UP Mar del Plata reclama ante el Presupuesto bonaerense 2014 que incluye un aumento del 18% destinado a la seguridad.
Por UP Mar del Plata*
Nuevamente pretenden que los contribuyentes paguemos por la mala administración de los recursos públicos.
Recientemente el gobernador de la Provincia de Buenos Aires envió a la Legislatura Provincial el presupuesto 2014, que lleva adosado un aumento del 18% del impuesto Inmobiliario, supuestamente para crear con ese dinero una contribución especial destinada a Seguridad. Con esto una vez más se pretende desde el poder político trasferir hacia los contribuyentes el costo de la mala administración y la dilapidación de los recursos públicos.
No se puede desconocer que hoy la seguridad es una prioridad de todos, y que la misma es un derecho humano fundamental, constitucionalmente reconocido, que el Estado no está garantizando a sus habitantes. La realidad nos indica que el modelo de seguridad implementado en la provincia ha fracasado rotundamente.
Sin embargo, con esta iniciativa el gobernador pareciera no hacerse cargo de su magra “administración” y mala política en materia de seguridad, ignorando que ya contribuimos al Estado con mucho esfuerzo para que nos brinden seguridad. Es preciso recordar que actualmente pagamos IVA 21% en todas las compras efectuados (desde el litro de leche que se compra hasta el 0 km), Ingresos Brutos, Ganancias, Retenciones y otros impuestos, tasas y contribuciones. Basta con mirar con detenimiento una factura de gas, luz, teléfono o cualquier otro servicio para constatar la enorme cantidad de dinero que aportamos al Estado en concepto de impuestos. La presión tributaria sobre las espaldas de los contribuyentes ya es fuertísima.
Queda claro que existen recursos para brindar seguridad, por ello antes de aumentar impuestos y pedir contribuciones especiales, lo que se debe hacer es administrar mejor y atender las prioridades existentes.
Primero nos deben demostrar desde el gobierno provincial mayor trasparencia en la administración del dinero recaudado, control del presupuesto asignado a seguridad, buena gestión y luego democráticamente preguntarnos si queremos y podemos aportar más.
No debemos perder de vista que la receta aplicada en materia de seguridad hasta la fecha no funcionó. Y que la inclusión social es la clave para ir derrotando a la inseguridad. Para ello es preciso hacer desde el Estado una fuerte inversión pública en educación, cultura y salud para hacer caer los niveles de inseguridad y delitos. Si no se cambia de modelo, nada cambiará.
*Julio Hikkilo y Alicia Reyley