Por segundo año consecutivo, nos encontramos ante paritarias docentes cerradas de manera unilateral y encima con resultados claramente insuficientes. Este es, una vez más, un proceso de negociación como puesta en escena ya que el gobierno nacional se sienta en la mesa hasta que se cansa y finalmente decreta.
En este sentido, rechazamos el aumento a los trabajadores de la educación en la paritaria nacional porque el gobierno cerró por decreto un 22.5% de aumento anual escalonado, que se termina de cobrar en diciembre. Pero la realidad, y como viene siendo años atrás, el aumento anual real es otro; es decir del 18.25%.
Es que toman como referencia la última cuota de este aumento escalonado anual para definir un porcentaje final (del 22.5%), cuando sabemos que las otras son menores. Para el Gobierno Nacional no valemos ni el techo de aumento que ellos le fijaron a las paritarias del sector privado del 20%. Es por eso que las paritarias docentes muestran los límites de la defensa oficial de la educación pública.
Actualmente a nivel nacional el salario testigo (no el básico), es de $2800. O sea que en marzo el aumento de un 16% lleva el salario testigo a $3248, sumado al 2.52% en septiembre: $3332 más el 2.52% en diciembre: $3416.-
De marzo de 2013 a marzo de 2014, el aumento de punta a punta anual que propone el gobierno será del 18.25% y en el bolsillo de los trabajadores docentes es de $616 que se cobrará recién en diciembre. Y estos porcentuales en el marco de una economía marcada por más de un 25% de inflación.
En este marco, el Ministro de Educación Sileoni le dice a los sindicatos que este aumento es un piso, que el resto hay que pelearlo en las provincias. Pero diez provincias reciben ayuda nacional porque sus economías les impiden pagar el mínimo. Hasta las provincias supuestamente más ricas, están con déficit en sus cuentas. ¿Cómo pretenden que se les exija lo que ellos no quisieron dar?.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el Ministro Bullrich ofrece el 22% y en 2 cuotas, siendo aún insuficiente. En una ciudad donde faltan maestros, en donde crecen todos los años los subsidios a las escuelas privadas, en donde se achicó el presupuesto en educación, pero creció el presupuesto para hacer bicisendas y obras para la campaña electoral, la prioridad tampoco es la educación pública.
Este aumento es un atropello a la educación pública y a los trabajadores de la educación.
Y más aún, es una muestra clara del contrasentido, de un gobierno que se declara como un fiel representante de la clase trabajadora, que por dos años consecutivos cierre la paritaria docente nacional unilateralmente y por decreto. Anuncia un determinado índice de aumento no acordado con los sindicatos. Desde nuestra perspectiva un proceso de negociación no es una dádiva del gobierno sino el producto de una conquista de la clase trabajadora. En ese sentido es que decimos que se despliega la lógica liberal cuando se toma el proceso de negociación como una puesta en escena. Para nosotros, las paritarias son la expresión de un proceso de negociación que debe seguir profundizándose. Pensamos que son parte de la construcción de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Las paritarias son el espacio de disputa de los trabajadores contra las patronales en la conquista de las condiciones de trabajo. Estamos convencidos que las paritarias son el instrumento para defender, conquistar y reafirmar nuestros derechos. Por lo tanto la negociación colectiva es producto de la organización y la lucha. Esto es un retroceso no sólo del poder adquisitivo de los trabajadores docentes sino de calidad democrática de nuestra clase trabajadora.
LAURA GARCÍA TUÑÓN
Maestra de grado de la Ciudad de Bs As
Presidenta de la Comisión de Trabajo de la Legislatura de la CABA
Miembro de la Comisión de Educación de la Legislatura de la CABA
Legisladora de Buenos Aires para Todos en Unidad Popular