Se utilizó en las elecciones salteñas, por primera vez en el país. Análisis de pros y contras del nuevo sistema.
Por Unidad Popular Salta
En Salta hemos pasado entre agosto y noviembre de este año por 4 elecciones sucesivas, al haberse desdoblado las elecciones provinciales (que van con PASO previas) de las nacionales.
Se utilizó el voto electrónico en el 100 % de las mesas (2.678 mesas) en las elecciones provinciales, tanto las PASO como las generales.
El sistema de voto electrónico es provisto por una empresa privada argentina (Magic Software Argentina) y tiene una característica fundamental: la información se guarda en la boleta y no en la máquina. De hecho, no se trata de una “urna electrónica” sino de una “máquina de votar”; el elector elige en la pantalla de esta “máquina”, ya sea lista completa o por categoría (equivalente al corte de boleta papel), su elección queda grabada en un chip incorporado a la boleta y también se imprime en la misma boleta. Esta boleta es depositada por el elector en la urna de cartón tradicional. Al momento del escrutinio la “máquina” es habilitada para el conteo, las boletas van pasando frente al lector del chip (como si fuera la caja de un supermercado) y al final emite el informe de escrutinio. El presidente de mesa envía la información al Tribunal Electoral usando el telegrama tradicional.
Existe un único mecanismo de control o auditoría: el 5 % de las urnas de cada municipio son escrutadas manualmente (según lo que está impreso en las boletas) durante el escrutinio definitivo. En estas dos elecciones no ha habido diferencias con lo escrutado por las “máquinas”.
No se sabe a ciencia cierta cuánto cobra la empresa por la instalación de más de 3.000 máquinas (hay máquinas de reemplazo), el software, la capacitación de electores, etc. Sabemos que el Tribunal electoral gastó en 2013 39 millones de pesos, contra 4 millones en 2011.
Entre los salteños las opiniones están divididas. Tratando de ser ecuánimes, veamos los pros y contras del sistema.
Ventajas:
- Sin duda, es un avance tecnológico
- Rapidez en el escrutinio: Si bien en las PASO hubo un problema técnico que retrasó la información del escrutinio casi 2 horas, en las generales a las 20 estaban escrutadas el 99 % de las mesas
- Evita las clásicas trampas del voto papel (voto cadena, robo de votos )
- Evita poner fiscales durante la votación, está garantizado que estén todas las boletas en la pantalla; eventualmente pueden ser necesarios fiscales durante el escrutinio
- Evita el gasto de la impresión de los votos papel que eran asumidos por los partidos
Con estas ventajas se emparejan las posibilidades de los partidos “chicos” con los partidos que tienen grandes aparatos.
Desventajas:
- Significa un mayor gasto para la provincia
- Genera desconfianza el hecho de que una empresa privada maneje la elección, y que no se conozca el software (lo que las máquinas “tienen adentro”), no se pueden auditar los programas
- Hubo largas colas en algunas mesas por las demoras de los votantes no familiarizados con el aparato y por fallas en algunos máquinas que debieron ser reemplazadas
- El análisis comparativo de la participación del electorado en las elecciones nacionales con voto papel y las provinciales con voto electrónico muestra una menor participación en estas últimas, si bien la brecha se redujo:
PASO nacionales: 71,6 % ; PASO provinciales: 62 %,
Generales nacionales 72,95 %; Generales provinciales: 70,93 %
Podemos interpretar que el temor de algunos votantes no familiarizados con las máquinas -en Salta solo el 32 % de los hogares cuenta con computadora- se está disipando
A la luz de los resultados electorales se puede inferir que no hubo manipulación de votos por parte del oficialismo que resultó ampliamente superado por el Partido Obrero. Es probable que muchos electores se hayan sentido más “libres” para elegir.
Un dato más para sumar a favor del voto electrónico es la acérrima campaña en contra que lleva adelante el ex gobernador Juan Carlos Romero y sus punteros, históricos manipuladores de votos.
Se podrían sugerir mejoras como la implementación mas paulatina, incluso permitiendo el doble sistema a opción del votante, resolver los problemas técnicos de las máquinas, y -¿por qué no?- usarlas más seguido y no solo cada 2 años, ejercitándonos en consultas populares y plebiscitos.