A continuación, reproducimos las palabras de la diputada Graciela Iturraspe en la sesión especial para tratar proyectos de los trabajadores activos y jubilados.
«Señora Presidenta: en primer lugar, me sumo al agradecimiento a todos los presentes, ya que en otras sesiones en minoría nos han inhabilitado los micrófonos y nos han dejado casi a oscuras.
Creo que este debate nos enriquece a todos. Saludo la presencia del compañero Pablo Micheli, de nuestro compañero diputado mandato cumplido Carlos Custer y de los compañeros que están en los palcos siguiendo este debate.
Realmente es un privilegio poder estar en este recinto en el día de hoy, hablando de los temas que desde hace cuatro años no podemos hablar. Como lo recordaban algunos, en 2010 hubo una excepción: pudimos debatir el tema del 82 por ciento móvil para los jubilados, que forma parte de la problemática que hoy se presenta aquí.
Señora Presidenta: en un país donde después de diez años el 36 por ciento de los trabajadores asalariados está en negro, sin contar a los cuentapropistas –que ni siquiera pueden aportar a autónomos, porque no tienen cómo hacerlo‑ y sin contar a los trabajadores que ganan menos del salario mínimo, estaríamos hablando de que el 50 por ciento de la fuerza productiva está en situación de precarización laboral.
Ello incide directamente en el nivel de vida de nuestro pueblo, y es nuestra obligación como legisladores, hacernos cargo de esas necesidades y sancionar las leyes que resuelvan los problemas de nuestros compatriotas. Este es el único sentido de nuestra presencia aquí.
Para no excederme en el tiempo que se nos ha asignado, voy a hablar exclusivamente del tema de nuestros jubilados. En la Comisión de Previsión y Seguridad Social hay una infinita cantidad de proyectos, de distintos bloques, a los que no se ha dado tratamiento. Ello demuestra, por ejemplo, la voluntad expresa de muchos de los bloques aquí presentes, de tratar en una comisión bicameral la posibilidad de una reforma previsional a fondo que nos permita sustentar en el tiempo como política pública un tipo de modelo previsional que se haga cargo de todos los ciudadanos.
Cuando hablamos de los jubilados y de las leyes previsionales, se cree que hablamos sólo de nuestros mayores, pero no es así. Estamos hablando del conjunto de nuestro pueblo, porque cuando los jóvenes de dieciocho años que hoy se incorporan al mundo del trabajo lleguen a los 65 años –que es la edad jubilatoria‑ no van a tener los 30 años de aportes en blanco.
Cuando hablamos de los jubilados y del tema previsional, nos referimos primero a los que hoy ya están jubilados porque no tienen más tiempo de seguir esperando. Estos hombres y mujeres que forjaron nuestra Patria, que forjaron las grandes empresas nacionales, que han dado 30 o 40 años de su vida al trabajo de manera permanente, hoy están cobrando dos mil pesos de haber, es decir, un 76 por ciento de nuestros jubilados percibe la jubilación mínima. Todos sabemos que con ese dinero no se vive, no se alquila, no se come, no se compran los remedios, ni se puede tener el confort necesario que la edad requiere.
Es absolutamente injusta esta compactación de la pirámide, que hace que no puedan cobrar de acuerdo a lo que han aportado. También es injusto que no pueda mantener un nivel de vida similar al que tenían cuando estaban en actividad.
La actual composición de la Corte Suprema ha reconocido la necesidad de una proporcionalidad entre el haber del activo y el jubilatorio. Nos obligan a recorrer el camino de los estrados judiciales para que eso se haga realidad en cada persona. Esto, hace que solamente los que saben que tienen ese derecho, quienes viven en un lugar con acceso a un abogado previsionalista y tienen el dinero para pagarlo, pueden recorrer ese camino.
Necesitamos volver ya al 82 por ciento para devolverles la dignidad. Asimismo, la mal llamada jubilación de ama de casa debe ser un haber universal, una asignación a la vejez para todos los que lleguen a los 65 años sin tener los treinta años de aporte.
Proponemos, y tenemos proyectos presentados al respecto, que el haber mínimo sea equivalente al salario mínimo, vital y móvil. Muchas gracias».
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08/06/2013