En el marco de la jornada de lucha de 36 horas, el presidente de UP reflexiona sobre la clase trabajadora.
Por Víctor De Gennaro*
«Hoy se está realizando el tercer paro nacional de los trabajadores en los últimos dos años. Ante Menem, tardamos cinco años en realizarlo. Fue aquel imponente acto de la Plaza de Mayo al concluir la Marcha Federal hace 20 años, desde el cual lanzamos el paro que se efectivizó el 2 de agosto de 1994.
Con los K, después de 9 años, se repite la conmoción que generó el Primer Paro Nacional del 20 de noviembre del 2012. Fue diferente entonces y llevó mucho más tiempo, sí. Eso demuestra la madurez de la situación y que a la clase trabajadora nadie la acarrea ni la apresura en la generación del hecho más nacional y de mayor envergadura política que existe en nuestra Patria después de una elección de presidente, que es un Paro Nacional.
Y no se puede tapar el sol con las manos. Más allá de todas las palabras para ocultar, desprestigiar o secundarizar esta acción, millones y millones de argentinos gritamos ¡Basta! de esta política de hambre, pobreza, precarización y desocupación que implementan sólo para mantener la concentración y extranjerización de la riqueza y el enriquecimiento de los de arriba.
No hay retorno. Por más que se llene el aire con palabras altisonantes o injuriosas el pueblo ya está discutiendo la década que viene, el futuro, el destino de nuestros jóvenes que nos son arrebatados en la precariedad no sólo del trabajo, sino de su vida, por la droga o el gatillo fácil en un marco de inseguridad generalizada.
Quieren convencernos de que hay que devorarnos unos a otros como bestias, en vez de encaminarnos a resolver los problemas recuperando nuestra soberanía y decisión en un país como el nuestro donde sobra plata, sobra riqueza, y lo que falta es vergüenza en los que mandan.
Por eso, compañeros, a tomar debida cuenta del estado de conciencia y hastío de las masas en la Argentina. También de la confusión y de la debilidad dirigencial ante la evidente acumulación política, social y cultural que pide terminar de consagrar otro modelo no sólo económico, sino más justo, en una sociedad de convivencia y de felicidad diferente.
La clase está hablando. Nosotros, orgullosos y fortalecidos. Orgullosos, porque pertenecemos a una Central de Trabajadores que, encabezada por el compañero Pablo Micheli, y los cientos de dirigentes y miles de militantes de sus gremios y organizaciones adheridas, han canalizado este torrente de fuerza espectacular. Y fortalecidos, por la contundencia de esa voz popular para transitar el tiempo de cambio que estamos construyendo.
Viva la Clase Trabajadora y viva el Pueblo Argentino».
*Diputado Nacional y Presidente del Instrumento Electoral por la Unidad Popular.
