Convocada por la Juventud de Unidad Popular, el pasado miércoles 21 de diciembre se llevó a cabo una charla-debate sobre historia, actualidad y perspectivas a futuro de Cuba. Fue en el local de UP-Frente Popular Bonaerense y la encabezó el politólogo y presidente de la cátedra de Periodismo de Investigación del Instituto Internacional José Martí, Darío Machado.
El 1° de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde encabezadas por Fidel Castro ingresaron en Santiago de Cuba, dando inicio al único gobierno revolucionario que se mantendría en el tiempo en América Latina. Aquella épica marcaría a fondo la historia y los procesos populares del continente.
Sin embargo, a lo largo de mas de medio siglo el devenir del sistema socialista cubano no fue un proceso lineal, ni mucho menos sencillo. “Si algo caracterizó a nuestra revolución fue la continúa autocrítica sobre las decisiones y políticas que se fueron adoptando. Durante todos estos años, rectificamos decisiones y corregimos errores. Pero no fue una autocrítica como lamento, sino para hacerlo mejor y superarnos”, comenzó su exposición Darío Machado, ante el grupo de jóvenes y referentes del Frente Popular, entre ellos el Presidente de Unidad Popular, Víctor De Gennaro.
A modo de ejemplo, el académico cubano relató: “Desde 1975 a 1985 utilizamos un sistema adaptado que habíamos tomado de la Unión Soviética. Si bien en ese proceso cometimos muchos errores, crecimos en muchos sentidos mientras en América latina se desarrollaba la denominada `Década perdida´. Siempre tomamos nota de las virtudes para amplificarlas, pero sobre todo fuimos consientes de las debilidades y los errores”.
“En todo momento, y esa fue una de las características centrales durante mas de medio siglo, el desafío fue hacer más eficiente la economía cubana sin abandonar el socialismo. Pero el socialismo desde el punto de vista como oposición al capitalismo, que sin duda era lo que no queríamos ni necesitábamos”, explicó.
Punto de quiebre y periodo especial
Luego, el politólogo -autor de 10 libros y coautor de otros 5- se adentró en la difícil transición que significó la caída del campo socialista (el hito fue la disolución de la Unión Soviética, entre el 11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991). “Tuvimos que reconvertirnos. Pasamos momentos duros. Había incluso gente que decían: `Cedan un poquito´. Esa idea suponía que cediendo un poco se levantaba el bloqueo. Pero esa gente no entendía nada. Ya muchos años antes Fidel había lanzado la campaña `Salvar la patria, la revolución y el socialismo´”, recordó.
Según Machado, 1994 fue un año de quiebre, cuando luego de tocar fondo la isla del Caribe comenzó el lento pero constante reflote económico: “Sin embargo, no estaba todo resuelto. Quedaban cuestiones a solucionar”.
La participación popular
Las claves de ese nuevo proceso, tal como detalló, tuvieron que ver con la participación popular en las políticas económicas: “No hubo decisiones que no se hayan tomado en conjunto, con los trabajadores, las familias. En ese momento incluso nacieron los “Parlamentos Obreros”. Se hicieron 70 mil reuniones en los ámbitos de trabajo”. “La primera medida que se adaptó, y que había surgido de esos encuentros, fue expropiar a quienes se habían enriquecido con las penurias del pueblo durante el período especial. Y siguieron cientos de medidas en ese sentido”.
El bloqueo
“Pese a que se haya hecho creer algo distinto, hay que reconocer que Cuba todavía sigue bloqueada y sufriendo las consecuencias por ello”, afirmó.
El socialismo hoy
“En la actualidad, algunos que viven bajo el signo socialista han construido una economía mercantil capitalista con algunos islotes que todavía están bajo el patrimonio del Estado”, explicó Machado, y aclaró: “Nosotros buscamos otra vía y trabajamos en ese sentido, el de un socialismo mas eficiente”.
Fidel
Ante la pregunta por la figura del líder revolucionario recientemente fallecido, el presidente de la cátedra de Periodismo de Investigación del Instituto Internacional José Martí advirtió: “Hoy me resulta duro hablar de Fidel”.
“Fue un hombre maravilloso que siempre estuvo al servicio de su pueblo y la revolución. Fue una persona excepcional que se encontró con una época y condiciones excepcionales”.
A su vez, recuerda que “Fidel era un hombre que estudiaba constantemente y sobre todos los temas. Era un gobernante responsable”.
“El último gran servicio que brindó fue mantenerse con vida durante este tiempo, mientras emprendimos grandes transformaciones”, reconoció.
Nuevos cuadros
Hacia el final de la charla y ya en ida y vuelta con el conjunto de los presentes, el académico recordó una frase del actual presidente de Cuba, en relación al futuro liderazgo de la Revolución: “Raúl Castro decía que tuvimos a Martí, tenemos a Fidel y tendremos el Partido (Partido Comunista de Cuba)”.
“Aspiramos a que continúen surgiendo cuadros en todos los espacios y estamentos, que consoliden los pilares y la mejor herencia de la Revolución, que sigan el ejemplo de quienes dieron su vida por una Cuba mas justa y soberana. Y eso se trata de un desafío complejo, para el cual es necesario un trabajo de formación muy importante”, sentenció Machado.