El legislador de Buenos Aires para Todos en Unidad Popular, y candidato a renovar su banca en el Frente Camino Popular, respondió cinco preguntas sobre la labor legislativa. Conocelo en esta nota.
(Noticias Urbanas) -¿Qué proyectos cree más urgentes a tratar en la Legislatura?
-Creemos que los temas más urgentes tienen que ver con déficits estructurales o problemáticas no resueltas que hacen de la Ciudad de Buenos Aires una ciudad desigual y excluyente, cuando tiene recursos y capacidad de generar una mayor integración social. En este sentido, el problema de la vivienda es crucial y es necesario trabajar sobre un alquiler social, una ley de primera vivienda, la integración a la ciudad y urbanización de las villas y la unificación de los diferentes organismos del Estado que actúan en vivienda, para una mayor efectividad y planificación sostenida en el tiempo.
Otra cuestión crítica es la del transporte, donde planteamos la necesidad de revisar las concesiones de la red de subterráneos, el control de costos e inversiones, la publicidad, la necesidad de una coordinación del área metropolitana con una mesa de trabajo con Provincia y Nación. Asimismo requiere una completa revisión el estacionamiento público y el sistema de grúas y acarreos, donde el ciudadano es presa de una total indefensión.
Hay urgencias en cuestiones más particulares como es la necesidad de más jardines maternales y doble escolaridad en la zona sur, que está muy por debajo de la oferta que tiene la zona norte.
La falta de espacios verdes es preocupante y se vincula con el problema de las inundaciones, por eso hemos presentado un proyecto que pide la derogación de las leyes 4476 y 4477 que fueran aprobadas por el “Pacto PRO-K” a fines del año pasado y que avanza en la expansión y densificación urbana sobre zonas vitales para la regulación hidrológica de Buenos Aires.
Un tema urgente es el problema del reciclado urbano. Es fundamental sostener una fuerte política de reciclado y de educación para disminuir la cantidad de residuos en la Ciudad de Buenos Aires, al igual que generar políticas de control.
En materia de legislación cultural, la Ciudad está en deuda sobre dos temas. Es urgente la sanción de una Ley de Museos que regule su actividad, que tanto para la infraestructura edilicia como el patrimonio ofrezca una normativa clara para una correcta preservación, conservación y divulgación; con la imprescindible participación de los trabajadores de los Museos de la Ciudad. En segundo término, los Centros Culturales y Sociales del ámbito no oficial de la Ciudad necesitan una ley habilitatoria o, lo que es lo mismo, que se incorpore la figura de Centro Cultural al Código de Habilitaciones. Este paso es muy importante no sólo para darle entidad jurídica a algo que ya existe y que funciona, sino también para sentar un criterio único en los requisitos de habilitación que deben cumplir estos lugares. El Estado debe garantizar el cumplimiento de las condiciones mínimas de seguridad, tanto para el público como para los artistas y los trabajadores de la cultura.
-¿Cómo evalúa la gestión del Pro en la Ciudad? ¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra?
-Es difícil hablar de aspectos positivos cuando la matriz ideológica del PRO utiliza al Estado para una mayor concentración de la riqueza, en desmedro de los sectores populares, favoreciendo a los grandes negociados inmobiliarios y a los contratistas. Es innegable que la gestión hace obras, pero basado en una política efectista, de maquillaje y con una gran dosis publicitaria. Uno mira las bicisendas y claramente está de acuerdo con estimular el transporte económico y no contaminante, pero se hace sin planificación, con sobreprecios, es decir que la propias características de la gestión y su ineficiencia terminan opacando lo que podría ser una buena idea. Existe un gran nivel de improvisación. Si además vemos los aspectos negativos en sí, como la enorme degradación de la salud y la educación pública, la falta de políticas en vivienda, difícilmente podamos destacar aspectos positivos de esta gestión.
-¿Cómo cree que quedará conformada la Legislatura luego de diciembre y como imagina su futuro funcionamiento?
-Ojalá que los nombres que integren la Legislatura colaboren para que deje ser simplemente un escenario mediático donde se discute entre Nación y Ciudad, cuando no se tratan problemáticas concretas. Esperemos que haya una mayor diversidad, lo que puede dotarla de más calidad institucional y miradas que pueden ser correctores de las políticas públicas, para que no terminen siendo sólo 2 bloques los que decidan las políticas de la Ciudad de Buenos Aires.
-¿Cómo evalúa el funcionamiento de la actual legislatura?
-Si hay algo que hemos reconocido en estos 4 años es que no faltan leyes, ni creatividad ni inteligencia. En muchas comisiones se ha trabajado con proyectos de ley que son serios, realizables y que ayudarían a colaborar en una gestión, si la Legislatura no terminaría siendo un apéndice del Poder Ejecutivo y el Jefe de Gobierno no vetara las leyes. Muchas veces se prioriza los niveles de rentabilidad de los grupos económicos a los intereses generales de la población, pero no es un problema de la Legislatura, es un problema de la fuerza política que gobierna. Nunca se puede hacer un balance positivo cuando no se terminan de solucionar problemas estructurales de los ciudadanos, pero reconocemos que hay un trabajo sostenido en leyes, pero que no tiene reproducción por parte del Poder Ejecutivo.
-¿Qué comisión le gustaría integrar en la futura Legislatura?
-Presupuesto, vivienda, planeamiento urbano, cultura.