El informe que adjuntamos exhibe los niveles de pobreza e indigencia considerando el valor de la Canasta de Alimentación Saludable elaborada por la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires. Este informe, elaborado por Claudio Lozano y Ana Rameri, candidatos a senadores por el Frente Camino Popular.
Para Lozano, “los hogares con ingresos inferiores a lo necesario para una alimentación saludable involucran a 7,3 millones de personas (17,8%), es decir 6,6 millones más que el dato oficial de indigencia. A la vez los pobres que no se alimentan bien suman casi 15,6 millones. Nada menos que el 37,9% de la población.”
“Si se trata de comer sano los pobres e indigentes de la Argentina son muchos más que los que ve la revolución kirchnerista. Una verdadera afrenta al conjunto de los argentinos ya que lograr el objetivo de Pobreza Cero implica invertir en transferencia de ingresos a los hogares postergados solo el 6% del PBI.”
Síntesis del Informe adjunto:
El material que presentamos exhibe los niveles de pobreza e indigencia considerando el valor de la Canasta de Alimentación Saludable elaborada por la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires.
Tomando los datos disponibles para el año 2012 mientras el INDEC señala que una familia tipo necesita una canasta alimentaria de $680, la Canasta de Alimentación Saludable se ubica en $2750, es decir un 303,4% más cara que lo indicado por el INDEC intervenido. Cabe señalar que dado el valor de la canasta alimentaria podríamos proyectar el valor de la canasta de pobreza asumiendo que la superación de esta debe hacerse comiendo bien y no mal. En este sentido, mientras el INDEC dice que para superar la pobreza se necesitan $1507, al usar una canasta alimentaria saludable, los ingresos necesarios son un 217% mas altos, $4778.
Si nuestro objetivo al intentar que ningún hogar quede por debajo de la indigencia y la pobreza considerara como condición una alimentación saludable, deberíamos convenir que pese al crecimiento económico de la última década la Argentina está muy lejos de encontrar una situación razonable.
Para el 2012 los hogares con ingresos inferiores a lo necesario para una alimentación saludable involucran a 7,3 millones de personas (17,8%), es decir 6,6 millones más que el dato oficial de indigencia. A la vez los pobres que no se alimentan bien suman casi 15,6 millones. Nada menos que el 37,9% de la población.
Debemos agregar que estos valores y porcentajes constituyen un piso ya que la situación al año 2013 se habría agravado. Esto sería resultado de un aumento de la Canasta de Alimentación Saludable de más del 34% mientras los ingresos familiares han crecido solo un 25%.
Si se trata de comer sano los pobres e indigentes de la Argentina son muchos más que los que ve la revolución kirchnerista. Una verdadera afrenta al conjunto de los argentinos ya que lograr el objetivo de Pobreza Cero implica invertir en transferencia de ingresos a los hogares postergados solo el 6% del PBI.