El país es de los otros (parte 1)

En esta entrega, UP Lanús analiza la incidencia de la concentración económica, agravada durante la última década, en la inflación.
Del chamuyo nacional y popular a los administradores de las multinacionales, la oligarquía y el sector financiero.
En breves informes, desde UP Lanús nos proponemos reflexionar sobre la actualidad económica y la evolución de los factores que inciden en la vida cotidiana de los argentinos durante la llamada “década ganada”.
 

Primera entrega: Los únicos privilegiados son los oligopolios

Si echamos un vistazo a la actualidad económica argentina veremos cómo los generadores de precios en nuestro país no son más de 40.
Cada producto integrante de la canasta básica alimenticia de los argentinos es  elaborado por un monopolio o un oligopolio -que nunca supera las cuatro empresas- que estipula el precio con el que saldrá al mercado. En muchos casos, la misma empresa monopoliza varios rubros de los llamados “básicos” para la mesa.
Por eso, no es menor el papel que juega esta concentración de la economía en la inflación imperante, donde reducidos grupos dominantes -eslabones principales de la matriz de producción- funcionan como auténticos dueños de los precios.
Si salimos de los productos de la canasta básica el panorama no es más alentador. Un estudio del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (Ciges), elaborado a solicitud de la Mesa Nacional de Asociación Pyme, analizó la estructura y el comportamiento de tres sectores clave en la estructura productiva argentina: acero, aluminio y cemento. El trabajo llama la atención sobre las conductas abusivas de precios de las empresas dominantes y la falta de un debate a fondo sobre las mismas, pese a la elevada incidencia que provocan sobre la distribución del ingreso, la inflación, la inversión y el resultado de la balanza de pagos.
“El alto grado de concentración y extranjerización reflejado en el informe del Ciges no es novedoso, ya que es un proceso que arrancó en la dictadura militar y se amplió en la década menemista. Lo significativo es que no se haya logrado ni siquiera morigerar en la última década”, reflexiona el periodista Raúl Dellatorre en Página/12.
En el actual contexto inflacionario, desde el Instrumento Electoral por la Unidad Popular bancamos el control popular de precios, pero entendemos que no puede ser una misión imposible para el Estado controlar a estos grupos empresarios formadores de precios si existiese la voluntad política de hacerlo.
Por lo tanto, creemos que más allá de la acción ciudadana, el Estado –que según el relato oficial se ha fortalecido en estos últimos años de “década ganada”- es el que tiene la responsabilidad ineludible de controlar al poder económico en defensa del interés popular.
En el siguiente cuadro pueden verse los rubros, la cantidad de empresas que monopolizan cada uno, y el porcentaje de concentración que les permite sostener las conductas antes comentadas.
 

Fuente: Tiempo Argentino
 
En la próxima entrega, abordaremos la evolución del sector financiero durante los últimos cinco años en Argentina.