Los decretos firmados por Mauricio Macri y refrendados por Mariano Narodowski a mediados del mes de abril pasado, muestran claramente la concepción de la cual parten para tratar la problemática educativa, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El eficientismo, la desconfianza más absoluta y el desconocimiento de la situación real del sistema educativo, guían ese accionar gubernamental, con vistas a controlar lo que se escapa y no se entiende, tratando de sujetar lo que se desconoce. En consecuencia, todo termina en una feroz burocratización de las estructuras, que solo buscan controlar.