Junto a 20.000 compañeros marchamos el pasado viernes 12 desde Parque Rivadavia hasta Plaza de Mayo, para exigir al gobierno la Asignación universal por hijo en nuestro país y la recuperación de nuestros recursos naturales De la Redacción de InfoSUR
Con la presencia de Pino Solanas y Claudio Lozano, Proyecto Sur asistió a la gran convocatoria realizada por la Central de Trabajadores de la Argentina y el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Compañeros de Proyecto Sur de la Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Sante Fé, Córdoba, Moreno, Lomas de Zamora y otros puntos del Gran Buenos Aires, desplegaron las banderas verdes características del Movimiento. El intenso calor no fue un escollo para la columna de 25 cuadras que partió desde Parque Rivadavia hasta Plaza de Mayo, para llegar frente a la Casa de Gobierno a decir que no puede haber más un pibe con hambre en un país como la Argentina. Cientos de organizaciones sociales y políticas de todas partes del país, se sumaron al reclamo histórico de la CTA de una asignación universal por hijo, que contemple a todos los niños y niñas de la Argentina. El primer orador del acto fue el secretario general adjunto de la CTA, y titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Pablo Micheli. El dirigente reconoció que “hoy estamos aquí, felices, porque los trabajadores asumimos el compromiso de abrazar a nuestros pibes. Y lo hacemos a pesar de la tristeza que nos genera que los golpeen, la tristeza que nos dan los secuestros y las torturas” dijo en referencia a los secuestros y golpizas que han recibido militantes de los Chicos del Pueblo. Y agregó: “lo que pasa es que no se bancan que desenmascaremos un país que se construye sobre 13 millones de pobres, la mayoría de ellos chicos”. “Para que el hambre exista en este país, que está hecho de pan, tienen que haberlo inventado. El hambre es inherente a este sistema capitalista, y tiene responsables, que tienen nombre y apellido. Esos son los verdaderos criminales. Y también están los responsables, los que no aplican políticas universales que terminen con el hambre. Los responsables son los gobiernos que no quieren distribuir equitativamente la riqueza que generamos entre todos”, enfatizó. Mientras el gobierno de Cristina Fernández apura el blanqueo de capitales y lanza su paquete para cuidar las ganancias de los empresarios, las voces que sonaron con fuerza en las calles de Buenos Aires, reclamaron también que la crisis no sea, una vez más, pagada por los trabajadores. Está claro que el rumbo del gobierno nacional no va hacia la resolución de todos los problemas planteados en la marcha, y también es evidente que somos muchos los que creemos que hay gestar un movimiento popular para la liberación y la distribución de la riqueza. La cantidad de organizaciones que hasta no hace mucho tiempo acompañaban al gobierno y ahora, disidentes, participaron en la marcha, da cuenta de esta realidad. La retórica discursiva del gobierno ya no es suficiente. Respecto a la principal consigna de la marcha, Pino Solanas señaló que «es inmoral e inadmisible que en este país mueran 30 chicos por día de hambre». En tanto, el diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano, denunció que «hay seis millones de chicos en situación de pobreza y el Gobierno está preocupado por vender autos». Sin dudas la masiva marcha contra el hambre fue un éxito. Por su convocatoria, por el fervor militante, y también por la recepción de los vecinos que la apludieron desde las puertas de sus casas y los balcones de los edificios. Lamentablemente, los medios masivos de comunicación, se enfocaron en “el caos del tránsito en la ciudad”, y no en las urgentes reivindicaciones que llevaban las banderas de nuestro pueblo. Esperemos que los reclamos hayan llegado principalmente a quienes desde el poder, tienen la posibilidad de terminar con el hambre en la Argentina.