Por Laura García Tuñón
Legisladora Buenos Aires para todos en Proyecto Sur
En la Ciudad de Buenos Aires hoy nos encontramos ante una política de vaciamiento de la Educación Pública. Esta situación no se da sólo en esta área, ya que afecta también a la de Niñez, a la atención de los sectores más vulnerables de nuestra ciudad y a las políticas de vivienda. El macrismo lo hace de manera muy perversa. No firma resoluciones dando de baja a los programas o cerrando escuelas, sino que los ahoga económicamente. Como para dar cuenta de esto, puedo decir, que este año el presupuesto de infraestructura escolar, se bajó a la mitad. O que la escuela Taller Casco Histórico de Paseo Colón y Brasil, que depende de Cultura y que enseña a cerca de 100 personas por año, en forma gratuita, a restaurar el patrimonio edilicio de la ciudad, aún no recibió un peso de los $110.000 asignados en el presupuesto.
Desde la Comisión de Educación de la Legislatura, han salido cientos de pedidos de informes, acompañados por fotos y sin respuesta alguna, que demuestran el deterioro de la infraestructura escolar. Deterioro de tal magnitud que hasta llega a poner en riesgo la vida misma de los chicos y las chicas que asisten a las escuelas públicas.
Macri, tiene la obligación de dar una respuesta a tantas demandas, tales como el pago de los salarios en tiempo y forma de los docentes, la creación de nuevas escuelas y jardines, el otorgamiento de edificios escolares a quienes desde hace años lo vienen solicitando y la falta de pago a los profesores de los Bachilleratos Populares,
Ante esto, los estudiantes secundarios, salieron a reclamar y tomaron distintas escuelas por casi 2 meses. Ante el incumplimiento del gobierno de dar respuestas a la falta de obras, tomaron la escuela. En medio de la toma, algunas Escuelas (tal el caso de la Número 3 de San Telmo), fueron objeto de intrusos que realizaron distintos actos de vandalismo y robo. Los chicos quedaron en el medio de una inacción por parte del Ministerio de Educación y de patotas que hoy pululan por los distintos barrios. No son las «tomas» las culpables de estos hechos. Los chicos, los padres, los docentes y la comunidad misma, son víctimas de la destrucción de la Escuela Pública que es sistemáticamente desvalorizada y abandonada por los distintos gobiernos.
Desde la comunidad educativa, las organizaciones barriales, culturales, deportivas y políticas tenemos que abrazar la lucha de los chicos, abrazando a los docentes, padres y alumnos de cada escuela que se encuentre en problemas.
El Gobierno de la ciudad tiene instrumentos para resolver conflictos escolares a su alcance: la Ley de Mediación Escolar, que consta de un Equipo interdisciplinario compuesto por mediadores, psicólogos y psicopedagogos que conocen a los y las chicas. Aunque sin duda en un marco de real ejecución presupuestaria.