Transcribimos la nota realizada al diputado de Unidad Popular, Claudio Lozano, por Felipe Deslarmes para el semanario Miradas al Sur.
–¿Qué análisis hace entonces del contexto actual?
– Si bien puede entenderse algún nivel de recuperación respecto de lo que fue el pozo del 2002, lo que veo es que el cuadro social de la Argentina está atado con alambre. Si uno asume que el ingreso promedio de los 17 millones de trabajadores ocupados tiene un ingreso de $4.200 cuando la canasta para una familia tipo está en el orden de los $11 mil, estamos identificando varias cosas: la primera es que el 70% de los hogares no cubre los ingresos necesarios para llegar a fin de mes. Lo segundo, que prácticamente algo más 3 de cada 10 hogares, es decir el 36%, está en situación de pobreza.
Otro elemento es que este cuadro se ha venido agravando en el último año. Con la propia información del Indec, comparando a junio del 2014 contra junio del 2013, se perdieron 480 mil puestos de trabajo, de los cuales 400 mil se perdieron en el primer semestre del 2014. Si a esto agregamos que, en el último semestre, las suspensiones se han duplicado, estamos viendo la consolidación de una fase claramente recesiva de la actividad productiva de la Argentina.
Empeorando la situación, van tres trimestres consecutivos de caída en el producto bruto; las jubilaciones están 7% por debajo comparando septiembre de 2013- 2014, y los salarios que cerraron paritarias cerca del 30%, quedaron un 10% abajo.
–¿Cuáles considera son las causas del contexto que usted identifica?
– La causa es el agotamiento de la política oficial que fue reemplazada por un ajuste recesivo y que se puso en marcha después de la devaluación del 2013, en el marco de una hoja de ruta que el Gobierno compró de retorno a los mercados financieros internacionales. Para eso hubo una devaluación, suba de la tasa de interés, aumento de precios, retraso de salarios y jubilaciones y profundización del cuadro recesivo. En ese marco, los intentos vanos del Gobierno de reconocer una compensación lamentable a Repsol, de asumir la ignominiosa deuda con el Club de París, que responde básicamente de toda la etapa dictatorial, obviamente, con la expectativa de llegar a lograr algún acuerdo para conseguir acceso al crédito externo para controlar la inflación. Eso se terminó con el fallo del juez Griesa, que nos dejó el contexto de un Gobierno que tomó la opción ortodoxa y recesiva como camino de salida.
–¿Qué consecuencias visualiza?
– En el marco de esta incertidumbre, la economía argentina ha vuelto a generar condiciones que hablarían de la posibilidad de una nueva devaluación.Hoy estamos en situaciones muy similares a las de finales del 2013, previo a la devaluación; otra vez con minidevaluaciones a través del tipo de cambio oficial, otra vez con una brecha importante del mercado paralelo, otra vez con una puja de la tasa de interés por debajo de la tasa de inflación, el resultado puede ser una nueva devaluación pero en un contexto mucho más preocupante porque la recesión ya está instalada y porque el deterioro social está muy marcado.
Fuente: Semanario Miradas al Sur