El presidente del bloque de Unidad Popular y candidato a senador por Camino Popular, Claudio Lozano, analizó los resultados de las primarias. En su análisis sostiene que «se hacen presentes las condiciones para un fin de ciclo».
Por Claudio Lozano
Una lectura ajustada de los datos que arrojan las últimas elecciones permite extraer algunas conclusiones importantes. Es obvio que el resultado obtenido por el Frente para la Victoria implica un debilitamiento del consenso gubernamental respecto al exuberante 54% de las presidenciales del 2011. Pero más allá de esto, la lectura más adecuada en términos comparativos debiera hacerse teniendo en cuenta lo ocurrido en las legislativas del 2009. Debe consignarse en este punto que para comparar porcentajes es necesario ajustar el padrón general que se toma en cuenta en las PASO y que difiere de las legislativas ya que incluye el voto en blanco. Al hacer este ajuste surge lo siguiente:
Cuadro N° 1: Resultados Nacionales
Diputados Nacionales
Espacio Político | Porcentaje obtenido |
Frente para la Victoria | 31,1 |
PJ Disidente | 25,9 |
UCR y aliados | 25,0 |
PRO y aliados | 7,7 |
Izquierda y Centroizquierda | 6,2 |
Provinciales y otros | 4,1 |
Comparado con el 2009 la situación es la siguiente:
Cuadro 2: Resultados Nacionales 2009-2013
(Porcentaje Diputados Nacionales)
Espacio Político | Porcentaje obtenido | |
2009 | 2013 | |
Frente para la Victoria | 27,6 | 28,2 |
Aliados FPV | 2,7 | 3,0 |
UCR y Aliados | 25,6 | 23,1 |
Aliados UCR | 4,6 | 1,8 |
PRO y Aliados | 18,3 | 7,7 |
PJ Disidente | 8,0 | 25,9 |
Izquierda y Centroizquierda | 8,8 | 6,2 |
Provinciales y otros | 4,4 | 4,1 |
Los porcentajes expuestos sugieren lo siguiente:
1- El deterioro del consenso gubernamental ubica al Frente para la Victoria en una situación similar a la del año 2009. Esto indica que las consideraciones acerca del fin de ciclo no surgen necesariamente del porcentual obtenido.
Cabe consignar también que el resultado obtenido por el oficialismo exhibe un cambio de composición respecto al 2009. El Frente para la Victoria perdió votos en las 19 provincias periféricas y mejoró su perfomance en las provincias más densamente pobladas (CABA, Santa Fe, Mendoza, etc.). En este contexto el FPV y sus aliados ganaron en 9 de las 24 provincias.
2- El dato político de la elección es el crecimiento del PJ disidente que sube casi 18 puntos porcentuales respecto a su perfomance del 2009. Crecimiento que se hace a expensas de la caída del agregado “PRO y aliados” que pierde más de 10 puntos porcentuales. Lo expuesto permite ubicar que la principal novedad política es la apertura explícita de la interna del Partido Justicialista como marco para dirimir la sucesión del 2015. Es este dato el que le otorga un cambio cualitativo a la situación respecto al 2009. En tanto en aquel momento la interna justicialista se había expresado a través de la alianza con el PRO y luego en el 2011 Macri no pudo transformarse en expresión política nacional y el liderazgo kirchnerista se mantuvo en el marco de la reelección de Cristina Fernández, el PJ terminó subsumido nuevamente en el FPV. Los resultados de las PASO, en tanto se mantengan, marcan una tendencia a la consolidación de un PJ no kirchnerista en un contexto de debilitamiento del gobierno nacional e imposibilidad de Cristina Fernández de mantener su liderazgo vía reelección.
Es aquí donde se hacen presentes las condiciones para un fin de ciclo.
El debilitamiento del gobierno y la imposibilidad de la reelección le abren una puerta a la desagregación del PJ kirchnerista. Esta es una de las batallas centrales que desde uno y otro polo de la contienda (PJ K vs PJ disidente) signarán el camino hacia Octubre.
Corresponde agregar que el 25,9% de votos nacionales obtenidos por el PJ disidente le permitió triunfar en siete provincias
3- El tercer agregado electoral es el conformado por la “UCR y aliados”. Si bien aquí también hay una recuperación respecto a lo ocurrido con la UCR en la elección del 2011, esta no logra alcanzar los porcentajes que en el 2009 obtuviera el Acuerdo Cívico y Social y pierde el segundo lugar en manos del PJ disidente. Este agregado también triunfa en siete provincias.
4- El cuarto agregado electoral resultante de las PASO corresponde al “PRO y aliados”. Claramente aquí se observa un debilitamiento de esta experiencia asociada a la imposibilidad del Macrismo de estructurarse como fuerza nacional. La irrupción del PJ disidente impacta produciendo un descenso de más de 10 puntos porcentuales en la experiencia PRO y debilita las aspiraciones presidenciales del Jefe de Gobierno de la Ciudad.
5- El otro agregado que baja su porcentaje es el correspondiente a la “Izquierda y Centroizquierda”. Inciden aquí la desaparición de Proyecto Sur que habiendo hecho una muy buena elección en la CABA en el 2009 (23% de los votos) terminó, luego de las andanzas de Pino Solanas, en el agregado de “UCR y aliados”; así como también la desaparición del Nuevo Encuentro de Sabatella que terminó deglutido por el Frente para la Victoria. Demás está decir que el descenso porcentual del agregado “Izquierda y Centroizquierda” no sólo es respecto al 2009 sino también respecto al 2011 momento en el que el FAP se ubicara como segunda fuerza nacional. La desarticulación de esta experiencia y la absorción diluida del GEN, el socialismo, Libres del Sur y el Juecismo en el agregado “UCR y aliados” repercute también en el debilitamiento de la Centroizquierda.
En este marco, al que hay que agregar la absorción del Partido Comunista por la gestión gubernamental, hay que interpretar la afirmación del FIT como fuerza nacional de izquierda. El FIT se consolida en un contexto de debilitamiento general del agregado electoral “Izquierda y Centroizquierda” y en un cuadro donde las principales referencias de la centroizquierda abandonan sus objetivos de cambio para incorporarse a la gobernabilidad del sistema (Binner, Pino Solanas, Sabatella, etc).
Todo lo expuesto permite señalar algunas tendencias que habrá que observar si se consolidan o no en la elección de Octubre:
A) La desarticulación del FAP y la centroizquierda en el agregado radical, tiende a transformar, por ahora, a la interna del PJ en el actor principal de la sucesión 2015
B) A diferencia del régimen de partido único que se observaba en las presidenciales del 2011, emergen condiciones para un nuevo bipartidismo estructurado en torno a un PJ dominado por el No Kirchnerismo y un radicalismo con aliados y mayor peso electoral.
C) Es una incógnita cuál será el destino del Macrismo, aunque pareciera que su lugar tiende a asociarse en mayor medida con la perspectiva del PJ disidente.
D) Todo lo expuesto señala que el reciclaje del sistema político en el final de la experiencia kirchnerista adopta un carácter conservador y con escasas posibilidades de resolver las desigualdades e injusticias que caracterizan a la sociedad argentina.
E) Lo expuesto en el punto anterior sumado a la consolidación de un cuadro de estancamiento, deterioro en los ingresos y fuerte disputa por la apropiación de la tierra en el marco de la primacía de un modelo extractivista, augura una perspectiva de mayor conflictividad social que indudablemente puede alterar las tendencias hasta aquí descriptas.
F) Habrá que ver cómo impacta lo expuesto en el modo de resolución de la experiencia kirchnerista que, más allá de la dominancia PJ que la define y construye, cobija también un abanico diverso de organizaciones populares y perspectivas de centroizquierda. Y habrá que observar también el desarrollo de aquéllas experiencias de “Izquierda social y organizaciones populares” que han mantenido autonomía del PJ y del kirchnerismo, que han promovido experiencias de disputa institucional y que se han diferenciado de las decisiones de la vieja centroizquierda de abandonar todo discurso o construcción transformadora para asociarse con la gobernabilidad del sistema.
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