Al cumplirse 6 meses de la asunción del Intendente Carlos Arroyo, desde Unidad Popular Mar del Plata, creemos que es un momento apropiado para realizar un primer balance de su gestión.
El gobierno del “señor del piloto azul” comenzó con el pie izquierdo, los primeros días fueron mostrando que la improvisación y la desprolijidad se convertirían con el tiempo en una marca registrada de la gestión Cambiemos.
El ultimo que apague la luz
Las continuas deserciones de funcionarios del gabinete, comenzaron tempranamente con la salida de la Secretaria de Seguridad del Dr. Julio Razzona, denuncias de corrupción mediante, (nunca aclaradas) y con la particularidad de que al día de la fecha dicha cartera continúa acéfala.
A esta baja se suman las del titular del EMVIAL Ángel Guzmán, y la del «hombre fuerte del gobierno» Emiliano Giri. Ambas marcadas por escándalos que dañan la imagen de “trasparencia y honestidad” con la cual el ex zorro construyo su carrera política. Por un lado el caso de Guzman, el cual fue conocido a través de los medios, por un incidente con un vehículo oficial utilizado para fines personales en la Provincia de San Luis. Y por otra parte lo sucedido con Giri, saliendo a la luz una causa por corrupción en la cual está involucrado junto a funcionarios de la gestión de Daniel Scioli.
La sangría de funcionarios, sin embargo, no finalizo allí. La “estrella” de la gestión Toty Flores, también tuvo un fugaz y lamentable paso por la Secretaria de Desarrollo Productivo, durante la cual no logro dar respuesta a ninguna de las demandas de las cooperativas de trabajo. Se le suman a ellos, el paso de Sebastian Puglisi por la secretaria de cultura, prácticamente no merece mención, salvo por el pequeño dato de que fue quien dio el puntapié inicial para el recorte de políticas públicas para el sector.
Como una crónica con final anunciado, José Cano también abandono su puesto, luego de una breve gestión en la cual todos sus esfuerzos parecieron estar destinados a justificar el discurso de la “pesada herencia”, – versión local – sumado a un notable incremento de tasas que se suman a los tarifazos que, a esta altura, todos los vecinos de mar del plata y batan vieron reflejados en sus boletas.
Oídos sordos (Cultura y Educación para pocos)
Mientras tanto algunos funcionarios parecen estar firmes en sus sillones resistiendo los embates ante sus pobres gestiones. Por ejemplo, tales parecen ser los casos de Ana María Crovetto y Silvana Rojas, secretarias de Educación y Cultura respectivamente, a quienes las une un particular estilo: no atender a los trabajadores y las trabajadoras.
A diferencia de otros funcionarios que pasaron sin pena ni gloria, Crovetto a esta altura ya se ha convertido en la primer Secretaria de Educación en más de una década, que debe soportar un masivo paro y movilización de los trabajadores de su cartera. Mientras que Rojas será recordada como la funcionaria que luego de no atender a los trabajadores de la cultura, los denunciara públicamente por “maltratarla”. Ambas funcionarias comparten además, ser las interpeladas por el recurso de amparo presentado por el Consejo Local de Niñez, el cual denuncia “la grave amenaza al ejercicio del derecho a la cultura y la educación” reclamándole a la Justicia que se restituyan los programas culturales y educativos de los que participan unos 13 mil chicos de Mar del Plata y Batan.
Tan Blanco que Oscurece
Párrafo aparte merece el poli funcionario doctor Blanco, que asumió en la cartera de Salud y que al calor del “copamiento” del gobierno local, por parte del Pro, fue ganando terreno hasta convertirse en “coordinador” del gabinete.
Además de sus controvertidas expresiones como por ejemplo, acerca del Programa de Mamografías, el doctor parece no encontrar respuestas ante la grave crisis que atraviesa la ciudad con sus hospitales desbordados, las salitas abandonadas y un sanatorio como el “Eva Duarte” con 120 camas y el cual además permanece cerrado a la espera de una decisión política que se demora absurdamente.
Un Arroyo que se desborda
Más allá de las desprolijidades, lo cierto es que el gobierno local de Cambiemos viene a profundizar un modelo que excluye a las mayorías y gobierna en función de los negocios de los amigos, o por lo menos así lo demuestra la “primer obra que inaugura la gestión”, según anuncio Arroyo.
Al mismo tiempo que (pese a ser una herencia del pultismo), continua la concesión de los balnearios de La Perla, la cual profundiza la entrega del espacio púbico avanzando no solo con las playas sino también sobre la Plaza España. Además de la intención de quitar el Museo de las Comunicaciones del Parque Camet, para instalar allí un emprendimiento gastronómico.
En definitiva estas políticas son muestras claras de un primer semestre de gobierno en donde no solo se realizaron recortes en los programas educativos, culturales, deportivos y de salud, sino que también se abandona a los barrios periféricos y se abre la puerta a los negocios de los amigos del poder y a las grandes empresas, dejando a la deriva a las pequeñas y medianas empresas de nuestra ciudad. En resumidas cuentas, un modelo que excluye a la gran mayoría de los habitantes de General Pueyrredón.