Por Claudio Lozano – Diputado Nacional
Candidato a Senador por Camino Popular
Suele destacarse lo virtuoso de la interna a desarrollar por el Frente UNEN en las próximas PASO. Es interesante observar que se presenta como virtud lo que en la práctica es un verdadero aquelarre, donde es imposible percibir proyecto político alguno. Como resultado de esa contienda estamos frente a una verdadera tergiversación del sentido de las PASO. Se supone que esos comicios pretenden resolver democráticamente la disputa de liderazgos y candidaturas en el marco de un proyecto político común. Proyecto que puede expresarse en un partido o a través de una alianza de partidos. Sin embargo, el frente UNEN convoca a elegir una amalgama de conductas y visiones políticas que en ningún caso se sintetizan en proyecto alguno.
Así, participan de este frente quienes promovieron la Resolución 125 y quienes la rechazaron; quienes defienden la necesidad de retenciones a las exportaciones y quienes proponen incluso que deben ser cero; quienes votaron a favor y en contra de la estatización de las AFJP; quienes rechazan la megaminería a cielo abierto y quienes viven o vivieron de ella; quienes esgrimen la solución privatista en materia energética y quienes pretenden un papel dominante del Estado; quienes rechazan el endeudamiento y al Fondo Monetario Internacional y quienes entienden que ese es un camino razonable. Es tal el nivel de contradicción que esto ha llevado a uno de los partícipes de esta interna a decir que la alianza UNEN termina en octubre. Es tanta la dificultad para explicar que se llega incluso a argumentos impresentables. Corresponde señalar también que este racimo de contradicciones, luego de la interna, estructurará su lista final de diputados nacionales según los votos de cada lista. Posibilitando así que quienes se oponen en casi todo puedan integrarse en una misma lista para participar en la elección de octubre.
Lejos de configurar esto una superación de la tan cuestionada lista sábana, estamos en presencia de un verdadero cambalache estructurado bajo la exclusiva y limitada idea de todos contra el gobierno nacional y completamente alejada de cualquier configuración ideológica que pueda nominarse como de centroizquierda. Esta visión no sólo reedita la vieja tendencia de la alianza que De la Rúa encabezara contra Menem, sino que repite lo ocurrido con el Acuerdo Cívico y Social del 2009. En ambos casos, el desastre en la gestión y el fracaso como oposición señalan que este no es el camino a recorrer.
Asimismo, el hecho de que la alianza UNEN se estructure bajo el criterio de “todos contra el Gobierno” en un distrito gobernado por un opositor al gobierno nacional, produce el singular efecto de que en su constitución (y más allá del discurso) se agrupen en ese espacio ex asesores de Macri o fuerzas políticas que han sido funcionales a las necesidades del macrismo en la Legislatura con supuestos y fervorosos antimacristas.
Las PASO son tergiversadas por la Alianza UNEN y su resultado en ningún caso podrá resolver en términos de proyecto político lo que es una sumatoria de fragmentos opositores. Se trata de un camino sin salida, tanto para superar al gobierno nacional como para pensar en una alternativa al actual Gobierno de la Ciudad.
Fuente: Revista Veintitres