“La historia del centralismo y el poder destituyente de la derecha peronista cumple 40 años con el recuerdo de Jorge Cépernic”.
Por Alejandro Garzón*
Aquella frase prácticamente ritual que fundó el dramaturgo argentino Eduardo Mignogna y que inmortalizó Lito Nebbia en su canción dice: “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera” y eso es lo que pretendo recordar hoy, a 40 años de la intervención a la provincia de Santa Cruz, durante el gobierno del gobernador Jorge Cépernic, un hombre que llegó a ese lugar por el voto popular y la elección democrática del pueblo, en una década, como la del ’70, que no era, precisamente, nada fácil para quien decidía dedicarse a la política.
Es evidente, entonces, que quienes ganaron no escribieron la verdadera historia. A pesar de los recurrentes traspiés políticos, una y otra vez en Santa Cruz se volvieron a repetir los mismos malos ejemplos, pero, claramente, aquellos que se adjudicaron los triunfos en la historia son una parte de ese relato y la verdad es otra. Esta verdad, la de los abnegados, lo que luchan, los anónimos, los que hacen el esfuerzo, los que creen en la política como medio transformador, (a esa verdad) nadie los imita. En ese sentido y para corroborar lo que digo, basta repasar los sucesos políticos de la provincia en los últimos 40 años para comprobar que «la historia no siempre la hacen los que ganan», pero debemos dejar en claro que las consecuencias, o los «platos rotos» de la verdadera historia, la paga el pueblo con sus sufrimientos, la escasez, el recorte presupuestario y la desocupación que lo agobia y lo empobrece.
Hace 40 años, Jorge Cépernic (de la izquierda Peronista) sufría el karma de estar enfrentado ideológicamente con el gobierno central y eso le costó que la derecha de su partido, en aquel momento representada por Estela Martínez de Perón y López Rega, ante una crisis institucional originada en la provincia por sectores afines al centralismo nacional y con eje fundamental en el Vicegobernador Eulalio Encalada, levantara los cimientos para fundar un golpe intervencionista que terminara poniendo bajo un manto político-ideológico homogéneo, a Santa Cruz, recurriendo para ello a sindicatos y sectores políticos ortodoxos, que apuraron la debacle institucional y sembraron el camino fértil para que el gobierno nacional se apoderara del poder en nuestra provincia.
Pero no era el único caso, por entonces al menos cuatro gobernadores más fueron destituidos en un año, por el gobierno nacional que buscaba la hegemonía, la sumisión, el control y el alineamiento de las provincias, a un modelo de país pergeñado a espaldas de la doctrina peronista que elaboró Perón.
En aquel momento, al gobierno nacional no le tembló la mano para destituir a gobernadores que estaban allí, algunos con más del 50% de los votos; y sometidos sistemáticamente a una campaña de difamaciones y presiones, todos, incluyendo Jorge Cépernic, sufrieron los embates desde adentro y de afuera, no pudieron resistir ante la debilidad de poder que produce el quiebre de la institucionalidad.
Aún hoy, hay actores de aquella maniobra que caminan entre nosotros en la provincia. Uno de esos hombres, lideraba nada menos que la CGT Regional y era el señor Hugo Peralta, padre del actual gobernador, enrolado en el ala ortodoxa del peronismo. Y por estas cosas de la vida, tiempo después, fue su hijo Daniel a quien le tocó una intervención preponderante, cuando el partidismo provincial unificado destituyó a otro gobernador, aunque por causas distintas, me refiero a Jaime Del Val.
La historia es cíclica, se repite y Santa Cruz es el más claro ejemplo de este fenómeno sociológico. Por eso es tan importante la frase de Mignogna, porque en Santa Cruz la historia siempre la escribieron lo que han ganado (políticamente), pero la verdadera historia ha sobrevenido después, como con Cépernic o después con Del Val, o con Acevedo, por ejemplo.
El problema es que como sociedad debemos reflexionar para encontrar en nuestras propias acciones, el motivo de porqué como volvemos una y otra vez a repetir la historia. A Jorge Cépernic lo destituyeron intereses que mantenían polarizado al peronismo, pero en honor a la verdad ¿Qué otras razones asistieron para que el kirchnerismo, luego, siguiera en la misma línea?.
Por este motivo, como nuevo referente político en Santa Cruz, como hombre que se considera de la nueva política y como renovador de este pensamiento autista que ha caracterizado a quienes desde hace 40 años nos gobiernan, creo necesario recordar a Jorge Cépernic, pero debe ser, no solo una cita conmemorativa, sino un punto de partida para el aprendizaje diario, que nos evite repetir errores y nos permita crecer como sociedad.
Hoy como ayer, el centralismo, el egoísmo, el autoritarismo y el partidismo, siguen jugando fuertemente en contra de nuestra provincia, con el agravante que desde hace 10 años los presidentes salieron de Santa Cruz. A la vista de ésta que es la verdadera historia y no la que nos cuentan los que han ganado, primero los santacruceños, pero luego los Argentinos, debemos preguntarnos ¿Qué hicimos todo este tiempo, qué aprendimos, en qué hemos fallado para no evolucionar lo suficiente y seguir hoy a la espera de un cambio, un paso que nos cuesta tanto dar?.
Hoy como ayer, seguimos asistiendo a gobiernos divididos, donde el Vice, como Eulalio Encalada, erosiona el poder del gobernador con el que llegó abrazado en campaña. A nivel nacional hay un gobierno que oprime a las provincias, habla de federalización y somete a los gobernadores a la más cruel dependencia, concentra la riqueza y reparte migajas, somete al pueblo a privaciones y dilapida los fondos públicos como propios. Pero nada de esto puede ocurrir si dentro de cada estado provincial, como aquel que conducía Cépernic, no hay personeros, colaboradores y entreguistas que facilitan y promueven que hombres, democráticamente elegidos, deban dejar sus cargos, donde fueron puestos por el pueblo.
Para terminar, quiero reivindicar en Cépernic la democracia que comenzamos a perder hace 40 años, pero pretendo que nos sirva para construir el futuro político en Santa Cruz. Desde Unidad Popular, he asumido el compromiso de llevar adelante esta bandera, por eso, nadie me ve precipitado detrás de una candidatura, un cargo o una alianza. Quiero darme los tiempos para no ser uno más de los que escriban la historia por haber ganado, mientras la verdadera historia nos vuelva a pasar sin que hayamos podido cambiar nada.
*Dirigente de Unidad Popular Santa Cruz
Garzón recordó a Cépernic a 40 años de la intervención de Santa Cruz
16/10/2014