida. Industricidio y entrega de la soberanía confluyen en la decisión de un Gobierno que, en el marco del acuerdo con el FMI, sigue destrozando nuestras condiciones de vida e hipotecando el futuro de nuestro pueblo. El gobierno está dispuesto a inmolar en el altar de la inflación cero, las condiciones de vida, el desarrollo productivo, nuestra moneda y nuestra soberanía. En este marco, bajar la inflación no es un éxito, es promover un suicidio colectivo.”